Marine Le Pen exigió elecciones anticipadas y advirtió a Sébastien Lecornu con una moción de censura si mantiene la política de Emmanuel Macron

La incertidumbre en Francia crece ante un nuevo gobierno que enfrenta presiones sociales, protestas por reformas y desafíos económicos que ponen a prueba su liderazgo

Infobae

Marine Le Pen ha situado a la crisis política francesa en el centro del debate nacional al advertir que, si el nuevo gobierno no rompe con la herencia de Emmanuel Macron, presentará una moción de censura y reclama la necesidad de convocar elecciones anticipadas.


La reunión se produjo en la residencia oficial del primer ministro, Matignon, donde Le Pen, líder del Rassemblement National (RN), compareció junto a su principal aliado, Jordan Bardella, tras mantener un encuentro con el nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu.

La dirigente de la extrema derecha, figura influyente en la conversación pública del país, dio a conocer de nuevo su escepticismo respecto a un cambio genuino en las políticas del gabinete actual. Según la agencia EFE, subrayó que Lecornu ha desempeñado puestos relevantes en todos los gobiernos de Macron desde 2017, lo que, a juicio del RN, lo convierte en un continuador de las políticas que condujeron a la crisis.

La situación institucional se complica por la negativa presidencial a anticipar las elecciones. Le Pen sostiene que una crisis de esta magnitud exige volver a las urnas y así lo planteó, reclamando la disolución de la Asamblea Nacional o la dimisión del jefe del Estado. Su postura conecta con el creciente desencanto social, que se refleja en el rechazo al ajuste presupuestario que provocó la salida del anterior primer ministro, François Bayrou.

El programa económico del RN suma una propuesta tributaria: un “impuesto sobre la fortuna financiera” que, según Le Pen, distingue a su partido de la izquierda y del gobierno. Este impuesto excluiría la vivienda principal, los bienes profesionales y las inversiones en pequeñas y medianas empresas, focalizándose solo en los activos financieros de grandes compañías. Le Pen enfatizó que rechazan cualquier subida global de impuestos, pero considera indispensable esta nueva figura tributaria.

En materia migratoria, la líder ultraderechista defendió su visión afirmando que el tema trasciende las diferencias ideológicas y que incluso los votantes de izquierda ven la situación como “fuera de control”.

Mientras tanto, Sébastien Lecornu inicia un periodo en el gobierno marcado por retos excepcionales. Según Associated Press, Francia enfrenta un déficit público creciente, un Parlamento altamente dividido y protestas frecuentes. Lecornu, colaborador próximo del presidente y cuarto primer ministro en un año, busca apartar el malestar social, suprimiendo privilegios para exministros, así como retirando medidas impopulares de la antigua gestión, entre ellas la eliminación de dos feriados nacionales.

Por otra parte, Marine Le Pen marca distancia con la intención de liderar el poder ejecutivo. Según el diario francés, Le Monde, ha reiterado que no aspira al cargo de primera ministra, incluso si la extrema derecha lograra la mayoría parlamentaria tras eventuales comicios. Prefiere conservar la presidencia de su grupo y delegar en Jordan Bardella la función ejecutiva, considerándolo su candidato idóneo.

Las facultades del primer ministro en la V República Francesa abarcan la dirección de la política, la administración y la ejecución de leyes

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