La idea de observar los partidos desde un sector elevado está
inspirada en lo que hacen los entrenadores de rugby para ganar
perspectiva del juego.
TyC
En los últimos partidos ante Lens por la Ligue 1 y Atalanta por la Champions, Luis Enrique sorprendió con su aparición en los palcos para observar el desarrollo del juego. "Hace tiempo que veo a los entrenadores de rugby que analizan los partidos con una perspectiva muy diferente. Me gusta la posibilidad de buscar esa mejoría",
explicó tras el triunfo por el campeonato local. La innovación del
español abrió un debate sobre si esta práctica puede convertirse en
tendencia a nivel mundial.
La inspiración del asturiano proviene directamente del rugby, donde es habitual que los entrenadores se ubiquen en sectores elevados, conocidos como "coaches' box", para
analizar el juego. Estos cumplen un rol clave porque brindan una mirada
panorámica que permite detectar tanto patrones colectivos como
debilidades y fortalezas individuales, que al mismo nivel del campo de
juego pueden pasar desapercibidas.
Jacques Nienaber, DT de los Springboks y campeón del Mundial 2023, en aquella competencia supo ubicar al jugador Duane Vermeulen en el coaches’ box para tener
"una perspectiva diferente de cómo es la comunicación del cuerpo
técnico con el equipo, sienten la frustración que los entrenadores
tienen ahí".
En el hockey también existen ejemplos similares,
los entrenadores suelen observar el juego desde distintos lugares como
los bancos o las tribunas, ya que ver las jugadas desde ángulos
diferentes aporta dos visiones del mismo partido. Este enfoque fue trasladado al fútbol por Ariel Holan,
que en su etapa en Independiente, y antes también en Defensa y
Justicia, implementó el uso de drones para grabar los entrenamientos
desde el aire y obtener una perspectiva más amplia del comportamiento
colectivo de sus equipos. "Hay muchos de los sistemas de juego del hockey que son adaptables al fútbol",
mencionó en sus inicios en el Halcón, aunque en su paso por Avellaneda,
cuando sus métodos se hicieron más conocidos, tuvo sus detractores: "No necesito un dron para saber que le ganan la espalda al cuatro", lo cruzó Pipo Gorosito en 2019.
Más reciente en el tiempo, Guillermo Barros Schelotto, tras ser expulsado en la Supercopa contra Central Córdoba, confesó: “Desde lejos lo ves con otra dimensión. Ves tiempo y distancia perfecto; desde el banco no. En el fútbol nuestro la cultura es que el técnico esté ahí y con una palabra o gesto cambie las cosas". En el rugby, por el contario, ver al entrenador junto al terreno de juego es algo fuera de lo común
cuando se trata de competencias de alto nivel, aunque alguna vez se
pudo ver a Rassie Erasmus, técnico de Sudáfrica en 2021, dirigiendo
desde el mismo nivel del campo en una prueba contra los British & Irish Lions.
Por su parte,
Lionel Scaloni fue más cauto ante esta postura: "Tenemos
gente arriba analizando, es importante. De hecho, yo cuando estaba en
Sevilla hacía eso, miraba los partidos de arriba, pero engaña bastante.
El futbolista ve otra perspectiva. Uno ve todo tan fácil que después, cuando llegás al jugador, te dice 'no es como vos lo decís'. Hay que matizarlo, pero sí que ayuda".
Esta nueva ocurrencia de Luis Enrique en PSG le está dando resultados,
al menos por ahora. Contra Lens el equipo consiguió rápidamente el 2-0
al volver del entretiempo, tras analizar las cuestiones tácticas
observadas desde el palco, lo mismo ocurrió en el
duelo de Champions ante Atalanta,
cuando el equipo pudo ampliar el marcador a apenas 5' de empezar el
segundo tiempo. Aunque el español aclaró que solo hará esto cuando
juegue de local, ya que fuera de casa no se atreve por su integridad
física.
De hecho, la utilización de la altura como herramienta no es algo nuevo para Luis Enrique, sino que ya lo había adelantado en el documental "No tenéis ni p… idea", estrenado en 2024, donde dejó una frase que defiende su táctica: “El futuro del fútbol será con el entrenador arriba, con cascos, controlando todo. Para mí sería maravilloso".