Las sanciones contra Irán entrarán en vigor mañana tras el fracaso de una resolución de China y Rusia en la ONU

Las sanciones han sido promovidas por Francia, Alemania y Reino Unido —el grupo E3—, que acusan al gobierno iraní de no respetar los límites de su programa nuclear

Las sanciones serán reestablecidas a partir de las 8:01 hora local de Nueva York (12:00 GMT), como detalló Dujarric, en una acción que busca presionar al gobierno iraní para que permita el acceso completo de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y reanude las negociaciones nucleares. Barbara Woodward, embajadora británica ante Naciones Unidas, declaró que “estamos listos para continuar las negociaciones con Irán en busca de una solución diplomática que responda a las inquietudes internacionales sobre su programa nuclear”, sugiriendo que, de retomarse el diálogo, se podría revisar la aplicación de las sanciones.

La propuesta de Rusia y China aspiraba a extender el régimen del acuerdo nuclear iraní hasta el 18 de abril de 2026, prorrogando así los términos del llamado PAIC, que expira oficialmente el 18 de octubre. Tanto Moscú como Pekín han considerado ilegal la activación del mecanismo snapback y han calificado el proceso impulsado por el grupo E3 de precipitado y contrario a la legalidad internacional.

El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Dmitri Poliansky, declaró ante el Consejo de Seguridad que Irán ha actuado “de manera constructiva” con el OIEA, pero denunció lo que calificó como “la política hipócrita de los países occidentales”, priorizando el “torpe chantaje” sobre la diplomacia. Por su parte, el canciller iraní, Abás Araqchi, catalogó la decisión como “legalmente nula, políticamente imprudente y débil desde el punto de vista del procedimiento”, añadiendo que los inspectores del OIEA permanecen actualmente en el país.

Los miembros del Consejo de
Los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votan en contra de una resolución de Rusia y China para retrasar seis meses la reimposición de sanciones a Irán durante la 80ª Asamblea General de la ONU en la ciudad de Nueva York, EE. UU., el 26 de septiembre de 2025. REUTERS/Eduardo Muñoz

Desde Teherán, el gobierno insiste en que las sanciones deberían estar enfocadas en la no proliferación nuclear y militar, no en sanciones económicas, y mantiene que nunca ha buscado desarrollar armamento nuclear. El presidente iraní, en su intervención ante la ONU, afirmó que “Irán nunca ha buscado ni buscará jamás fabricar una bomba atómica. No queremos armas nucleares”.

Según datos del informe de junio de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Irán produce actualmente 4,8 millones de barriles diarios de crudo, condensados y gas natural, y exporta 2,6 millones de barriles al día, principalmente con destino a China, pese a las restricciones económicas estadounidenses ya vigentes.

Francia, Alemania y Reino Unido condicionan el levantamiento futuro de sanciones a tres exigencias: la reanudación de las negociaciones con Estados Unidos, dar acceso total a los inspectores del OIEA a instalaciones nucleares clave —incluyendo Natanz, Fordo e Isfahán— y establecer un mecanismo verificable sobre las reservas de uranio enriquecido. Según expertos europeos, Irán dispone en la actualidad de unos 450 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, cantidad suficiente para fabricar entre ocho y diez bombas nucleares.

La administración estadounidense solicita que Irán renuncie completamente al enriquecimiento de uranio, cuando el acuerdo de 2015 limitaba este proceso al 3,67%. Estados Unidos e Israel mantienen que el programa nuclear iraní tiene potenciales fines militares. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigió en su discurso ante la ONU la reimposición de las sanciones e instó a la comunidad internacional a “mantenerse vigilante” respecto a las actividades nucleares de Teherán.

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