¿Es saludable dormir con un gato?: la respuesta de los expertos
Compartir la cama con un gato puede parecer una experiencia reconfortante, pero los especialistas advierten que no siempre es lo más saludable. Aunque algunos felinos disfrutan del contacto físico y pueden brindar sensación de compañía y seguridad, otros presentan hábitos nocturnos que pueden interferir con el descanso humano.
Especialistas en comportamiento animal y sueño recomiendan observar detenidamente el impacto que esta convivencia nocturna tiene en la calidad del sueño. “No hay una respuesta única”, señala Marion Peitier, conductista felina francesa. “Depende de la personalidad del gato y del humano, y del entorno en que viven”.
Algunos estudios evidenciaron que dormir con mascotas puede reducir la ansiedad y mejorar la sensación de seguridad, especialmente en personas que viven solas. El ronroneo del gato también puede tener un efecto relajante. En ciertos casos, compartir la cama puede reforzar el vínculo entre dueño y felino.
A diferencia de los perros, los gatos son más activos durante la noche. Es común que exploren, se suban a muebles, maúllen o reclamen atención. Estas interrupciones pueden afectar las fases profundas del sueño y, a largo plazo, generar fatiga o trastornos del descanso.
Alternativas y recomendaciones
Para quienes desean mantener a sus gatos cerca sin sacrificar el descanso, los veterinarios sugieren establecer rutinas de sueño, enriquecer el entorno del gato durante el día y proporcionar una cama propia en la misma habitación. También es útil reforzar con premios los comportamientos tranquilos y evitar que la cama humana se convierta en un espacio de juego nocturno.
Cerrar la puerta del dormitorio puede ser una solución, pero solo si se introduce gradualmente y se asocia a estímulos positivos, como juguetes o golosinas