La pieza que falta en el puzle

Xabi estaría encantado de contar con un ‘cerebro’, un timonel para la sala de máquinas. Así surge el nombre de Wharton. Aunque todo apunta que tendrá que mirar ‘en casa’.

Fernando S. Tavero
As
Un cerebro. El gran anhelo de Xabi Alonso. Ya lo trasladó en los albores de su llegada al Madrid, cuando Martín Zubimendi salió a la superficie. El club blanco llegó tarde a esa operación, o no quiso acelerar cuando pudo, pero su nombre responde a una necesidad. A Xabi le gustaría tener un creador. Alguien que coja el timón de los partidos y no lo suelte. Hay muchas maneras de hacerlo. Kroos, Vitinha, Fabián o Pedri no son el mismo jugador, tampoco Zubimendi, pero sí desempeñan esa función que, ahora mismo, no tiene dueño sólido en el club blanco. Güler trabaja para ello y los brotes son más que verdes y Ceballos es quien más naturalmente puede desempeñarlo. Pero en el club son conscientes de que es esa, el cerebro, la pieza que falta en el puzle del Madrid de Xabi.


El problema, y no es baladí, no es el qué, sino el quién. Las opciones que ofrece el mercado son espinosas. Por su precio, por ser demasiado pronto o porque, directamente, no convencen internamente. Y si algo tienen claro en Chamartín es que no se ficharán parches.

¿Fuera?

Se fichará con convencimiento. Y ahí aparece el nombre de Adam Wharton, el talento del Palace que está en el radar del equipo blanco. Los Enzo Fernández (24 años, Chelsea), Mac Allister (26, Liverpool) o Barella (28, Inter), entre otros nombres que deja el mercado, serían soluciones de presente, más aún que Wharton. Pero no ha llegado a haber convencimiento total para acelerar por ninguno de ellos.

La pieza que falta en el puzleAdam Wharton, con Inglaterra.Boris Streubel - UEFA

Mientras que alternativas como Kees Smit (19, AZ) o Hugo Larsson (21, Eintracht), que han aparecido en conversaciones en un momento u otro, serían apuestas en su máxima expresión, futbolistas por cocinar. El Pirlo de Blackburn es un híbrido. Joven (21 años), pero con empaque a primer nivel (ha liderado la sala de máquinas del Palace campeón de FA Cup y Community Shield, amén de haber ido convocado ya por Inglaterra absoluta).

Eso sí, el precio, no menos de 80 millones de euros, lo cambia todo. En Chamartín no harán fuertes desembolsos en presente si no hay ingresos. Y de haberlo, sería poco tiempo para madurar una operación de semejante calado. En definitiva, si no hay volantazo inesperado, y pronto, deberá buscar esa pieza en casa.

¿O en casa?

Es la realidad más tangible. Acelerar la reconversión de Güler, que comenzó en un Mundial donde fue mucho más director de orquesta que artificiero; apostar por un Ceballos que, con Modric aún en plantilla, pasó de puntillas por EE UU y tiene ofertas en el caso de llegar otro medio; y añadir a la ecuación a Camavinga.

La pieza que falta en el puzleGüler, en acción frente a Osasuna.THOMAS COEX

El francés, el más físico de todos, tiene precisamente eso, el físico, como rémora (un esguince le tieneen el dique seco, tras perderse 38 partidos el curso pasado). Es un gran reto para Xabi, que está convencido puede exprimir su enorme potencial. Amén de utilizar como ‘5’ a Huijsen, con el añadido de Trent como un carrilero constructor. O mirar al Castilla, como hizo con Gonzalo, donde ha explotado Thiago Pitarch y desde donde Manuel Ángel toca la puerta con énfasis. Hacer de la necesidad, virtud. No hay otra opción. Al menos, de momento.

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