Cuáles son los síntomas de la fatiga ocular digital, un fenómeno creciente en la vida moderna
Un estudio científico comprobó que una hora de uso intensivo del celular reduce la frecuencia de parpadeo en más del 50 % y provoca alteraciones fisiológicas en los ojos. Por qué las redes sociales quedaron bajo la lupa
InfobaeEl avance tecnológico y la popularización de los teléfonos inteligentes generó cambios significativos en los hábitos diarios de millones de personas en el mundo. El acceso inmediato a información, entretenimiento y redes sociales reformuló la manera en que se consume contenido digital.
Este fenómeno despertó preocupación entre expertos y autoridades sanitarias respecto de los efectos que el uso prolongado de pantallas puede tener sobre la salud, particularmente en lo referente a la visión. A medida que crece el tiempo dedicado a estos dispositivos, aumenta también la inquietud por los síntomas asociados a la llamada fatiga ocular digital, una condición cada vez más frecuente en la vida moderna.
Para entender mejor estos riesgos, un reciente estudio científico publicado en la revista Journal of Eye Movement Research, se propuso analizar cómo afecta el uso de distintos contenidos digitales a la salud ocular.
El análisis incluyó a treinta jóvenes adultos, quienes participaron en sesiones de una hora utilizando un celular. Durante las pruebas, los participantes alternaron tres tipos de actividades: leer libros electrónicos, ver videos y desplazarse por contenidos de redes sociales.
Con el objetivo de obtener mediciones precisas y objetivas, los científicos emplearon un sofisticado sistema portátil de monitoreo ocular basado en una cámara infrarroja y un microordenador Raspberry Pi. Este equipo permitió monitorear en tiempo real varios parámetros ópticos, como la frecuencia de parpadeo, la dilatación de las pupilas y el intervalo entre parpadeos, elementos clave para evaluar la aparición y evolución de la fatiga visual.
Redes sociales: la actividad que más fatiga ocular provoca
Los resultados de la investigación arrojaron datos contundentes: la navegación en redes sociales desde el móvil fue la actividad digital que más fatiga ocular indujo en los participantes.
Durante este tipo de uso, las fluctuaciones en la dilatación pupilar resultaron notablemente más pronunciadas que durante la lectura de libros electrónicos o el visionado de videos.
Los responsables del estudio señalaron que la combinación de constantes cambios de contenido, movimientos rápidos de desplazamiento y variaciones en el brillo de las pantallas de redes sociales impacta directamente en el nivel de cansancio visual.
Entre los hallazgos más relevantes se detectó una disminución en la frecuencia de parpadeo de entre el 54% y el 61% luego de una hora continua de uso, acompañada por un incremento en el intervalo entre parpadeos, que osciló entre el 39% y el 42%.
Estos cambios fisiológicos implican que los ojos permanecen abiertos durante más tiempo, una señal clara de sobreesfuerzo visual y uno de los indicadores más tempranos de fatiga ocular digital.
Síntomas y riesgos: de la incomodidad a problemas visuales persistentes

La fatiga ocular digital engloba un conjunto de síntomas que, aunque pueden parecer leves al principio, pueden afectar de forma considerable la calidad de vida. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la visión borrosa, la visión doble y el lagrimeo, que suelen intensificarse en quienes pasan periodos prolongados frente a pantallas.
A diferencia de estudios anteriores que solo se centraron en exposiciones cortas (de tres a quince minutos), la presente investigación consideró periodos de uso más extensos, similares a la realidad cotidiana de millones de personas.
De este modo, los resultados reflejan de manera más fiel los riesgos asociados al empleo intensivo de teléfonos inteligentes y redes sociales.
Innovación tecnológica: una herramienta al servicio de la salud visual

El sistema portátil de monitoreo ocular desarrollado para la investigación abre una nueva vía para observar y abordar estos problemas desde una perspectiva científica y accesible.
Su uso podría facilitar la detección temprana de fatiga ocular en poblaciones vulnerables, así como el diseño de estrategias preventivas más personalizadas y eficaces.
La evidencia señala que una sola hora diaria de navegación en redes sociales desde un dispositivo móvil basta para provocar cambios medibles en la fisiología ocular, alertando sobre la necesidad de prestar atención a los hábitos digitales y su influencia en la salud visual.
Frente al avance imparable de la tecnología, el desafío está en encontrar un equilibrio que permita disfrutar de sus beneficios sin descuidar el bienestar.