Tres palabras que nunca deberías decir en una llamada si te importa tu seguridad
Cuando recibas una comunicación de origen dudoso, evita proporcionar respuestas automáticas o afirmaciones simples
InfobaeLas tácticas utilizadas en las estafas telefónicas han avanzado notablemente, adoptando métodos cada vez más difíciles de identificar. Los delincuentes han dejado atrás los fraudes evidentes y ahora recurren a técnicas más sutiles, como grabar la voz de la víctima durante la llamada para emplearla en operaciones bancarias fraudulentas o suplantaciones de identidad. Por este motivo, conocer qué palabras pueden ponerte en riesgo resulta fundamental para evitar caer en este tipo de trampas.
Tres palabras que nunca deberías decir en una llamada
En muchas ocasiones, los estafadores se hacen pasar por empleados de bancos, empresas de logística, servicios de cobranza o incluso dependencias gubernamentales. Suele tratarse de llamadas desde números desconocidos y con una narrativa orientada a crear urgencia.

El objetivo real casi nunca es obtener información específica de inmediato, sino conseguir grabaciones de la voz del usuario con frases que puedan manipular posteriormente en sistemas automatizados o en montajes de voz para autorizar servicios o validar contratos fraudulentos.
El conocido “fraude del sí” se basa precisamente en obtener afirmaciones directas como confirmación, editando la grabación para emplearla sin consentimiento de la persona. En este contexto, sobresalen tres palabras especialmente riesgosas:
- “Sí”: Utilizada por los estafadores para aceptar transacciones, activar servicios o validar operaciones que la víctima nunca solicitó.
- “Hola”: Sirve a los delincuentes para comprobar que el número está activo y se puede manipular la grabación para aparentar una conversación legítima.
- “Aló”: En ciertos contextos, puede activar sistemas automáticos o redirigir la llamada a otros operadores dentro de la propia red de fraude, incrementando los riesgos de exposición.
Evitar estas respuestas al atender llamadas de números desconocidos contribuye a reducir las oportunidades de ser víctima de este tipo de engaños, preservando tanto la seguridad de la información personal como la integridad de tus cuentas financieras.

Cómo responder ante llamadas sospechosas
Cuando recibas una llamada de origen dudoso, evita proporcionar respuestas automáticas o afirmaciones simples. Es preferible emplear respuestas neutrales que no puedan ser manipuladas posteriormente. Preguntas como “¿Quién está llamando?”, “¿Cuál es el motivo de su llamada?” o “¿De parte de qué empresa se comunica?” ponen la carga de la conversación en el interlocutor y dificultan que los estafadores obtengan frases que pueden utilizar en tu contra.
Otra técnica útil es mantener unos segundos de silencio antes de responder, así el interlocutor se ve obligado a identificarse primero y reduces la posibilidad de que tu voz sea grabada en frases comprometedoras.
Recomendaciones para evitar ser víctima de fraudes telefónicos
Adoptar medidas preventivas es clave para tu seguridad. Nunca reveles información personal, bancaria ni contraseñas durante una llamada. Si la llamada incluye presión, amenazas o urgencia para que actúes, debes colgar inmediatamente.
Realiza revisiones periódicas de tus movimientos bancarios y verifica cualquier notificación inusual que recibas en tus cuentas. Si identificas un número sospechoso, repórtalo a tu operador de telefonía o a las autoridades competentes.

Además, nunca realices transferencias ni confirmes datos importantes sin asegurarte primero, por canales oficiales, de la verdadera identidad de la persona que te contacta. Estas precauciones disminuyen los riesgos y te ayudan a preservar la seguridad de tu información.
Qué es un fraude telefónico
Los fraudes telefónicos son estrategias delictivas en las que los estafadores utilizan llamadas para engañar a las personas y obtener información confidencial, datos bancarios o incluso dinero. Este tipo de fraude puede adoptar diversas formas, desde falsas ofertas de servicios y alertas bancarias hasta suplantación de empleados de empresas o instituciones oficiales. Los estafadores emplean técnicas persuasivas, generando urgencia o alarmismo para que la víctima actúe sin reflexionar y revele información sensible.
A menudo, las llamadas fraudulentas provienen de números desconocidos y pueden incluir grabaciones automáticas o voces humanas que manipulan emocionalmente a la persona al otro lado de la línea. Los objetivos habituales son lograr que la víctima proporcione datos de cuentas, contraseña, números de tarjetas o realice transferencias.
Frases amistosas o preguntas simples pueden formar parte de la estrategia, así como amenazas sutiles o avisos de supuestos cargos pendientes, todo con el fin de provocar una reacción rápida y obtener el beneficio ilícito.