River Salasdependiente: una mala noticia

Pocos partidos le hicieron falta a Maxi Salas para transformarse en una pieza fundamental en el ataque de River.

Mauro Palacios

TyC

Claramente, la igualdad ante San Lorenzo fue, para River, algo mucho más cercano a una derrota. No por haber jugado un mal partido, sino porque no pudo superar a un plantel que no gastó prácticamente en este mercado de pases y arrastra graves inconvenientes institucionales. Mientras que a Marcelo Gallardo se le caen los jugadores en diferentes puestos, no puede conseguir la fortaleza ofensiva sin Maxi Salas.

Diferente habría sido la historia, si como recambio hubiese estado Sebastián Driussi, pero la realidad dice que Miguel Borja está años luz de ser ese reemplazo necesario para no preocuparse ante la baja del delantero nacido en All Boys.

Con un puñado de minutos, Maxi Salas se transformó en ese jugador que no tiene sustituto, no solamente por lo que genera en ofensiva, sino también en el efecto contagio y cuando el equipo debe recuperar la pelota.

Si se confirma el esguince en su rodilla izquierda, parece muy dificil que pueda estar en la llave ante Libertad, y eso es una muy mala noticia para el entrenador. Marcelo Gallardo tendrá que esperar por Driussi y pretender que sea la misma carta de gol que era hasta el momento de la lesión en el Mundial de Clubes y que se le abra el arco al colombiano, que antes deberá entender que sigue en River.