La NASA rastrea un asteroide del tamaño de un avión que se acerca a la Tierra
Se trata del primero de tres asteroides que vigila la NASA. Otros dos se aproximan al planeta este fin de semana, en medio de nuevas dudas sobre el riesgo real de impacto
InfobaeLa NASA está siguiendo de cerca la trayectoria de un asteroide del tamaño de un avión que pasa en las cercanías de la Tierra el jueves 17 de julio de 2025 a una velocidad aproximada de 21.887 kilómetros por hora.
El asteroide 2022 YS5 tiene un diámetro estimado que oscila entre 29 y 62 metros, de acuerdo con el Center for Near-Earth Object Studies (CNEOS) del JPL. El monitoreo de este tipo de objetos forma parte de una labor sistemática de la NASA para detectar y analizar los llamados objetos cercanos a la Tierra (NEOs), con el fin de evaluar posibles riesgos de impacto.
Además de 2022 YS5, la agencia espacial estadounidense sigue el trayecto de otros dos objetos de dimensiones similares. Uno de ellos, el asteroide “2018 BY6”, con un diámetro de aproximadamente 64 metros, se aproximará hasta una distancia mínima de 5.265.000 kilómetros de la Tierra este sábado.

Otro, conocido como “2025 ME92” y de cerca de 29 metros de diámetro, se prevé que alcance su punto más cercano a 5.134.000 kilómetros este domingo, de acuerdo a los cálculos del JPL.
La naturaleza de los asteroides
Los asteroides son fragmentos rocosos que constituyen los restos de la formación del sistema solar hace unos 4.600 millones de años. La mayoría se concentran en el cinturón principal de asteroides, localizado entre las órbitas de Marte y Júpiter. Sin embargo, algunos presentan órbitas que los sitúan en las proximidades de la Tierra, lo que los convierte en objetos de interés especial para la comunidad científica.
El JPL señala que la mayoría de los NEOs tienen órbitas que evitan acercamientos peligrosos con la Tierra. Respecto a esto, la NASA explica que la mayoría de los objetos cercanos a la Tierra tienen órbitas que no los acercan en exceso a la Tierra, y por lo tanto no representan un riesgo de impacto.
No obstante, existe una categoría particular, los asteroides potencialmente peligrosos (PHAs), definidos por la NASA como aquellos que alcanzan dimensiones de unos 140 metros y cuya órbita puede acercarse hasta 7.403.000 kilómetros de la ruta orbital de la Tierra en torno al Sol.

Sobre esta clasificación, Martin Barstow, profesor de astrofísica y ciencias espaciales en la Universidad de Leicester, mencionó a Newsweek que “no todos los NEOs son potencialmente peligrosos, pero todos los objetos peligrosos son NEOs“.
Impacto y monitoreo a largo plazo
A pesar del monitoreo constante, ningún PHA identificado hasta la fecha supone un riesgo inmediato de colisión con la Tierra. Paul Chodas, director del CNEOS, señaló a Newsweek que “La designación ‘potencialmente peligroso’ significa simplemente que, durante siglos o milenios, la órbita del asteroide podría evolucionar hasta tener una posibilidad de impactar la Tierra. No evaluamos estas posibilidades de impacto a tan largo plazo“.
Un ejemplo relevante de los procedimientos de monitoreo recientes se registró en febrero, cuando la NASA informó que el asteroide “2024 YR4” tenía una probabilidad de impacto en 2032 del 3,1%, el porcentaje más alto registrado por la agencia para objetos de ese tamaño o superior.

Sin embargo, observaciones posteriores permitieron a los expertos descartar un peligro significativo para la Tierra, como detalla una entrada en el blog de la NASA de junio: “El objeto no representa un riesgo de impacto significativo para la Tierra en 2032 ni en el futuro“.
La misma actualización señaló que los especialistas lograron precisar la ubicación futura del asteroide para el 22 de diciembre de 2032 con una precisión cercana al 20% mayor. Como resultado, la probabilidad de que el cuerpo impacte la Luna aumentó levemente de 3,8% a 4,3%. La NASA aclara, sin embargo, que incluso en el caso improbable de un impacto, este no modificaría la órbita del satélite natural.
En relación al futuro monitoreo, la agencia detalla que “el asteroide 2024 YR4 ahora está demasiado lejos para ser observado con telescopios espaciales o terrestres. La NASA espera realizar nuevas observaciones cuando la órbita del asteroide vuelva a acercarlo a la Tierra en 2028“.