Jair Bolsonaro fue diagnosticado con “intensa esofagitis” tras sufrir una crisis de hipo y vómitos
El ex mandatario brasileño suspenderá todas sus actividades políticas y guardará “reposo absoluto” durante todo julio
A partir de este diagnóstico, su equipo médico decidió intensificar el tratamiento farmacológico que ya había comenzado días atrás, según se detalló en el boletín publicado en las redes sociales del exmandatario (2019-2022).
Además, los especialistas reforzaron la necesidad de “moderar el habla”, una dieta controlada y “reposo domiciliario”.
El líder de la ultraderecha brasileña informó el martes que suspenderá todas sus actividades políticas durante julio, con el fin de cumplir un período de “reposo absoluto” debido a los síntomas que lo aquejan.

“La crisis de hipo y vómitos se volvieron constantes, hechos que incluso me impiden hablar”, expresó.
En los últimos años, Bolsonaro, de 70 años, ha enfrentado diversas complicaciones digestivas, secuelas del atentado con arma blanca que sufrió el 6 de septiembre de 2018, durante un acto de campaña en las elecciones presidenciales. Más recientemente, en abril, fue intervenido quirúrgicamente para tratar una oclusión intestinal, lo que lo mantuvo hospitalizado por tres semanas.
Paralelamente, Bolsonaro ha mantenido una agenda política activa, incluso en medio del avance del juicio en su contra por parte de la Corte Suprema, relacionado con su intento de impedir la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Una de sus últimas apariciones públicas tuvo lugar el domingo anterior, en la Avenida Paulista de São Paulo, donde congregó a cerca de 12.000 seguidores.
De acuerdo con la Fiscalía, Bolsonaro, junto con exministros y altos mandos militares, habría elaborado múltiples estrategias para evitar que Lula asumiera la presidencia, tras su victoria en las elecciones de octubre de 2022.

Después del fracaso de esos planes, los involucrados habrían alentado los disturbios del 8 de enero de 2023 en Brasilia, una semana después de la investidura de Lula. En ese episodio, miles de simpatizantes bolsonaristas invadieron y vandalizaron las sedes de los tres poderes del Estado, exigiendo una intervención militar para derrocar al nuevo Gobierno.
Actualmente, la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal ha concluido la fase de instrucción del caso y ha abierto el plazo para que tanto la Fiscalía como las defensas presenten sus alegatos finales. Una vez cumplido este paso, el juicio estará en condiciones de recibir sentencia, previsiblemente entre septiembre y octubre de este año.