Aumentó a 31 el número de muertos en la última protesta antigubernamental en Kenia

 Marca el mayor número en un solo día desde que comenzaron las manifestaciones a principios de este año, dijo el martes la comisión de derechos humanos financiada por el estado. Otras 107 personas resultaron heridas y más de 500 fueron arrestadas

Durante semanas, jóvenes y otros ciudadanos han salido a las calles para protestar contra la brutalidad policial y el mal gobierno y para exigir la renuncia del presidente William Ruto por la presunta corrupción y el aumento del costo de vida.

Ruto no ha hecho comentarios sobre la protesta del lunes ni sobre sus consecuencias.

El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, instó el martes a que se aborden las quejas que dieron lugar a las protestas. La portavoz Ravina Shamdasani afirmó que “renueva su llamamiento a la calma y la moderación, así como al pleno respeto de las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica”.

Manifestantes se llevan a un
Manifestantes se llevan a un hombre al parecer herido a bala por la policía durante protestas en el barrio pobre de Kangemi en Nairobi, Kenia, el 7 de julio del 2025 (AP foto/Brian Inganga)

Las manifestaciones del lunes, que se enfrentaron a bloqueos policiales que impidieron el acceso al centro de Nairobi, se convocaron para coincidir con el 35.º aniversario de las históricas protestas prodemocracia de Saba Saba. Saba Saba significa Siete Siete en suajili.

El 7 de julio tiene una profunda importancia en Kenia, ya que marcó las primeras grandes protestas prodemocracia en 1990, que exigieron al entonces presidente Daniel Arap Moi —mentor político de Ruto— la transición de un estado unipartidista a una democracia multipartidista. Esta demanda se materializó durante las elecciones generales de 1992.

La ola de protestas de este año se desencadenó por la muerte de un bloguero bajo custodia policial el mes pasado. La policía disparó a un civil a quemarropa durante una protesta el 17 de junio. El 25 de junio, miles de jóvenes salieron a las calles en todo el país.

Un total de 50 personas han muerto en las protestas de las últimas dos semanas.

La Comisión Nacional de Cohesión e Integración de Kenia, un organismo gubernamental cuyos comisionados son designados por el presidente, instó el martes a los políticos a no alimentar las tensiones étnicas y criticó a la policía por usar fuerza excesiva contra los manifestantes.

La semana pasada, el ministro del Interior, Kipchumba Murkomen, ordenó a la policía “disparar en el acto” a cualquiera que se acercara a las comisarías durante las protestas después de que varias de ellas resultaran quemadas.

La indignación pública se ha acentuado por los esfuerzos de Ruto para que los kenianos paguen más para ayudar a saldar la enorme deuda pública. El año pasado, miles de jóvenes que protestaban contra el aumento de impuestos irrumpieron en el parlamento, lo que llevó a Ruto a prometer recortes en el gasto público.

Algunas personas se han aprovechado del caos y algunas empresas han dicho que han perdido grandes cantidades de mercancías.

“Invadieron nuestra tienda y, por cierto, perdimos muchísimas cosas. Perdimos dinero, teléfonos, un montón”, dijo Nancy Gicharu, vendedora de celulares.

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