Nico, realidad o ficción
El Barça vuelve a la carrera por el extremo del Athletic consciente de que se le puede escapar para siempre si va a un grande europeo, pero su fichaje trae incógnitas.
Para los azulgrana, sin embargo, el fichaje de Nico Williams, 23 años, tiene muchos obstáculos. Para empezar, que ha podido llegar algo tarde. Además del Athletic, que está en conversaciones para la ampliación de su contrato, el Arsenal y el Bayern trabajan en su fichaje hace meses (antes lo intentó el Aston Villa). Según algunas fuentes, los bávaros podrían pagarle 10 millones netos por temporada.
Las relaciones entre clubes tampoco ayudan. Lo último ha sido un cruce de declaraciones entre Jon Uriarte y Enric Masip después de la última jornada de Liga. Desde Ibaigane también se mostraron muy beligerantes con la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor, a vueltas con el fairplay financiero. Es fácil pensar que fiscalizarían cada paso del fichaje. Además, el Barça está maniobrando sin saber siquiera si estará finalmente en la regla del 1:1 la próxima temporada, pendiente como está de la aprobación, por parte del auditor y de LaLiga, de los 100 millones procedentes de la venta del 5% de los asientos VIP del Spotify. La operación Nico no es cualquier cosa. A su cláusula habría que añadir un contrato de cinco o seis temporadas. Una operación que se podría marchar, a los 140 o 150 millones de euros.
Algunas fuentes aseguran, además, que el Barça va tarde o, al menos, no está en la pole. Dentro de la directiva azulgrana estaban convencidos de que Nico escogería al Barça en el momento en el que se decidiese marchar del Athletic. Confiados, han retomado los contactos cuando han comprobado que es una posibilidad que deje San Mamés este verano. Sin embargo, en algunas de las plazas interesadas, ven al jugador más cerca del Barça. Según SKY Alemania, Flick ha hablado con el jugador y el Barça tiene las mejores cartas para ficharlo.
Y luego está el factor humano, personalizado en la figura de Lamine, a quien une una buena amistad con Nico. A ambos los presentó Alejandro Balde, el tercer vértice del triángulo. Fue el mismo Joan Laporta quien ha manifestado que quieren construir un ecosistema amable para el ‘19’, que acaba de firmar su renovación hasta 2031. Y es fácil pensar que sería más feliz con Nico acompañándole en el otro extremo del campo, que con Luis Díaz. La relación de Nico con el resto de internacionales azulgrana también es satisfactoria, y tendría una cara conocidísima en Iñigo Martínez, que también podría servirle de cicerone, especialmente en términos de experiencia contra la presión.
Básicamente, la situación guarda muchas similitudes con la de la temporada pasada, cuando el jugador manejó varias ofertas durante la Eurocopa y, finalmente, decidió seguir en el Athletic. Ahora, precisamente cuando su hermano estrena capitanía en San Mamés, le tocará poner encima de la mesa todas las propuestas. Sólo entonces, cuando decida se sabrá si lo de Nico y el Barça fue realidad o ficción.