Instaron a los buques comerciales evitar el estrecho de Ormuz por temor a la escalada entre Irán e Israel

Agencias marítimas advierten sobre riesgos para la seguridad y posibles repercusiones en el comercio internacional y los precios del petróleo ante amenazas de Teherán

El golfo de Omán, con 320 kilómetros de ancho, tiene gran parte de su superficie en aguas internacionales y limita con Omán, Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Pakistán, cuyas aguas territoriales se extienden hasta 19 kilómetros desde la costa. Ante la coyuntura, los buques que navegan hacia el Estrecho de Ormuz buscan minimizar los riesgos bordeando la costa omaní la mayor parte del trayecto.

Datos de la plataforma MarineTraffic muestran que un número más nutrido de embarcaciones mantenía el miércoles una ruta próxima a Omán, mientras que la mayoría de los buques con bandera iraní permanecía dentro de jurisdicción iraní. Las recomendaciones obedecen a antecedentes de incidentes que han comprometido la libertad de navegación y la seguridad de navíos comerciales cerca de aguas iraníes.

El Ministerio de Asuntos Marítimos de Grecia recomendó el martes que los buques de bandera griega “naveguen, si es posible, lejos de las aguas de jurisdicción iraní cuando se encuentren en el golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y el golfo de Omán”, ante la posibilidad de nuevos incidentes.

Imagen de archivo de buque
Imagen de archivo de buque petrolero en llamas en el golfo de Omán (EFE/ Stringer)

La tensión aumentó luego de que el líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, rechazó el llamado del presidente estadounidense Donald Trump a una rendición incondicional, en sus primeras declaraciones desde el inicio de los bombardeos israelíes contra Irán el viernes. Las hostilidades se han acentuado tras la respuesta iraní mediante ataques letales contra Israel.

Las amenazas de Teherán sobre cerrar el estrecho de Ormuz como represalia a la presión occidental generan inquietud en la industria marítima, ya que el flujo de mercancías depende del tránsito por ese paso estrecho. Las empresas navieras temen que cualquier incidente cierre temporalmente la vía y altere la estabilidad energética.

En los últimos días, la interferencia electrónica en los sistemas de navegación de los buques comerciales en el estrecho de Ormuz y el golfo Pérsico ha registrado un incremento, lo que eleva el riesgo para los marinos que transportan cargamentos de crudo y otros productos.

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