Finlandia prohibió el uso de teléfonos celulares en las aulas
La nueva ley, que entrará en vigor el próximo año escolar, limita el uso en los colegios primarios y secundarios
En línea con esta medida, la ley otorga al profesorado la autoridad de retirar los teléfonos móviles a los estudiantes cuando lo consideren oportuno, según ha informado la emisora pública finlandesa Yle.
El ministro de Educación del país, Anders Adlercreutz, ha destacado que las “capacidades digitales” de los niños “seguirán recibiendo apoyo” a pesar de estas restricciones. Con estas declaraciones, busca responder a las críticas que han surgido en torno a la nueva normativa.

Francia, por su parte, decidió hace dos semanas reforzar las restricciones sobre el uso de teléfonos móviles en las escuelas, exigiendo que estos permanezcan completamente apagados y guardados en mochilas o casilleros durante toda la jornada escolar.
La ministra de Educación, Élisabeth Borne, explicó que esta medida busca limitar el tiempo que los estudiantes pasan frente a las pantallas durante la jornada escolar y crear un ambiente más favorable para el aprendizaje.
“En un momento en el que el uso de pantallas se cuestiona ampliamente debido a sus numerosos efectos nocivos, esta medida es esencial para el bienestar y el éxito escolar de nuestros niños”, afirmó Borne al presentar la normativa.
En Madrid, las autoridades educativas han determinado que los teléfonos móviles solo podrán emplearse con fines educativos y en actividades grupales, quedando prohibido su uso individual durante las clases.
Asimismo, países como Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Países Bajos, China, Australia y Nueva Zelanda han adoptado medidas similares. En muchos de estos casos, las regulaciones se han aplicado de manera progresiva o a nivel local, involucrando a directores, profesores y familias en su elaboración.
Estas iniciativas reflejan una tendencia global creciente a replantear el papel de los dispositivos móviles en el entorno escolar, buscando equilibrar los beneficios de la tecnología con la necesidad de garantizar espacios educativos más enfocados, seguros y saludables. A medida que más países adoptan restricciones, el debate sobre el uso responsable de la tecnología en las aulas sigue abierto y en constante evolución.