El plan de Elon Musk para mejorar la productividad de sus empleados: 120 horas a la semana y sin cobrar
El magnate sudafricano insta a las personas con un coeficiente intelectual alto a que trabajen para él sin cobrar.
Más tiempo de trabajo y menos retribución económica
Después de que Donald Trump nombrara al magnate “jefe de reducción de costes” el pasado mes de noviembre, el empresario no ha dejado indiferente a nadie con sus propuestas, ya que por ejemplo a los pocos días de crear la cuenta de DOGE en X, Musk hizo un llamamiento para que las personas con un alto coeficiente intelectual trabajasen para él sin cobrar un retribución. “Necesitamos revolucionarios con un coeficiente intelectual muy alto dispuestos a trabajar más de 80 horas a la semana para recortar gastos”, señalaba Musk. Además, advertía de que sería un trabajo complicado, en el que se ganaría enemigos en el sector y no se obtendría ninguna compensación económica al respecto.
Por otro lado, resalta la masiva ola de despidos que se está llevando a cabo en el sector público. Desde que Donald Trump creara DOGE, los despidos podrían superar los 100.000, de los 2,3 millones de empleados públicos que hay en EEUU. El departamento fue creado para eliminar la insuficiencia del sistema y contrarrestar la supuesta corrupción de las Instituciones, por lo que cerca de 75.000 empleados funcionarios federales han aceptado recibir las indemnizaciones que ofrecían para dejar sus puestos de trabajo, antes que aceptar un despido o desarrollar sus funciones bajo las disparatadas normas de Elon Musk.
Otras medidas que generan controversia
Debido a estas propuestas, se le está haciendo complicado al magnate encontrar trabajadores dispuestos a aceptar sus directrices. Tanto es así, que en DOGE han entrado trabajadores ingenieros de tan solo 19 años, con el fin de cubrir los puestos libres que han quedado en las oficinas de las principales agencias gubernamentales de Estados Unidos. Las reacciones de los trabajadores no han terminado de gustar a Elon Musk, llegando incluso a amenazar con proceder más despidos a los trabajadores que no regresaran a la oficina después de poner fin al teletrabajo.