ChatGPT y su impacto global, Sam Altman analiza el crecimiento explosivo de la IA
En una entrevista con Bloomberg Businessweek, el CEO de OpenAI analiza los retos de la inteligencia artificial y la importancia de mantenerse enfocado en el desarrollo responsable de la tecnología
En una entrevista con Bloomberg Businessweek, Altman compartió su experiencia sobre el vertiginoso ascenso de OpenAI, su despido y regreso a la empresa, sus planes para la inteligencia artificial general (AGI) y su visión sobre el papel del gobierno en el desarrollo tecnológico.
Antes del lanzamiento de ChatGPT, OpenAI no monitoreaba ni su tráfico web. Su crecimiento fue tan explosivo que, en palabras de Altman, supo desde el principio que su vida cambiaría radicalmente.
“Me sentí agradecido, pero también pensé: ‘Estoy a punto de subirme a un cohete, y mi vida no va a ser tan divertida’”, recuerda.
La notoriedad global de Altman tuvo un impacto significativo en su vida personal, pero dentro de OpenAI su imagen no alteró la dinámica de la empresa.
“Puedes ser un CEO conocido o no, la gente solo quiere saber: ‘¿Dónde están mis GPUs?’”, dice con ironía, refiriéndose a la constante necesidad de chips para entrenar modelos de IA.
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El despido sorpresa y su regreso triunfal
El 17 de noviembre de 2023, Altman fue despedido abruptamente como CEO de OpenAI. “Me despidieron un viernes al mediodía, algunos empleados renunciaron esa misma noche, y para el sábado ya estaba considerando lanzar una nueva empresa de AGI”, relata.
Sin embargo, la presión interna y externa llevó a la junta directiva a negociar su regreso. Inicialmente, Altman se negó, exigiendo la renuncia de toda la junta.
La negociación se prolongó hasta el domingo por la noche, cuando la junta sorprendió al anunciar a Emmett Shear como nuevo CEO. “Ahí sí pensé: ‘Estoy realmente harto de esto’”, confiesa.
Pero el lunes por la mañana, ante la amenaza de renuncias masivas por parte de empleados, la junta revirtió su decisión y reinstaló a Altman como CEO.
Conflictos con la junta directiva y acusaciones de falta de transparencia
Uno de los argumentos que esgrimió la junta para su despido fue que Altman no era “consistentemente sincero” en su comunicación.
Aunque las razones exactas nunca fueron del todo claras, algunas versiones señalan que la junta lo acusó de no haber informado adecuadamente sobre el lanzamiento de ChatGPT.
Altman niega cualquier intento de ocultar información y sostiene que la velocidad de trabajo en OpenAI generó malentendidos sobre su gestión.
Un CEO en contacto con la tecnología
A diferencia de otros líderes empresariales, Altman mantiene una cercanía activa con el desarrollo de productos en OpenAI.
Su agenda incluye reuniones semanales con el equipo ejecutivo, reuniones individuales con ingenieros y un estrecho seguimiento del trabajo de investigación.
También es un usuario frecuente de Slack, herramienta que utiliza para estar al tanto de lo que ocurre en la empresa.
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El futuro de la inteligencia artificial y la AGI
Altman ha dejado de hablar abiertamente de inteligencia artificial general (AGI), término que considera ambiguo, y prefiere referirse a niveles de desarrollo en la IA.
Sin embargo, sigue convencido de que el futuro pasa por crear sistemas capaces de igualar la inteligencia humana en tareas complejas.
“Si podemos contratar una IA como ingeniero de software remoto y que sea excelente en su trabajo, creo que podríamos decir que estamos cerca de la AGI”, afirma.
En cuanto a la superinteligencia, Altman la define como el punto en el que una IA pueda acelerar significativamente el descubrimiento científico, impulsando el progreso de la humanidad en múltiples disciplinas.
Aprendizajes del uso masivo de ChatGPT
El impacto de ChatGPT ha sido profundo y, en muchos casos, inesperado. Altman destaca el uso creciente de la IA en el ámbito médico, con personas que han logrado identificar enfermedades gracias a la herramienta.
También reconoce que, en sus inicios, ChatGPT no era efectivo para la búsqueda de información, lo que los llevó a mejorar su integración con motores de búsqueda.
Los desafíos de la industria: chips, energía y escalabilidad
El desarrollo de modelos de IA cada vez más avanzados enfrenta tres grandes obstáculos:
- Escalabilidad de los modelos, que requiere más datos y potencia computacional.
- Escasez de chips, un problema crítico para la industria.
- Disponibilidad de energía, ya que el consumo eléctrico de estos sistemas es cada vez mayor.
Para mitigar la crisis energética, Altman apuesta por la fusión nuclear. “La fusión va a funcionar”, asegura, convencido de que pronto se demostrará su viabilidad como fuente de energía limpia y prácticamente ilimitada.
Su relación con la administración Trump
En un movimiento controvertido, Altman donó 1 millón de dólares al fondo inaugural de Donald Trump, argumentando que lo hizo en apoyo a la estabilidad del país más allá de la política partidaria.
“No estoy de acuerdo con todo lo que dice o hace Trump, ni con todo lo que dice o hace Biden. Pero apoyo a Estados Unidos, y trabajaré con cualquier presidente para el bien del país”, sostiene.
El papel del gobierno en la inteligencia artificial
Para Altman, el mayor aporte que el gobierno de EE.UU. puede hacer al desarrollo de la IA es facilitar la construcción de infraestructura.
“Es una locura lo difícil que se ha vuelto construir cosas en Estados Unidos”, señala, aludiendo a las trabas burocráticas que complican el desarrollo de centros de datos y plantas de energía.
Un futuro incierto, pero lleno de oportunidades
A sus 38 años, Sam Altman se encuentra en el epicentro de una de las transformaciones tecnológicas más importantes de la historia.
Aunque reconoce que el camino hacia la inteligencia artificial general aún es largo, su ambición sigue intacta: llevar a OpenAI a la vanguardia del desarrollo tecnológico.
“Hay muchas cosas maravillosas que van a suceder en el camino, pero no podemos distraernos de nuestro verdadero objetivo”, concluye.