A un día de las elecciones en Alemania, los candidatos debatieron sobre migración y racismo en el cierre de sus campañas
En paralelo a los discursos de los cuatro favoritos, Berlín fue escenario de una contramanifestación contra la extrema derecha
Scholz afirmó que los controles fronterizos temporales han reducido la llegada de inmigrantes irregulares en 100.000 personas en 2024 y que su objetivo es disminuirla en la misma cantidad en 2025. También subrayó la necesidad de agilizar las deportaciones de extranjeros con antecedentes criminales y respaldó el pacto europeo de migración y asilo.

Por su parte, Weidel calificó el espacio Schengen como un fracaso y aseguró que su partido detendría la migración ilegal con medidas más estrictas. “Pararemos la migración ilegal, aseguraremos las fronteras”, afirmó, aunque su postura generó escepticismo entre algunos votantes presentes en el debate.
Habeck defendió un enfoque más equilibrado, proponiendo registrar a todos los solicitantes de asilo en las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) para descartar a quienes no tengan posibilidades de ser aceptados. También insistió en la necesidad de combatir el racismo desde el sistema educativo.
El debate sobre migración y racismo marcó el tono de la campaña, con Scholz argumentando que la gestión eficaz de la migración irregular es clave para garantizar la aceptación social de la inmigración de trabajadores cualificados. Weidel, en cambio, evitó responder directamente a las acusaciones de xenofobia contra su partido.

Merz anticipa la victoria y rechaza pactos con la AfD
Mientras los otros tres candidatos debatían en televisión, el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y favorito en los sondeos, Friedrich Merz, celebraba en Múnich lo que considera una victoria segura. En su último acto de campaña, aseguró que “en pocas horas la coalición de Olaf Scholz será el pasado” y descartó la posibilidad de una nueva mayoría de izquierdas en Alemania.
Con un respaldo cercano al 30% de los votos, según los sondeos, la CDU de Merz podría formar Gobierno con los socialdemócratas o con Los Verdes. No obstante, el político conservador criticó duramente a Habeck por la recesión económica del país y reiteró su rechazo a una alianza con los ecologistas. Su socio en Baviera, Markus Söder, líder de la Unión Socialcristiana (CSU), también descartó cualquier acuerdo con Los Verdes y expresó su oposición a los liberales.

Merz también enfatizó la necesidad de fortalecer la posición de Alemania en la UE y en el escenario internacional frente a Rusia, China y Estados Unidos. En política migratoria, prometió un endurecimiento de las reglas y aseguró que su partido no pactará con nadie que no esté dispuesto a cambiar el actual sistema. Sin embargo, excluyó cualquier tipo de negociación con la AfD.
Protestas en Berlín contra la ultraderecha en víspera electoral
En paralelo a los eventos de campaña, Berlín fue escenario de una contramanifestación contra el extremismo de derecha, con la participación de más de 1.000 personas, según la Policía. Los manifestantes se congregaron en respuesta a una marcha neonazi que reunió a unos 100 participantes.

Las protestas también se extendieron a Hamburgo, donde se esperaba la asistencia de hasta 65.000 personas en una marcha contra la extrema derecha. Pancartas con lemas como “¡El odio no es una Alternativa!” y “No toleremos la intolerancia” fueron exhibidas en ambas ciudades.
Con la AfD proyectada como la segunda fuerza más votada con un 20-21 % de los votos, el partido ultraderechista duplicaría su resultado de 2021 (10,3 %). En caso de que la CDU forme Gobierno sin ellos, la AfD se convertiría en la primera fuerza de oposición en el Bundestag.
Las elecciones de este domingo definirán el futuro político de Alemania, con la posibilidad de un nuevo Gobierno conservador luego de tres años de coalición de centroizquierda tras el fin de la era de la conservadora Angela Merkel, que estuvo 16 años en el poder.