Un general iraní reconoció el impacto de la caída de del régimen de Bashar al Assad: “Fuimos derrotados muy mal”

En un discurso inusual, el general Behrouz Esbati describió cómo la pérdida de Siria ha debilitado la posición estratégica de Teherán, exponiendo fracturas internas y limitaciones militares

El discurso del general no solo subrayó las dificultades de Irán para mantener su presencia en Siria, sino que también reveló conflictos entre Damasco y Teherán en los meses previos. Según Esbati, Assad rechazó múltiples propuestas de Irán para abrir un frente contra Israel desde territorio sirio tras los ataques de Hamas en octubre de 2023, una decisión que profundizó la fractura entre ambos aliados, informó The New York Times.

Durante más de una década, Siria fue un pilar de la estrategia regional de Irán, proporcionando un corredor esencial para transferir recursos a sus aliados, incluidos Hezbollah y grupos terroristas palestinos. Bajo el régimen de Assad, Irán estableció bases militares, infraestructuras para la fabricación de drones y misiles, y control sobre puntos logísticos clave.

La caída del gobierno de Assad representa un cambio drástico en el tablero geopolítico de Medio Oriente, debilitando la capacidad de Irán para operar desde Siria. Esbati señaló que las advertencias de corrupción y crisis social en el país no fueron atendidas, lo que precipitó el desenlace. La pérdida de Siria, un enclave estratégico crucial, ha dejado a Irán en una posición de desventaja que su liderazgo ahora intenta contener.

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Foto de archivo de la Brigada Khaled Brigade, parte del grupo HTS, en Damasco (REUTERS/Ahmed Jadallah/)

Las grietas en la alianza Irán-Rusia

En su discurso, el general también lanzó acusaciones que expusieron tensiones dentro de la alianza entre Irán y Rusia. Según Esbati, los socios rusos habrían desinformado a Teherán, asegurando que sus bombardeos estaban dirigidos a rebeldes, mientras atacaban áreas desocupadas. Además, acusó a Rusia de facilitar los ataques israelíes contra posiciones iraníes en Siria al desactivar sus sistemas de radar.

Estas críticas reflejan una desconfianza creciente entre dos países que, aunque comparten intereses en la región, han mostrado agendas divergentes. Este deterioro en la relación pone en entredicho la viabilidad de futuras colaboraciones estratégicas entre Moscú y Teherán.

Estrategias futuras: operar en las sombras

Pese a la magnitud de la derrota, Esbati delineó una posible hoja de ruta para la supervivencia de la influencia iraní en Siria. Según el general, Irán buscará capitalizar su experiencia operando en entornos hostiles, utilizando redes sociales, células de resistencia y contactos con grupos locales leales.

Sin embargo, expertos consideran que estos planes podrían enfrentar obstáculos significativos. La hostilidad de la población siria hacia la presencia iraní, sumada al control limitado del territorio, dificulta la ejecución de estas estrategias. Además, las potencias rivales, como Israel, han reiterado su disposición a intervenir ante cualquier intento de reactivación militar por parte de Irán.

Combatientes sirios custodian la entrada
Combatientes sirios custodian la entrada al aeropuerto civil de Lakatia, en la localidad de Hmeimim, en Siria, el 16 de diciembre de 2024 (AP Foto/Leo Correa)

Un reflejo de tensiones internas

El discurso de Esbati ha resonado más allá de los círculos militares, provocando intensos debates en la sociedad iraní. Según Mehdi Rahmati, analista político en Teherán, las declaraciones del general no solo arrojan luz sobre el fracaso en Siria, sino que también actúan como un espejo que refleja problemas internos del régimen iraní, como la corrupción y la inestabilidad económica. “Es un mensaje implícito para la política doméstica: lo que sucedió en Siria podría ser una advertencia para Irán,” afirmó Rahmati.

El gobierno iraní ha intentado mitigar el impacto de estas revelaciones con declaraciones conciliatorias de líderes políticos y una campaña mediática para reafirmar que la influencia iraní en la región sigue intacta. Sin embargo, la franqueza de Esbati ha planteado dudas sobre la cohesión dentro del liderazgo iraní.

Límites y realidades de la política exterior iraní

A pesar de las declaraciones optimistas del general sobre la capacidad de Irán para adaptarse a las nuevas circunstancias, los desafíos en el terreno son considerables. La fuerte presencia de Estados Unidos en la región y las capacidades militares avanzadas de Israel complican cualquier intento iraní de proyectar poder desde Siria.

Esbati reconoció públicamente estas limitaciones, afirmando que un ataque directo contra bases estadounidenses o israelíes provocaría represalias masivas. Aun así, insistió en que Irán y sus aliados todavía tienen margen de maniobra en otros frentes, buscando aprovechar la inestabilidad para avanzar sus objetivos estratégicos.

La admisión de la derrota en Siria por parte de un alto mando militar como Behrouz Esbati marca un punto de inflexión en la narrativa oficial iraní. Más allá del impacto regional, los eventos recientes han puesto de relieve tensiones internas y los límites de la influencia de Teherán en un entorno cada vez más hostil. Mientras Irán busca redefinir su papel en Siria y mitigar las repercusiones internas, la sombra de esta derrota sigue siendo un recordatorio del costo de sus ambiciones geopolíticas.

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