La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo sin cambios la tasa de interés de referencia
Los directivos del Banco Central estadounidense aseguraron que la inflación cedió pero se mantiene elevada, por lo que el índice se mantendrá entre 5,25% y 5,50%
Las previsiones coinciden con un aumento al 2,8% de la tasa de interés estimada de largo plazo, o “neutral”, desde el 2,6%, lo que indica que los responsables de política monetaria han llegado a la conclusión de que la economía necesita más contención para terminar la batalla contra la subida de precios.
Aunque ahora se considera que los recortes de tasas empezarán probablemente más tarde y a un ritmo más lento este año de lo que habían previsto los inversores, se considera que el tipo de interés oficial de la Fed caerá rápidamente el año que viene, con reducciones de un punto porcentual completo tanto en 2025 como en 2026.
El comunicado y el nuevo Resumen de Proyecciones Económicas muestran a un banco central debatiéndose sobre cómo responder a unos datos que muchos interpretan que apuntan a una inflación más débil -de hecho, los precios al consumidor no subieron en absoluto en mayo en términos mensuales, según datos publicados el miércoles-, pero también a un crecimiento y una creación de empleo sólidos.
Tasa neutra más alta
Según las nuevas previsiones, la economía seguirá creciendo este año un 2,1%, ligeramente por encima de la tendencia, a pesar de la atonía del primer trimestre y de que la tasa de desempleo se mantendrá en el 4% a lo largo del 2024.
“Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido creciendo a un ritmo sólido. Los aumentos del empleo se han mantenido fuertes, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja”, dijo la Fed en su comunicado.
Tras los escasos avances en materia de inflación durante los primeros meses del año, el resultado fue un “gráfico de puntos” de las previsiones de tasas de interés que implicaba un cambio casi generalizado al alza de las tasas consideradas necesarias para terminar la batalla contra la inflación.
La Fed subió agresivamente el costo del crédito en 2022 y 2023 en respuesta a un repunte de la inflación que alcanzó un máximo de 40 años hace unos dos años.