Epidemia de soledad: el impacto del trabajo digital en los estadounidenses
La creciente dependencia de reuniones virtuales y la disminución de interacciones cara a cara están profundizando esta sensación de aislamiento
Esta tendencia refleja un cambio significativo en comparación con hace una década, cuando lazos formados en el trabajo ayudaban a compensar la disminución de la participación en instituciones sociales como iglesias y grupos comunitarios.
El cirujano general de los Estados Unidos declaró una epidemia de soledad el año pasado y las investigaciones de empresas y académicos están empezando a arrojar luz sobre cómo los cambios en el lugar de trabajo en los últimos cuatro años han contribuido a esta situación. La alienación afecta tanto a los trabajadores remotos como a los presenciales.
La encuesta de Bright Horizons de 2023 entre padres que trabajan reveló que más del 40% de los trabajadores completamente remotos pasan días sin salir de casa. Este aislamiento no es exclusivo de los empleados remotos. Los datos de la plataforma de coaching profesional BetterUp muestran que solo el 68% de las personas entrevistadas conocían a sus compañeros a nivel personal, una disminución respecto al 79% hace cinco años.
Desde 2018, el número de adultos estadounidenses que se consideran solitarios ha aumentado al 58%, según una encuesta reciente de Cigna a 10.000 personas. Esto representa un incremento desde el 46% en 2018 y evidencia la evolución hacia una jornada laboral más aislada y programada. Los aspectos sociales del trabajo que antes se consideraban garantizados, ahora parecen esfumarse.
Microsoft también ha registrado un aumento en el tiempo dedicado a reuniones. Según datos de su suite de software empresarial, los trabajadores han triplicado el tiempo en reuniones desde 2020, lo que deja menos tiempo para las interacciones casuales que, según los científicos sociales, fomentan la felicidad en el trabajo.
Consecuencias a nivel organizacional
La desconexión entre empleados y sus lugares de trabajo está llevando a un aumento en la rotación y ausencias de empleados, convirtiéndose en un problema empresarial significativo, afirman empleadores, ejecutivos e investigadores. Cigna, la compañía de seguros de salud, estima que la soledad está costando a las empresas 154 mil millones de dólares al año solo en ausentismo.
Según una encuesta de 2023 por la compañía de experiencia y análisis de empleados Perceptyx, las personas que se describieron como “muy solitarias” tendían a tener más reuniones que aquellas menos solitarias, con más del 40% de esas personas pasando más de la mitad de sus horas de trabajo en reuniones.
En Cincinnati, Kelly Roehm, quien se unió a una empresa de consultoría en 2021, menciona que llegaba a tener hasta 12 reuniones por día, lo que volvía su jornada laboral agotadora y monótona. “Es como si fueras un zombi, estás ahí pero no estás”, dice Roehm, quien vivía a 10 minutos de la oficina pero trabajaba principalmente de manera remota debido a que pocos colegas solían ir.
Pequeñas conversaciones, grandes beneficios
Las pequeñas conversaciones informales en el trabajo, a menudo consideradas distracciones, parecen ofrecer más beneficios de los que muchos se dan cuenta. Jessica Methot, profesora asociada en la Universidad de Rutgers, quien estudia los lazos sociales en el entorno laboral, afirma que estas interacciones pueden reducir el estrés y aumentar la positividad hacia los compañeros.
Desde el inicio de la pandemia, los trabajadores en todos los contextos han reportado niveles similares de soledad. Esta situación destaca aún más la importancia de las pequeñas interacciones cara a cara, que son considerablemente más difíciles de replicar en un entorno virtual.
El cambio hacia el trabajo remoto ha afectado la naturaleza de las interacciones cotidianas, pero la evidencia sugiere que incluso los intercambios más breves pueden ser beneficiosos. Methot destaca que, en su estudio, las personas que participaron en conversaciones informales mostraron niveles más bajos de estrés y mayor positividad hacia sus compañeros de trabajo. “Es notable cómo pequeñas conversaciones pueden tener tales efectos positivos en el entorno laboral”, aseguró Methot al WSJ.