La celebración del inglés, el abrazo a la grada, se ha vuelto viral en colegios, retransmisiones y en redes sociales.
As
Minuto 91. Gol de Bellingham para decantar al Clásico. Tras ello, abrazo de gol. O ‘el oso hormiguero’, como llaman al festejo en el canal Futparódias, con más de 15 millones de seguidores en YouTube y Tik Tok.
Porque el impacto de Jude trasciende lo deportivo. Va más allá de esos
21 tantos (17 en Liga) con los que ha encajado con un guante en el Real
Madrid desde su aterrizaje. En colegios, redes sociales e incluso en
retransmisiones (Rogério Vaugha, en ESPN, incluyó la celebración como
parte de la narración) imitan ese ‘oso homiguero’ nacido en Stourbridge.
Una marca registrada ‘made in Bellingham’ que también beneficia al Real
Madrid.
“Tenemos
grandes razones por las que la celebración se ha convertido en un meme
mundial: la suma de la meteórica carrera del deportista, el hecho de que
sea una figura carismática y querida fuera del terreno de juego y un
gesto particular que se repite en el momento culminante del partido: el
gol. La acción se ha convertido en una marca registrada, y el efecto
es súper positivo para el atleta y el club, que ganan aún más notoriedad
y una relación más estrecha con los aficionados. Y para cualquier marca
que pueda unirse, participando en las conversaciones y aprovechando
las oportunidades en un tema candente con el compromiso de los
aficionados”, analiza Danielle Vilhena, responsable de marcas de End to End Agency,
una empresa encargada de conectar a los aficionados con su pasión y es
un centro de soluciones y compromiso para el mercado deportivo.
“Cuando
algo se convierte en viral sin querer y crea esta ola gigante, el club
debería sentarse con el jugador y su equipo para diseñar algo juntos. Es
un esfuerzo conjunto, en el que no sólo se busca la monetización,
sino crear una conexión con los aficionados. Imagínese cuánto se piensa
en los formatos de internacionalización de las marcas y esto puede nacer
de una forma tan desenfadada como ésta”, explica Renê Salviano, CEO de
Heatmap y especialista en marketing deportivo. Un buen medidor de ese
impacto está en la búsqueda de hashtags relacionados con las
celebraciones de Bellingham en Tik Tok: desde que estalló esta
fiebre en las primeras semanas de noviembre, se contabilizan más de 800
millones de visualizaciones y miles de vídeos publicados en páginas no
oficiales y fans.
De Pelé a Jude, pasando por Messi, Cristiano...
“Es
curioso observar que en el pasado los aficionados brasileños, por la
forma de consumir el fútbol, independientemente de la edad, copiaban los
gestos de los jugadores brasileños, como el eterno puñetazo al aire de Pelé, el levantamiento de la copa de Bellini o incluso los últimos bailes de Neymar.
Los ídolos globales trascienden la nacionalidad, y el consumo de fútbol
en formatos cortos a través de las redes sociales explica el fenómeno
Bellingham, que es el tema candente en la actualidad, pero que fue precedido por Messi, Cristiano Ronaldo con su ‘siu’, los brazos cruzados de Mbappé y otros”, aporta Ivan Martinho, profesor de marketing deportivo en ESPM.
“El
deportista es un producto, y cuanto más exclusivo y diferenciado sea,
mayor será la fuerza de su imagen y, en consecuencia, el deseo del
público de consumirlo”, añade Fábio Wolff, socio director de Wolff Sports. En definitiva, la fiebre Bellingham es un win-win
para el Real Madrid. En lo deportivo, obviamente, pero también en lo
social y en lo referente a dividendos obtenidos por la explotación de la
marca. El oso homiguero más rentable del planeta.