Ola de calor y sequía coinciden con niveles históricos de deforestación

Santa Cruz, El Deber 
Auxilio. Es lo que piden distintas poblaciones del país en el último tiempo, algunas por las altas temperaturas, otras por la escasez de agua, los incendios, y también por la contaminación de fuentes de agua.
Mientras tanto, las autoridades hablan de la ayuda que se presta, de los bomberos que se despliegan, los alimentos que se entregan, o los pozos que se perforan para los afectados.


Sin embargo, nadie, aparte de las organizaciones no gubernamentales (ONG) y los ambientalistas, establece una relación causa - efecto de lo que está ocurriendo, menos aún se plantean soluciones estructurales.



“Con relación a la gestión de riesgos de desastres y el cambio climático, todas las instituciones en Bolivia son solo asistencialistas”, cuestionó Carlos Aldo Velasco, técnico forestal.


Desastre


Ya son siete los departamentos con alerta naranja por temperaturas que van de 36° a 45° centígrados, según datos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).



Santa Cruz, Beni, Pando, el chaco de Tarija y de Chuquisaca, además del Trópico de Cochabamba y el norte de La Paz, están dentro de la lista de la alerta naranja.


Otro grave problema es el de la sequía. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó que afectó a seis departamentos y que 48 municipios están en emergencia ante la escasez del recurso hídrico.



La Paz, Santa Cruz, Potosí, Cochabamba Oruro y Chuquisaca tienen escasez de agua, y los últimos tres ya declararon emergencia departamental. Asimismo, Novillo señaló que 48 municipios se declararon en situación de desastre.


La sequía incluso afecta a los ríos en los valles cruceños. Según un agricultor, esto se debe a que la gente chaquea cada vez más  en las cabeceras de los ríos, entre estos el Mizque.


Los samaipateños ya sufren con la falta del líquido vital, que se está racionando. Revelaron que la cooperativa de agua de ese municipio les ha ofrecido tanques para paliar de alguna manera la escasez de agua.


Guarayos y la Chiquitania, que presentan altos niveles de deforestación, también están siendo agobiados por la falta de acceso al agua.


En cuanto a las temperaturas, ayer, cuando se cumplieron cuatro días de alerta naranja en el país en siete departamentos, el Senamhi informó que se rompieron récords históricos en Cobija (Pando), y también en Magdalena y San Joaquín (Beni).


En Cobija, el domingo el termómetro llegó a 39,8 grados centígrados, por encima del registro histórico de 39,5 grados, de 2010.


En Magdalena, la temperatura alcanzó 40,3 grados, frente a los 39,9 grados en 2010.


Los habitantes de San Joaquín tuvieron que soportar el fin de semana 40,2 grados centígrados, por encima de los 40,1 grados de 2009.


Las temperaturas más altas, entre 41 y 43 grados, fueron registradas el fin de semana en el chaco.


Incendios


Ayer, de acuerdo a reportes de la Gobernación de Santa Cruz, se registraron cuatro incendios activos, en las Lomas de Arena (La Guardia), Concesión Forestal Oquiriquia - Copaibo (Concepción), Propiedad Paraíso (San Ignacio de Velasco),  y en la zona Ambuari (Guarayos).


Asimismo, se mantenían dos incendios bajo observación, uno en el Área Protegida Municipal Orquídeas El Encanto (Concepción), y otro en la TCO Guarayos.


En lo que concierne al incendio en la zona del Urubó, municipio de Porongo, Benjamín Calle, comandante de los bomberos de la Gobernación, informó que hasta la madrugada del martes había sido liquidado, pero observó que, debido a los vientos, es posible que una chispa pueda iniciar nuevamente las llamas.


“Hay mucho  combustible dispuesto y la propagación puede darse de forma rápida, producto de los pastizales secos y de los fuertes vientos”, recalcó.


Según Calle, hasta la mañana de ayer se registraban 882 focos de calor nuevos, que se suman a los 26.531 de septiembre.


El comandante reconoció que son “tremendos la deshidratación, el estrés, la presión de la gente y sobre todo la fatiga de los bomberos, debido a las altas temperaturas y al fuego”.


De acuerdo al ministro de Defensa, Edmundo Novillo, la mayor cantidad de focos de calor del país se concentraron en Beni, seguido de Santa Cruz, La Paz, Pando, Cochabamba y Tarija.

Deforestación


Datos actualizados de la Fundación Amigos de la Naturaleza alertan que, entre 2021 y 2022, en solo un año, Bolivia perdió más de 792 mil hectáreas de bosque, de las cuales 629 mil ha estaban en Santa Cruz.


El 79% de la deforestación nacional se concentra en el departamento cruceño, especialmente en San Ignacio de Velasco, Charagua, Pailón, Concepción y San José de Chiquitos.


Beni también fue afectado por la deforestación entre 2021 y 2022. Según Mauricio Suárez, del Sistema de Alerta Temprana (SAT) de la Gobernación del Beni, se han incrementado los focos de calor por los vientos, la pérdida de humedad en gran parte del territorio, y las altas temperaturas. Dijo que el problema se acentúa en la zona de expansión agrícola, ya que en Beni se cambió el Plan de Uso del Suelo (PLUS).


“En Beni tenemos a la ABT, que no funciona como debería, ellos son los que dan permisos para desmontes y quemas, y también son los que sancionan; cobran a la entrada y a la salida. Es una pena esta institución, que debería proteger a nuestros bosques, ni siquiera tienen implementos para bomberos”, lamentó.


Datos de Global Forest Watch apuntan a Bolivia como el tercer país que perdió mayor cantidad de bosques primarios tropicales en el mundo. 


Esta es la cifra más alta desde que se tiene registro de la deforestación. Asimismo, en un reciente encuentro de mandatarios en Brasil, Luis Arce Catacora se negó a firmar una postura de deforestación cero en el país.


Fundación Tierra hizo una publicación. Esta concluyó que existen estrechos nexos entre clima, agricultura y deforestación.


“En cuatro décadas, mientas el calentamiento global aumentó 0,6 °C, la temperatura promedio de Santa Cruz se incrementó en 1,1 °C, desde una media acumulada de 24,7 °C hasta 25,8 °C”, publicó el informe.


Contaminación


El norte de La Paz, Tarija, Oruro y Potosí presentan problemas de falta de agua, pero a esto se agrega la contaminación por mercurio y otros elementos.


En Oruro, un informe del Instituto de Investigaciones Químicas de la Paz encontró que el agua en la cuenca del Lago Poopó se alertaba sobre la presencia, muy por encima de lo permitido, de cadmio, plomo, mercurio y arsénico. Esto afecta a los habitantes del ayllu San Agustín de Puñaca, que presentaron una acción popular contra el nivel central.


Sin embargo, el Ministerio de Salud presentó otro informe, negando la contaminación, directamente ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, sin antes haberlo socializado con los habitantes del ayllu.


Ausencia de Estado


La directora de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), Karina Ordoñez, instó a los gobiernos subnacionales a activar normativas que eviten el derroche del agua potable para enfrentar la crisis hídrica.


Empero, desde la instancia nacional no se han propuesto ni aplicado medidas para frenar la deforestación, que incide directamente en la disminución de la disponibilidad de agua, en la pérdida de humedad de los territorios, y descenso de caudales en los ríos; tampoco para detener la contaminación minera o los incendios.


La situación se agrava con el fenómeno El Niño, que llega acompañado de sequías.


PARA SABER


Paquete incendiario


A partir de la Cumbre Alimentaria Sembrando por Bolivia, DE 2015, se aprobaron varias leyes que contribuyen a la deforestación y a los incendios.


Sequía


Cerca de 290 municipios están pasando por escasez de agua en el país. Esto empeora con el fenómeno El Niño, caracterizado por las sequías.

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