La Convención Constituyente de Chile aprobó un polémico reglamento para castigar el “negacionismo” de sus integrantes
Se reprenderá a quienes justifiquen o minimicen tanto los crímenes de la dictadura de Pinochet, como el “genocidio cultural” sufrido por los indígenas o las “violaciones a los derechos humanos” ocurridas durante el estallido social de 2019. Hubo duras críticas del oficialismo
El documento fue despachado luego que en las últimas horas también se aprobara el Reglamento General. Este último documento estableció las reglas básicas para el funcionamiento interno de este organismo, como la ratificación del quórum de 2/3 para la aprobación de normas constitucionales.
Esto significa que para aprobar los futuros artículos que conformarán la eventual nueva constitución chilena, los contenidos propuestos necesitarán 103 votos de los 155 disponibles para que sean incluidos en la carta magna. Además, se abrió la posibilidad de realizar “plebiscitos dirimentes” para resolver con la ciudadanía las iniciativas que no son respaldadas por los dos tercios del órgano, pero que concitan una mayoría.
Desde la primera semana de julio funciona en Chile la Convención Constitucional con el fin de escribir una nueva constitución para el país. El organismo es inédito en la historia nacional porque por primera vez se escribirá una Carta Magna ciudadana, sin la influencia de los poderes históricamente dominantes.
En total, son 155 convencionales electos en las elecciones del 15 y 16 de mayo pasado donde fueron elegidos en su mayoría nombres independientes y de la nueva izquierda. Lo anterior significó un duro golpe para los partidos políticos tradicionales chilenos quienes apostaban por tener una gran presencia en la convención.
El 4 de julio fue la primera sesión de este organismo. Tras este comienzo se eligió a la profesora mapuche Elisa Loncón como presidenta y al abogado Jaime Bassa como vicepresidente de la Convención.
Definición de negacionismo
El Reglamento de Ética tiene como objetivo regular la convivencia entre las y los integrantes constituyentes y quienes trabajan en la CC. Este documento castigará las conductas de quienes pasen por encima de las normas de probidad y transparencia, o si se incurre en discursos de odio, violencia de género o discriminación.
Sobre esto último es que la CC aprobó la definición de negacionismo por 80 votos a favor, 59 en contra y 11 abstenciones. Se entenderá por negacionismo “toda acción u omisión que justifique, niegue o minimice, haga apología o glorifique los delitos de lesa humanidad ocurridos en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990, y las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el contexto del estallido social de octubre de 2019 y con posterioridad a éste”.
La definición de negacionismo también involucró a los pueblos originarios y los abusos que han sufrido por el Estado de Chile a lo largo de la historia. “(Negacionismo será) Toda acción u omisión, que justifique, niegue o minimice, las atrocidades y el genocidio cultural de las que han sido víctima los pueblos originarios y el pueblo tribal afrodescendiente a través de la historia, durante la colonización europea y a partir de la constitución del Estado de Chile”, estableció el artículo 23 del reglamento de Ética.
Sanciones a los convencionales
La aprobación de la definición de “negacionismo” también incluyó las sanciones que pesarán sobre quienes actúen en contra de esta norma. Por ejemplo la CC aceptó la “amonestación” que será un llamado de atención por escrito y con publicidad para quien no respete este artículo.
De igual manera se aprobó la “censura” que será un reproche por escrito y con publicidad, aunque se rechazó la posibilidad de que el censurado sea inhabilitado para ejercer cargos al interior de la convención.
Los convencionales rechazaron incorporar la sanción de “suspensión” para quien no respete esta norma. Esto proponía la inhabilidad del suspendido para participar en debates de comisiones, y hasta el silencio por 15 días sin derecho a voz si un constituyente recibía tres reproches de censura.
Por otro lado también se aprobó el término “desinformación” luego que la CC se viera expuesta desde un inicio a una serie de noticias falsas que han afectado su imagen. Para este organismo se entenderá por desinformación “la expresión, a través de cualquier medio físico o digital, de un hecho que se presenta como real, conociendo o debiendo saber que es falso”.
Finalmente no prosperó la sanción que buscaba imponer cursos de formación para quienes no respetaran el concepto de “negacionismo”.
Reacciones de los convencionales
La convencional de derecha Constanza Hube rechazó lo definido por la CC manifestando que “el Reglamento de Ética tiene cosas muy totalitarias, ni en una dictadura se ha visto un reglamento como este. Me parece que nosotros no somos tribunales y en la práctica lo que se está pretendiendo es el reglamento sea como Código Penal”.
Desde el oficialismo también habló Katherine Montealegre quien sostuvo que “es un día gris, primero para el pluralismo político, para un derecho fundamental como es la libertad de expresión” porque “que se censure a otros por pensar distinto lo único que hace es demostrar que la izquierda no cree en el diálogo”.
El convencional constituyente Manuel Woldarsky puso paños fríos a este debate sosteniendo que lo aprobado por la CC ayudará para avanzar hacia una sociedad más respetuosa. “Aprobada la Prohibición del Negacionismo en el Reglamento de Ética! Así avanzamos hacia una sociedad respetuosa de la dignidad de todas, todos y todes! La esperanza está mas viva que nunca!”, escribió en Twitter.
Tras la aprobación y el despacho de este reglamento la Convención Constituyente se acerca a su momento de redacción de la eventual nueva constitución para Chile, lo que se espera que suceda entre octubre o noviembre de este año.