Comité científico nacional analizará mañana el uso de la heparina como tratamiento anti Covid-19

Es una droga que se está investigando en Italia, donde el enfoque de los efectos que causa el coronavirus cambió tras varias autopsias a sus víctimas

Pablo Ortiz
El Deber
El Comité Científico Boliviano se reunirá mañana para analizar el uso de la heparina como nuevo tratamiento anticoronavirus. Así lo dijo hoy a EL DEBER Óscar Urenda, secretario departamental de Salud.


Se trata de un medicamento anticoagulante que ha sido estudiado desde marzo en Italia, donde se encontró, luego de autopsias realizadas a víctimas del virus, que provocaba trombosis pulmonar.

Urenda explicó que en otros países han conseguido buenos resultados con el anticoagulante, curando a pacientes que ya estaban en terapia intensiva o evitando que ingresen en ella.

Según los hallazgos de las autopsias italianas, se encontró en los fallecidos que los vasos sanguíneos pulmonares “enormemente dilatados, hasta 20 veces la norma". En otros casos, incluso se observó que el corazón de los pacientes se había agrandado, como les sucede a los hipertensos.

Consultado sobre el uso de los anticoagulantes en tratamientos de coronavirus, Rodrigo Castedo, médico infectólogo, explica que lo que sucede es que el coronavirus está provocando una especie de sepsis (infección), que generalmente se asocian a las bacterias y no a los virus. “El Covid-19 tiene muchas cosas que nos están sorprendiendo”, dice.

Esta infección puede activar la coagulación, provocando que mucha cantidad de trombina, el factor de la coagulación, se active y provoque que otras encimas también lo hagan, ocasionando la disminución de los anticoagulantes del cuerpo.

Castedo explica que la trombina convierte a los fibrógenos en fibrina, formando una sustancia llamado dimero D, que empieza a aumentar. Esto sucede normalmente cuando el cuerpo reacciona a una herida, pero con el coronavirus, la reacción es tan exagerada (en cascada o en tormenta, le llaman los médicos) que genera la coagulación intravascular diseminada. “Eso quiere decir que vamos a tener depósitos de fibrina en circulación y empezará a dañar muchos órganos. Es por eso que estamos viendo a esta enfermedad acompañada de eventos vasculares, como los accidentes cerebro vascular o la trombosis. Muchos de los pacientes presentan los dedos de las extremindades inferiores trombóticos”, explica Castedo.

Marcelo Kramer, médico reumatólogo que atiende enfermedades autoinmunes, explica que hay estudios cortos que dan la razón al uso de inticoagulantes y, como la enfermedad es nueva, todas las teorías planteadas se están usando. “No estaría en desacuerdo con el uso de anticoagulantes, la tormenta interleuquinas -una de las consecuencias del coronavirus- nos puede llevar a tener cuadros de trombosis pulmonares”, dice.

Castedo añade que aún se desconoce cuál es la mejor estrategia para tratar a un paciente de coronavirus, por lo que lo ideal es comenzar a tratar al paciente con lo lógico y que le haga menos daño. Por ello, la heparina se presenta como lo ideal para comenzar el tratamiento, pero en dosis bajas.

Castedo advierte: “La clave es escoger bien al paciente que precisa este tratamiento. Hay mucha mala información en las redes sociales, hay un bombardeo constante y se llega a compartir entre grupos de médicos. Me paso la mitad de tiempo diciendo ‘esto es mentira, que es falso, es un bulo’. Por eso hay que seleccionar de forma adecuada al paciente, para ello sugiere basarse en las pruebas de la cantidad de dimero D y ferritina en sangre". La primera se utiliza cuando hay sospecha de trombosis venosa profunda, embolia pulmonar o coagulación intravascular diseminada -algunos de los nuevos síntomas asociados al Covid-19- y la segunda para medir la cantidad de hierro en sangre. Por ello explica que se ha comenzado a hablar en la comunidad médica del acrónimo Ripac, que es la respuesta inmune trombótica al Covid-19.

Castedo sugiere a los miembros del Comité Científico Boliviano estar atentos a las nuevas informaciones de calidad que surjan sobre el virus y, sobre todo, que sean flexibles al cambio de opinión. “Tal vez La hidroxicloroquina no es la gran maravilla que nos decían al inicio. Como el país la ha adquirido en gran cantidad, esto puede provocar un coste político. Con esta enfermedad hay que aceptar cuando uno está equivocado”, dice.

Kramer, por su parte, no descarta aún el uso de la hidroxicloriquina en pacientes Covid-19, orientados a los casos en los que están en las primeras etapas de la enfermedad. Señala que los anticoagulantes son útiles cuando el paciente ya presenta dificultades respiratorias. Al igual que la hidroexicloriquina, la heparina es un fármaco que se usa contra la malaria.

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