Keiji Fukuda, ex subdirector de la OMS: “Hay una buena chance de que el coronavirus no desaparezca”

En diálogo con Infobae, el ahora director de la facultad de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong analizó la razón por la cual la cantidad de casos en América Latina es menor a la de otras regiones, el enfoque que las autoridades sanitarias mundiales deberían tomar a medida que el virus avanza y los efectos de declarar a la enfermedad como una pandemia

Demian Bio
Infobae
A medida que el Covid-19 (más conocido como coronavirus) continúa su expansión a nivel global, también lo hace de manera proporcional su lugar en el debate público y el rol de las autoridades sanitarias a la hora de delinear políticas para mitigar su impacto.


Keiji Fukuda tiene experiencia en este tipo de situaciones. Como funcionario de la Organización Mundial de la Salud entre 2005 y 2016, lideró desde una posición jerárquica las campañas contra enfermedades del calibre de la gripe H1N1 (Gripe A) en 2009 y el ébola en 2014, año en el que se desempeñaba como Subdirector General de Seguridad Sanitaria y Medio Ambiente.

En diálogo con Infobae, Fukuda, ahora director de la escuela de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong, analizó la razón por la cual la cantidad de casos confirmados en América Latina es significativamente menor al de otras regiones, las posibilidades que ello provee a sus autoridades y el enfoque que deberán tomar a medida que el virus avance. También anticipó que la enfermedad no desaparecerá pronto y explicó por qué ello aumenta las chances de desarrollar una vacuna.

A la noche del martes (hora local) la cantidad de países que han registrado contagios se eleva a 64. Y si bien las cifras en China -epicentro del brote- se encuentran en una curva descendente, la que corresponde al resto del mundo se mueve en dirección opuesta. Fukuda explicó que las posibilidades de que la OMS declare al coronavirus una pandemia aumentan en consecuencia.

“Nos estamos moviendo en esa dirección”, expresó. Y explicó las implicaciones de la eventual decisión: “Significa que la infección se extendió a muchos países, por lo que veríamos brotes en sus comunidades. El enfoque actual busca contener el virus tratando de que la gente viaje menos. De llegar al estado de pandemia, se pondrá el foco en mantener la distancia entre las personas y menos en el transporte porque el virus ya habrá llegado a los distintos países”. Actualmente, la OMS considera que al coronavirus como una amenaza internacional “muy alta”.

Sin embargo, pese a su incesante avance, la cantidad total de casos positivos en América Latina es de 14: 6 en Ecuador, 5 en México, 2 en Brasil y 1 en la República Dominicana. Y no se han registrado muertos. En África Subsahariana, e tanto, hay dos casos -en Nigeria y Senegal- y ninguna muerte. Es decir, ambas regiones presentan una cifra de contagios mucho menor a la de otras regiones.

Consultado acerca de las posibles razones, Fukuda señaló: “Si miramos a otras enfermedades como la influenza, está claro que el volumen de tráfico aéreo puede tener un impacto. Y la menor cantidad de casos es un reflejo de esto”.

No obstante, advirtió, el virus indefectiblemente llegará. Y por ello las autoridades deben aprovechar este tiempo extra para prepararse lo mejor posible. Fukuda enumeró las precauciones principales a tomar: “Lo más importante es la capacidad de detectar el Covid-19 cuando entra al país. ¿Si tienes pacientes enfermos, están los hospitales preparados para atenderlos? ¿Se ha empezado a compartir algún tipo de información con el público? Pese a que el coronavirus no ha llegado a Argentina, por ejemplo, sigue siendo útil hacerle saber a la gente lo que sucede y que llegará”.

Fukuda remarcó que una política de prevención exhaustiva puede reducir significativamente la expansión de la infección en un territorio. Para ilustrar la aseveración hizo referencia a aquella implementada por Hong Kong, que, pese a estar a solo kilómetros de China continental -donde hay más de 80.000 casos positivos- hasta el momento registró 100. La cifra lo ubica en el puesto 11 en cuanto a contagios a nivel mundial, pero a la vez representa el 0,0125 por ciento de aquellos del gigante asiático.

“En salud pública, no hay un solo método que pueda controlar una enfermedad. Es una combinación de muchas lo que será necesario en la mayoría de los países y lo que reportará el mayor beneficio. En Hong Kong no tuvimos una gran explosión de casos y se debe a la imposición de distancia entre las personas y la higiene personal”.

Consultado acerca de la posibilidad de que los casos bajen en el hemisferio norte -donde han tenido lugar la mayoría- Fukuda indicó que en este momento no es posible saberlo con claridad.

“Muchos lo han discutido pero la mayoría solo puede adivinar. Otros virus respiratorios siguen ese patrón. Se confirman más cuando hace frío y menos cuando hace calor. No obstante, ahora por ejemplo tenemos casos en Singapur donde la temperatura es mucho más cálida que en otros lugares. Probablemente pase un año hasta que tengamos una noción más clara de cómo funciona".

Al igual que Fukuda, distintos expertos han anticipado que el coronavirus continuará con su avance. De hecho, el epidemiólogo y profesor de la universidad de Harvard Marc Lipsitch le indicó al Wall Street Journal que la cantidad de infectados a nivel mundial podría ubicarse entre el 40 y 70 por ciento. No obstante, Lipsitch fue enfático al aclarar que muchos de los potenciales casos serían leves o asintomáticos. “Que porcentaje de ellos será sintomático es algo que no puedo precisar”, expresó.

El ex funcionario comparte la visión acerca de las bajas probabilidades de que la enfermedad desaparezca en el futuro cercano. “Hay una buena chance de que no lo haga”, expresó. E indicó que en consecuencia las chances de desarrollar una vacuna aumentan -"de no permanecer vigente, no habría incentivo económico para producirla"- y también la noción de cuándo aplicarla: “Si veo un patrón y cuando se registran más casos, sabré cuándo aplicarla”.

Para concluir, Fukuda se expresó sobre la información que circula con respecto al coronavirus. Tanto sobre los intercambios oficiales entre gobiernos y organismos internacionales como la que circula en internet.

Sobre el primer campo, aseguró que pese a un comienzo poco auspicioso, ha mejorado. Usó como ejemplo a China. “El flujo al principio era lento. No había muchos detalles útiles. Con el tiempo mejoró. Este es el patrón que se suele ver en los países. Ahora que todos están al tanto de lo que pasa, el flujo es bastante bueno”.

Sobre el segundo, en contraste, remarcó que el coronavirus no está exento de la desinformación que suele circular sobre todo en redes sociales. Y proveyó ejemplos que ilustran sus efectos negativos: “En Hong Kong hubo un rumor de que las fábricas que hacían productos de papel iban a pasar a fabricar barbijos, por lo que la gente se apresuró a comprar todo. También están aquellos que indican que comer comida china o ir a un restaurante aumentará las chances”.

“Estamos en una paradoja. Antes no teníamos suficiente información. Hoy es lo opuesto”, finalizó.

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