Así llega el Liverpool a la eliminatoria contra el Atlético

Los de Klopp viven su 'momentum', pero también tienen debilidades. Recuperó a Fabinho y Gomez se asentó. Debilidad en los costados, sobre todo a la espalda de Arnold.

Jorge García
As
El Liverpool se erige como uno de los rivales más temibles del continente a menos de una semana de enfrentarse al Atlético. El actual campeón de Europa vive su momentum liderando con absoluta superioridad su liga, donde ha sometido a todos sus rivales. No conoce la derrota en el campeonato doméstico y es el equipo menos goleado. Fríamente, no parece el mejor momento para cruzarse en su camino, pero el Liverpool también tiene debilidades que Simeone conoce e intentará explotar. Hasta ahora en la Premier no han podido hacerlo. Por descontado, se trata de uno de los equipos más completos y más veloces del panorama mundial, y no solamente en el ataque. El equipo de Klopp va camino de batir el mítico récord del Arsenal de 49 partidos invicto en una misma liga, sería la primera vez con la denominación como Premier League.


Alisson, Van Dijk y Joe Gomez.

El Liverpool ha encajado únicamente 15 goles en contra en 25 partidos de su campeonato. Durante el mes de diciembre, tras la lesión de Matip, Joe Gomez se asentó en la titularidad junto a Van Dijk y, desde ese momento, el Liverpool se ha convertido en una máquina de sumar porterías a cero. La lesión de rodilla de Matip presentaba un problema del que Klopp ha salido airoso. Un gol ha recibido desde entonces en el campeonato con Gomez junto a Van Dijk en el eje. La defensa se ha endurecido, aunque todavía concede situaciones. Sin embargo, la mayoría de los rivales no han conseguido castigarle. Por ejemplo, en aquel 4-0 sobre el Southampton, donde el equipo portuario tuvo claras ocasiones en el primer tiempo. Perdonar ante el Liverpool es morir. Se trata de un equipo despiadado hasta el extremo. Exige agresividad y concentración máxima para aprovechar cada oportunidad que permita. Esas opciones, sobre todo, se presentan con el marcador igualado y en los primeros minutos, algo cuyo aprovechamiento era antaño seña de identidad rojiblanca. Después, el Liverpool empieza a carburar.

Laterales. Claves en ataque, pero manifiestan una debilidad.

Los laterales, Alexander-Arnold y Robertson son claves en el juego ofensivo. Hay que controlarlos para limitar el caudal ofensivo. En llegadas, en centros y en el golpeo a balón parado. Profundos, tras ellos aparece una gran debilidad a explotar. Sobre todo a la espalda de Arnold. Si Van Dijk es un coloso, Gomez es un central veloz con mucha capacidad para recuperar. El despliegue de sus laterales obliga a los centrales a multiplicarse y abarcar, muchas veces, más de la cuenta y en una eliminatoria las situaciones de estrés por temor a recibir un gol son diferentes. Jugadores verticales y veloces como Morata o Correa pueden dañarlos. Los flancos ofrecen, además, situaciones de superioridad porque los laterales reciben pocas ayudas y el equipo se desnuda ante los contragolpes, acumulando muchos jugadores en situaciones de ataque. Pero es Arnold el principal punto débil. Un defensor débil con menos hábitos y mentalidad que sus compañeros en la zaga. En la portería, Alisson es una garantía.

Centro del campo. Henderson ha recuperado su mejor nivel.

El capitán vuelve a ser pieza clave y, de nuevo, oposita a jugador del año en Inglaterra. La mezcla de Klopp es una apuesta por el control y la energía. Es una línea de menos glamour, pero una tremenda efectividad y empuje. Fabinho se sitúa por delante de la zaga y el equipo ha celebrado su vuelta. El brasileño acaba de salir de una lesión. En su ausencia, Henderson actuó más como pivote y cumplió, pese a que algunos lo dudaban. El capitán ha recuperado su sitio con el alta del ex del Mónaco y vive un momento dulcísimo. Junto a ellos, Wijnaldum aparece en la izquierda. Todos técnicamente buenos, pero con un motor superior. Además, se puede sumar al versátil Milner para tapar cualquier agujero. Lo mejor para Klopp ha sido comprobar que sin Fabinho, Henderson le ha funcionado como alternativa, con Oxlade-Chamberlain como reemplazo.
Salah, Sané y Firmino celebran un gol del Liverpool.

Ataque. Firmino es ahora la clave de la sorpresa.

El Liverpool llega al duelo con el Atlético con todo a favor. Incluso Klopp pudo dar descanso en la FA Cup a sus jugadores la semana pasada. Aunque el estado de euforia es un mal consejero. El nivel de inspiración de su trío de ataque es tremendo. Y ahora es Firmino el hombre clave. El brasileño actúa de falso nueve con un desempeño altruista sorprendente. Sacrificado, asistente y jugando con mucha astucia e inteligencia. Orienta los ataques para que los finalicen otros. Juega sin obsesionarse con el gol, mientras construye los de otros. Parece que Mané llegará. El trío se afana por mostrarse impredecible, algo que hay que descifrar, pero tan importante es escapar a la presión que hacen tras perder la pelota. La amenaza, sobre todo, es para el jugador que recibe de espaldas. Impedir que recuperen pronto tras pérdida es la primera contramedida para que el trío no acelere. El Nápoles ya lo hizo en la primera jornada de la Champions...

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