En 13 años, Evo aprobó 4 leyes que afectan a bosques y tierras
Normativas y decretos dan prioridad a los desmontes para asentamientos humanos, amplían la frontera agrícola para la producción agrícola y ganadera.
Página Siete / La Paz
En 13 años de gobierno, el presidente Evo Morales aprobó al menos cuatro leyes, además de decretos y modificaciones de reglamentos técnicos, que suponen una afectación directa sobre los bosques y tierras del territorio nacional.
Las normas incluyen desde “perdonazos” para quienes ejecutaron desmontes (por tala o chaqueo), ampliación de la frontera agrícola y entrega de tierras para asentamientos humanos en predios que -según los expertos- no son aptos para la actividad agrícola o de la ganadería.
En su informe “Desarrollo integral de bosques y tierras”, del 8 de abril de este año, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) ya había advertido del “incremento sustancial” de la deforestación.
“El año 2018 se caracterizó por un incremento sustancial del desmonte en áreas de producción forestal permanente”, se lee en el documento de la ABT.
En cuanto al marco normativo, el 11 de enero de 2013, el mandatario promulgó la Ley 337, de Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques, que establece un “perdonazo” para los desmontes que se hayan ejecutado sin autorización entre el 12 de julio de 1996 y el 31 de diciembre de 2011 (infografía), con la condición de que los beneficiarios restituyan sólo el 10% de la cobertura afectada.
Respecto a esta norma, la ABT hizo notar en su informe que “a partir de 2015, la deforestación se incrementó en 200% debido a la Ley 337 y la flexibilización del sistema de aprobación (de los planes de desmonte)”.
El 29 de septiembre de 2015, Morales promulgó la Ley 741, “que autoriza el desmonte para pequeñas propiedades para actividades agrícolas y pecuarias”.
Con esta norma se dio luz verde a los desmontes -por tala o quema- de hasta 20 hectáreas “en pequeñas propiedades, propiedades comunitarias o colectivas en proceso de saneamiento o tituladas, y asentamientos humanos legalmente establecidos con Resolución de Autorización, para el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias con sistemas productivos integrales y sustentables en armonía con la Madre Tierra, protegiendo las funciones ambientales”.
El director de Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma), Miguel Ángel Crespo, sostuvo que con la Ley 741 se dio lugar a las “quemas legales” que se incrementaron sin control.
“Como la gran mayoría de los pequeños campesinos no cuentan con maquinaria, se les autorizó realizar quemas legales. Dado que el Estado no tiene la capacidad de controlar estas miles de quemas, también la aprovechan los grandes propietarios (de tierras)”, manifestó el experto.
Biocombustibles, la prioridad
El 15 de septiembre del año pasado, el Presidente aprobó la Ley 1098, de Aditivos de Origen Vegetal, para que Bolivia “ingrese en la era del etanol” y la produccíón de biocombustibles.
La norma busca: “Promover la mejora progresiva y sustentable del rendimiento de cultivos destinados a la producción de Aditivos de Origen Vegetal. Establecer los mecanismos de control de deforestación y desplazamiento de otros cultivos para la producción de cultivos destinados a la producción de Aditivos de Origen Vegetal. Rehabilitar suelos degradados para cultivos destinados a la producción de Aditivos de Origen Vegetal”.
En el histórico de desmonte autorizado presentado por la ABT, se advierte que en 2018 hubo un incremento del 11% en la superficie desmontada. En 2017 se llegó a deforestar algo más de 228 mil hectáreas, mientras que el año pasado se superó las 259 mil hectáreas desmontadas.
Sobre cómo está conformado el esquema de los “actores de desmonte”, la autoridad de bosques registró 31% de participación de las comunidades campesinas; 6% de las comunidades indígenas, y 63% correspondió a los propietarios privados.
“Manejo de quemas”
El 25 de abril de la presente gestión, el Jefe de Estado aprobó la Ley 1171 de Uso y Manejo Racional de Quemas, que reconocía “el manejo y uso del fuego como herramienta en la actividad productiva en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia”, conforme detalla la norma.
En el inciso “A” del tercer artículo, la norma especifica que busca “promover el buen uso y manejo integral de fuego a través de la quema planificada y controlada” por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua “como responsable del sector”, que quedó a cargo de la elaboración de la política de “manejo integral del fuego” que dice la ley.
A estas cuatro leyes se suma el Decreto Supremo 3973, que autoriza los desmontes para incrementar la frontera agrícola destinada a las actividades orientadas a la ganadería y agricultura.
“En los departamentos de Santa Cruz y Beni, se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias, que se enmarque en el Manejo Integral y Sustentable de Bosques y Tierra (...). En ambos departamentos se permite las quemas controladas de acuerdo a reglamentación”.
Desde hace más de 15 días, los incendios forestales en el oriente del país arrasaron medio millón de hectáreas. Evo justificó las quemas que pudieron causar el desastre con la pregunta: “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”.
Punto de vista
Mauricio Rojas, experto en materia agraria
“Se han legalizado los desmontes”
El Gobierno, a través del INRA, realiza la dotación de tierras en áreas que son exclusivamente la Chiquitania, más del 90% del procedimiento de dotación de tierras está ahí. Se ha estado dotando a comunidades campesinas que para realizar sus actividades productivas hacen quemas.
La dotación masiva de tierras y el aumento de la frontera agrícola significan chaqueo para aumentar las áreas de siembra; han deforestado con o sin autorización de la ATB.
Ahora el Gobierno aprobó una serie de normas, entre ellas la Ley de Restitución de Bosques, que sólo es de nombre porque en realidad no se ha restituido nada y lo que hace es legalizar los desmontes ilegales, no sólo de comunidades sino de empresas privadas.
Además, se aprobó la norma de ampliación de frontera agrícola que significa deforestar y afectar áreas con cobertura boscosa. Ahora, ¿dónde se encuentran las tierras productivas? En la Chiquitania.
Página Siete / La Paz
En 13 años de gobierno, el presidente Evo Morales aprobó al menos cuatro leyes, además de decretos y modificaciones de reglamentos técnicos, que suponen una afectación directa sobre los bosques y tierras del territorio nacional.
Las normas incluyen desde “perdonazos” para quienes ejecutaron desmontes (por tala o chaqueo), ampliación de la frontera agrícola y entrega de tierras para asentamientos humanos en predios que -según los expertos- no son aptos para la actividad agrícola o de la ganadería.
En su informe “Desarrollo integral de bosques y tierras”, del 8 de abril de este año, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) ya había advertido del “incremento sustancial” de la deforestación.
“El año 2018 se caracterizó por un incremento sustancial del desmonte en áreas de producción forestal permanente”, se lee en el documento de la ABT.
En cuanto al marco normativo, el 11 de enero de 2013, el mandatario promulgó la Ley 337, de Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques, que establece un “perdonazo” para los desmontes que se hayan ejecutado sin autorización entre el 12 de julio de 1996 y el 31 de diciembre de 2011 (infografía), con la condición de que los beneficiarios restituyan sólo el 10% de la cobertura afectada.
Respecto a esta norma, la ABT hizo notar en su informe que “a partir de 2015, la deforestación se incrementó en 200% debido a la Ley 337 y la flexibilización del sistema de aprobación (de los planes de desmonte)”.
El 29 de septiembre de 2015, Morales promulgó la Ley 741, “que autoriza el desmonte para pequeñas propiedades para actividades agrícolas y pecuarias”.
Con esta norma se dio luz verde a los desmontes -por tala o quema- de hasta 20 hectáreas “en pequeñas propiedades, propiedades comunitarias o colectivas en proceso de saneamiento o tituladas, y asentamientos humanos legalmente establecidos con Resolución de Autorización, para el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias con sistemas productivos integrales y sustentables en armonía con la Madre Tierra, protegiendo las funciones ambientales”.
El director de Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma), Miguel Ángel Crespo, sostuvo que con la Ley 741 se dio lugar a las “quemas legales” que se incrementaron sin control.
“Como la gran mayoría de los pequeños campesinos no cuentan con maquinaria, se les autorizó realizar quemas legales. Dado que el Estado no tiene la capacidad de controlar estas miles de quemas, también la aprovechan los grandes propietarios (de tierras)”, manifestó el experto.
Biocombustibles, la prioridad
El 15 de septiembre del año pasado, el Presidente aprobó la Ley 1098, de Aditivos de Origen Vegetal, para que Bolivia “ingrese en la era del etanol” y la produccíón de biocombustibles.
La norma busca: “Promover la mejora progresiva y sustentable del rendimiento de cultivos destinados a la producción de Aditivos de Origen Vegetal. Establecer los mecanismos de control de deforestación y desplazamiento de otros cultivos para la producción de cultivos destinados a la producción de Aditivos de Origen Vegetal. Rehabilitar suelos degradados para cultivos destinados a la producción de Aditivos de Origen Vegetal”.
En el histórico de desmonte autorizado presentado por la ABT, se advierte que en 2018 hubo un incremento del 11% en la superficie desmontada. En 2017 se llegó a deforestar algo más de 228 mil hectáreas, mientras que el año pasado se superó las 259 mil hectáreas desmontadas.
Sobre cómo está conformado el esquema de los “actores de desmonte”, la autoridad de bosques registró 31% de participación de las comunidades campesinas; 6% de las comunidades indígenas, y 63% correspondió a los propietarios privados.
“Manejo de quemas”
El 25 de abril de la presente gestión, el Jefe de Estado aprobó la Ley 1171 de Uso y Manejo Racional de Quemas, que reconocía “el manejo y uso del fuego como herramienta en la actividad productiva en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia”, conforme detalla la norma.
En el inciso “A” del tercer artículo, la norma especifica que busca “promover el buen uso y manejo integral de fuego a través de la quema planificada y controlada” por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua “como responsable del sector”, que quedó a cargo de la elaboración de la política de “manejo integral del fuego” que dice la ley.
A estas cuatro leyes se suma el Decreto Supremo 3973, que autoriza los desmontes para incrementar la frontera agrícola destinada a las actividades orientadas a la ganadería y agricultura.
“En los departamentos de Santa Cruz y Beni, se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias, que se enmarque en el Manejo Integral y Sustentable de Bosques y Tierra (...). En ambos departamentos se permite las quemas controladas de acuerdo a reglamentación”.
Desde hace más de 15 días, los incendios forestales en el oriente del país arrasaron medio millón de hectáreas. Evo justificó las quemas que pudieron causar el desastre con la pregunta: “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”.
Punto de vista
Mauricio Rojas, experto en materia agraria
“Se han legalizado los desmontes”
El Gobierno, a través del INRA, realiza la dotación de tierras en áreas que son exclusivamente la Chiquitania, más del 90% del procedimiento de dotación de tierras está ahí. Se ha estado dotando a comunidades campesinas que para realizar sus actividades productivas hacen quemas.
La dotación masiva de tierras y el aumento de la frontera agrícola significan chaqueo para aumentar las áreas de siembra; han deforestado con o sin autorización de la ATB.
Ahora el Gobierno aprobó una serie de normas, entre ellas la Ley de Restitución de Bosques, que sólo es de nombre porque en realidad no se ha restituido nada y lo que hace es legalizar los desmontes ilegales, no sólo de comunidades sino de empresas privadas.
Además, se aprobó la norma de ampliación de frontera agrícola que significa deforestar y afectar áreas con cobertura boscosa. Ahora, ¿dónde se encuentran las tierras productivas? En la Chiquitania.