Tres de las 17 rutas de la droga pasan por Bolivia

Las tres rutas de la cocaína identificadas que pasan por Bolivia parten desde Perú y tienen como destino final, Brasil, Argentina, Paraguay e incluso Chile, para que luego puedan salir a otros continentes o Estados Unidos.

La Razón (Edición Impresa) / Williams Farfán / La Paz
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) identificó 17 rutas del tráfico de cocaína en el mundo, de las que tres pasan por Bolivia. Las vías del narcotráfico traspasan las fronteras del país; surcan el territorio, aire y agua.


El documento señala que la producción de cocaína está concentrada en Sudamérica, especialmente en zonas de Colombia, Perú y Bolivia —en ese orden— y desde ahí se distribuye hacia mercados de elevado poder adquisitivo como Estados Unidos, países de Europa, del Golfo Pérsico o Asia.

Las tres rutas de la cocaína identificadas que pasan por Bolivia parten desde Perú y tienen como destino final, Brasil, Argentina, Paraguay e incluso Chile, para que luego puedan salir a otros continentes o Estados Unidos.

Los narcotraficantes utilizan un puente aéreo desde Perú para sacar hacia Bolivia la cocaína desde el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), específicamente al norte del país (Pando, Beni y norte de La Paz) en “narcoavionetas”. El trasiego también se da en el lago Titicaca que comparten ambos países.

La frontera con Bolivia cuenta con un total de 1.047 kilómetros que comprenden el territorio entre la boca del río Yaverija hasta el punto trifinio Bolivia-Chile-Perú.Sobre este informe, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, admitió a La Razón que Bolivia sigue siendo utilizado como país tránsito para el trasiego de la cocaína. Anunció que en la frontera con Perú y en la línea fronteriza con Brasil, Argentina, Chile y Paraguay se instalarán mayores controles.

“Uno de los factores principales para que Bolivia siga siendo país tránsito es la alta demanda de los países, como Estados Unidos, por eso los narcotraficantes utilizan algunos puntos estratégicos para transportar la cocaína y queremos que se asuma la lucha antidrogas de manera regional”, dijo Cáceres.

La autoridad adelantó que el país tendrá instalado un radar, de los 13 que adquirió, en dos meses más en la frontera con Perú, asimismo, autoridades del vecino país confirmaron que ellos también pondrán dos radares en la línea fronteriza que tendrá el objetivo de neutralizar el puente aéreo.



Al margen de los alijos aéreos, los narcotraficantes también recurren a los envíos ilícitos por sendas, caminos rurales, carreteras y pistas clandestinas para traspasar las fronteras binacionales.

Sobre la demanda de consumo, según el Informe Mundial sobre las Drogas 2018, presentado por la UNODC, la producción mundial de cocaína llegó a 1.410 toneladas de clorhidrato de cocaína, es decir, tuvo un aumento global del 25% con respecto a 2015. El total mundial de incautaciones de cocaína llegó a 1.129 toneladas hace dos años y un aumento del 23%. Según el documento, la mayor parte de cultivos de coca y producción de cocaína están en Colombia. El 10% de este vegetal que se produce en el mundo está en Bolivia y el 68,5% en Colombia.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, sostuvo que Estados Unidos reveló que la mayor parte de la droga que ingresa a su territorio es de Colombia y Perú, de Bolivia solo es el 1%. “Cuando se pregunta por qué no financian la lucha contra el narcotráfico en Bolivia, su respuesta es que la cocaína que ingresa a Estados Unidos es de Colombia y Perú”, afirmó el ministro Romero.

Alijos. Según reportes de diarios argentinos, la ruta de la cocaína desde Bolivia tiene como paso obligado Santiago del Estero, como parte del trayecto hacia Europa u otro destino, ese territorio es un lugar estratégico en el transporte y tráfico de estupefacientes debido a sus grandes extensiones de fronteras, que lo separan de Bolivia a través de la provincia de Salta. En esta área también utilizan avionetas y “mulas” (personas) para ingresar la cocaína. El perímetro fronterizo entre ambos países alcanza a los 773 kilómetros.

La droga peruana también va a territorio brasileño por zonas fronterizas de la Amazonía como San Matías, Guayaramerín, San Germán y Yapacaní, entre otras. Bolivia y Brasil tienen una extensión fronteriza de 3.423,2 kilómetros.

Desde 2011, el Gobierno y la Fuerza Antidrogas identificó al menos ocho “zonas rojas” de narcotráfico en el país, entre ellas San Matías, Yapacaní, San Germán, Nuevo Horizonte, La Asunta, Challapata, Cocapata y el Polígono 7 del TIPNIS, la mayoría ubicadas en los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y Oruro.



Interdicción. Más de dos toneladas de cocaína son incineradas luego de un operativo en Beni. Foto: Williams Farfán-archivo
Este año ya se confiscaron 3,9 toneladas de cocaína

Los indicadores son levemente menores a los del trimestre de 2018

Durante el primer trimestre de este año, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) decomisó 3,83 toneladas de cocaína, un indicador levemente menor a las 3,91 toneladas de droga capturadas en similar periodo de 2018.

“Nos hemos empeñado en hacer cumplir la política, el modelo y la estrategia boliviana antinarcóticos; sobre todo, las expectativas depositadas en la FELCN por nuestras autoridades”, indicó a La Razón el director nacional de la Fuerza Antidrogas, Maximiliano Dávila.

La autoridad policial explicó que las patrullas antidrogas desarrollaron al menos 2.676 operaciones de interdicción al tráfico de sustancias controladas que dieron como resultado la confiscación de 1,96 toneladas de pasta base de cocaína y 1,87 toneladas de clorhidrato de cocaína, haciendo un total de 3,83 toneladas de droga.

Entre enero y marzo, los agentes antinarcóticos destruyeron 14 laboratorios de cristalización, 12 laboratorios de reciclaje, 255 fábricas 255 y se aprehendió a 810 personas vinculadas con el ilícito.

El jefe policial añadió que se hizo una millonaria afectación al narcotráfico y que a la fecha aún está en etapa de cuantificación porque no solamente se secuestraron precursores y sustancias controladas, sino bienes inmuebles y otros bienes motorizados.



A su turno, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, aseguró que los resultados de la interdicción son buenos en el país porque hay un dinamismo de los efectivos antidrogas, que son nuevos, y trabajan mucho mejor.

“También ayudan mucho las nuevas herramientas tecnológicas y medios de transporte, además de la implementación de la nueva Ley de Sustancias Controladas”, aseveró Felipe Cáceres.

Mencionó que en 45 días empezará la aplicación de la escucha de llamadas telefónicas en contra de sospechosos y procesados por narcotráfico. Además del pago de informantes que ayuden con información fidedigna de la droga.

Aclaró que el mecanismo de escuchas solo entrará en vigencia con autorización de un juez.

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