“El modelo mostró fortalezas con precios buenos y precios malos”
Dice que los empresarios ganan más, gracias a que se aumenta el salario, con lo que crece la demanda.
Página Siete /La Paz
Más relajado y menos confrontacional que antes, el exministro de Economía, Luis Arce Catacora, habla con Página Siete sobre la situación de la economía boliviana. Dice que el déficit y el desempleo se revertirán y que la deuda externa está destinada a la inversión pública. Justifica la política salarial del Gobierno y, tal como lo hacía antes, acusa a los “opinadores neoliberales” de haber fracasado y de no reconocer los logros del modelo boliviano que él creó.
¿Un país como Bolivia es capaz de idear un modelo y ponerlo en práctica aislado del mundo?Â
El sistema capitalista no es el de  hace 50 años, ahora es muy vulnerable. En ese marco, Bolivia no puede estar al margen de esa crisis internacional. Había que tomar en cuenta la interacción, pero no solamente para someterse al movimiento internacional de globalización, sino para buscar la manera en que Bolivia pueda aprovechar  de eso y salir de la pobreza. Esa amenaza tenía que convertirse en una oportunidad. Entonces, decimos que ante la crisis energética, Bolivia puede convertirse en un centro energético; ante la crisis alimentaria, respondemos con la seguridad con soberanía alimentaria, que la aprendimos de vía campesina; todas las crisis tienen la respuesta y una de esas respuestas es la industrialización de los recursos naturales. El modelo no está diseñado para aislarse, más bien, todo lo contrario, está hecho para aprovechar. Hoy empiezan a darnos la razón, en Europa, en Inglaterra, el propio Trump, empiezan a ser proteccionistas porque se dieron cuenta que el libre comercio no les conviene ni a ellos, entonces cómo le va a convenir a países tan pequeñitos como nosotros.
 Tomando en cuenta que hemos tenido bonanza con los precios altos de las materias primas y merma de ingresos con la caída de los precios, ¿este modelo es lo suficientemente fuerte o es vulnerable?
Argumentar que el crecimiento ha venido gracias a los precios internacionales es la muletilla que utilizaron para justificar lo ineficientes que fueron manejando 20 años el país, así de simple. En 2003 empezaron a subir los precios, pese a eso en 2003, en 2004, en 2005 no pasó  nada, nada. Todo cambió con el modelo y la nacionalización, el empuje fue de adentro. Los excedentes ahora se quedan en Bolivia. Algunos años como en  2008 hemos celebrado los 148 dólares por barril de petróleo, pero ese mismo año en diciembre el precio del petróleo estaba en 30 dólares. En 2011 cayó el precio de los minerales, pero la economía siguió caminando al punto que en 2013 hemos crecido casi al 7% y ahí viene la catástrofe del precio del petróleo, que cae en 2014. El modelo, les guste o no les guste a los economistas neoliberales, ha mostrado fortalezas cuando  los precios son buenos, pero también cuando los precios son malos.
Sin embargo, hay indicadores preocupantes. El déficit está en 8,3%; la deuda contratada está por los 15.000 millones de dólares y las reservas internaciones han caído por debajo de los 10.000 millones. ¿No estamos ante un riesgo para la economía?
La respuesta es muy sencilla. Cuando ellos (los neoliberales) tenían déficit fiscal y tuvieron muy fuertes déficits fiscales, la fuente y el empuje de ese déficit era básicamente el gasto corriente, es decir, pago de salarios. Era un déficit que no se podía controlar porque el gasto corriente crece vegetativamente. Lamentablemente para ellos, la fuente del déficit en nuestro país es la inversión pública. La calidad del déficit es diferente porque dura hasta que se termina de construir la carretera, la planta, etc. O sea, la presión es temporal, luego se afloja, es más, eso empieza a redituar porque es inversión.
 ¿Quiere decir que este déficit se revertirá? ¿En cuánto tiempo?
Claro que sí. Les voy a dar un dato que los economistas neoliberales no lo quieren manejar, hay un concepto en economía que es el déficit y superávit corriente, que son ingresos corrientes versus gastos corrientes, no hablemos de inversión. Bolivia ahora tiene superávit corriente, los ingresos son mayores a los gastos corrientes, hay superávit. Entonces, por qué se provoca el déficit, porque esto se va a la inversión y encima hay endeudamiento para meter más todavía a la inversión.
Si es correcto que el déficit se debe a la inversión, ¿por qué entonces el desempleo ha subido hasta más del 4%?
No son los datos correctos.
 Son los datos del INE.
El INE tiene la encuesta, pero lo que hay que ver es la tendencia de la economía. Lo que  se están olvidando es que el año 2005 el desempleo era del 8%, ha bajado...
Hablemos del último período de Gobierno.
Eso tiene una explicación. Cuando crece el desempleo es justamente cuando el precio de la minería empieza a afectar la economía y eso provoca que mucha gente, como ya no era rentable la minería, nuevamente se va a las ciudades. Hay más obreros, más albañiles, más plomeros y eso evidentemente capta la estadística con el aumento del desempleo, que hoy por supuesto se está revirtiendo porque la minería ya reaccionó. Era un desempleo circunstancial, no era estructural porque no superamos  ni el 4,5%, nos quedamos con el 4,2% de desempleo. Ese desempleo se va a ir revirtiendo porque la industrialización va a jalar mano de obra, igual que el crédito de vivienda de interés social y del proyecto productivo. Recién ahora está despertando el tema productivo y se lo va a ver con más fuerza más adelante. El endeudamiento evidentemente ahora está por los nueve mil millones de dólares la deuda desembolsada, que es la que importa. Yo veo equivocadamente a la gente hablar de (préstamos de) siete mil millones de la China, pero se trata de una línea contingente. El Estado tiene contratadas líneas con la China y yo dudo que la vayamos a utilizar por la burocracia que tienen. Es impresionante, nosotros nos quejamos de nuestra burocracia en Bolivia, hay que multiplicar por 10. Es una muestra de buena fe de los chinos decir “aquí hay, tenemos no sé, 10 mil millones de dólares”.
 ¿Usted cree que no se va a desembolsar?Â
No porque ya las obras grandes del plan están con financiamiento asegurado, faltaban unas cuantas simplemente para conseguir financiamiento; y ahí tenemos al BID, Banco Mundial, Fonplata, que son mucho más ágiles que el Gobierno chino. Los organismos internacionales desnudan al país y ellos tienen información de adentro para evaluar si se va  a poder o no se va a poder pagar. Un indicador sencillito es la deuda externa sobre el Producto Interno Bruto. Cuando estaba el  90% del PIB comprometido con la deuda  nadie decía nada, luego  51% y nadie decía nada. Ahora que estamos con 26%, escándalo.
 ¿No cree que la política salarial del Gobierno está haciendo truncar el despertar productivo del que usted habla?
Los empresarios siguen creyendo que la economía se resuelve por el lado de la oferta como lo planteaban los neoliberales. En el modelo neoliberal, que ellos han manejado durante 20 años, se ajustaba el cinturón a la gente y al asalariado y ellos creían que se podían volver competitivos para insertarse en la economía internacional para lo que abarataban costos en base al trabajador; pero no se daban cuenta que ese trabajador es el mismo que consume lo que produce ese empresario; entonces uno le quita la capacidad de compra a ese asalariado de su propio producto. Ahora, el empresariado está recibiendo ganancias gracias a la política de aumentar salarios, de generar demanda, gracias a la política redistributiva del Gobierno, solo que tienen que quejarse de que no están de acuerdo porque si no los van a sacar de dirigentes del sindicato de empresarios.
 ¿No es el momento de establecer excepciones con las más pequeñas empresas que no pueden pagar el doble aguinaldo por ejemplo? Eso al margen de la gran informalidad que existe.
El segundo aguinaldo es un premio a quien hace crecer la economía. Si no hacemos crecer la economía al menos 4,5%, ninguno de nosotros recibe segundo aguinaldo. Ese incentivo lo  tienen que recibir todos porque todos están aportando para el crecimiento del país. Respecto a la  informalidad, era desde mi punto de vista mucho más grande. Hay una intencionalidad de decir que se ha agrandado, pero, ahora las empresas tienen que formalizarse para acceder a los servicios financieros, no en el 100%, está claro. Uno de los factores para no formalizarse es el salario, si uno gana de comerciante más que un asalariado, por qué condenarse de asalariado. Por tanto, hay que subir el salario. ¿Cuándo en la historia del país una empresa podía sacar al 6% o al 11% de interés un crédito con años de gracia? Hemos superado los  nueve mil millones de dólares de crédito productivo y gran parte es para la micro y pequeña empresa porque hay los fondos de garantía para permitirles acceder a préstamos. El pequeño productor ha empezado a ganar más, pero ahora quiere adueñarse de esta ganancia. Cuando le decimos “aumenta sueldos, baja tu ganancia, nosotros te hemos ayudado a bajar todo esto”, el pequeño productor porque se acostumbró a ganar por las condiciones que se le ha dado, ahora al pequeño productor (rechaza la política salarial).
 También se acusa al Gobierno de ejercer una alta presión contra pocos contribuyentes. ¿Qué puede decir al respecto?
Voy a recordar que en 2006 los floteros no pagaban impuestos, ahora pagan, yo me he peleado y les hemos ganado la batalla; los  juegos estaban clandestinamente, ahora pagan impuestos. Podemos nombrar varios sectores que hemos ido ampliando gradualmente el número de contribuyentes.
Sin embargo, los grandes comerciantes siguen sin aportar y la presión es cada vez mayor en la clase media.
No es verdad. Nosotros nos hemos peleado y a los grandes carniceros, los grandes intermediarios, Â les caímos con impuestos. Y nadie nos apoyó, ni los medios, ni los opositores. Hay que tener moral para hablar del tema de impuestos.
¿Qué hacer con el modelo extractivista, puesto que la industria todavía no ha despegado?
Muy sencillito. El modelo neoliberal nos dijo que la fórmula para salir de la pobreza era inversión extranjera directa y endeudamiento externo porque no había capacidad de generar ahorro interno, pero eso no  ha funcionado en manos de los privados, ni con el Fondo Monetario. Cuando diseñamos el modelo, dijimos que había que tener un capital de arranque, que en el caso de Bolivia son las materias primas.
 Pero ya son 12 años con el mismo capital de arranque.
 No, no, no, ojo,  ustedes no conocen, se tenía que invertir harto en hidrocarburos porque durante todos los años del neoliberalismo no hubo una sola exploración.
 Ellos dicen que les han dejado todo hecho y que ustedes solo han llegado a explotar el gas y a disfrutar de la bonanza.Â
Lo que han hecho las empresas transnacionales es valerse de todos los estudios que YPFB había hecho en el pasado, ellos no han hecho nada, esa es la verdad. Entonces ahí se ha tenido que poner las pilas hidrocarburos para ponerse al día de todo el retraso que había. De todas maneras  ya hemos ahorrado y ahora tenemos úrea, (el) litio ya va a arrancar, tenemos el Mutún que nunca ha terminado de arrancar por los problemas políticos también que se tenía con el Comité Cívico de Santa Cruz, están los proyectos de hidroelectricidad. Ya están las bases, lo más difícil ya se ha hecho y estamos produciendo energía solar y energía eólica, hay plata ya destinada para los proyectos que vienen . Ya estamos en la fase industrial con las plantas separadoras, petroquímica.
 ¿Hay espacio para la autocrítica, hay algo que no se haya hecho bien?Â
Hay algo que falta por hacer, hay que cerrar la industrialización de los recursos naturales y ahí estamos lejos. Â Nos faltan recursos humanos para manejar las industrias que se están montando, por eso las becas, porque necesitamos gente que vaya afuera y traiga sus conocimientos. Si las universidades sacaran profesionales capacitados, ya se hubiera estado industrializado hace rato, el gran problema que tenemos es el problema de recurso humano calificado.
Cuántos años más necesitamos para que este modelo esté funcionando.
Ya estamos pues, ya estamos  en la industrialización.
¿Qué puede decir de las críticas sobre los gastos excesivos en palacios, aviones y otros?
Era realmente indignante la forma en que tenía que trabajar no solamente el Presidente, los ministros, las autoridades del Ejecutivo. Antes, el presidente tenía ese avioncito que Paz Zamora lo bautizó como el saltamontes porque no duraba ni una hora y teníamos que aterrizar para cargar combustible.
Pero, no solo eso, sino que hay obras del Evo cumple que no se utilizan.Â
Pero esas obras no las hace el Gobierno, las hacen los municipios. El alcalde presenta el proyecto, lo ejecuta, lo mantiene y lo utiliza, entonces por qué la culpa es del Gobierno. Que  fiscalicen al municipio, que entre la Contraloría, que entren los asambleístas nacionales y que algo hagan, pero lo cierto es que el alcalde es el que tiene que responder, no el presidente Evo.
Usted ha viajado a asesorar al Gobierno venezolano. ¿Cómo está la economía de Venezuela en este momento?Â
No he entrado mucho a los últimos datos de Venezuela porque muchos de ellos todavía no son públicos, así que muy poco yo podría opinar. Las veces que yo he ido, encontré algunos problemas pero no eran tan grandes ni sobredimensionados como decía la prensa. Venezuela es un país que siempre ha sido inflacionario, desde Carlos Andrés Pérez la inflación no bajó de dos dígitos y ese fue el gran pecado. Siempre ha sido un país que tenía alta inflación, entonces no debería ser extraño, yo creo que hay algunas cosas que se han exagerado.
Página Siete /La Paz
Más relajado y menos confrontacional que antes, el exministro de Economía, Luis Arce Catacora, habla con Página Siete sobre la situación de la economía boliviana. Dice que el déficit y el desempleo se revertirán y que la deuda externa está destinada a la inversión pública. Justifica la política salarial del Gobierno y, tal como lo hacía antes, acusa a los “opinadores neoliberales” de haber fracasado y de no reconocer los logros del modelo boliviano que él creó.
¿Un país como Bolivia es capaz de idear un modelo y ponerlo en práctica aislado del mundo?Â
El sistema capitalista no es el de  hace 50 años, ahora es muy vulnerable. En ese marco, Bolivia no puede estar al margen de esa crisis internacional. Había que tomar en cuenta la interacción, pero no solamente para someterse al movimiento internacional de globalización, sino para buscar la manera en que Bolivia pueda aprovechar  de eso y salir de la pobreza. Esa amenaza tenía que convertirse en una oportunidad. Entonces, decimos que ante la crisis energética, Bolivia puede convertirse en un centro energético; ante la crisis alimentaria, respondemos con la seguridad con soberanía alimentaria, que la aprendimos de vía campesina; todas las crisis tienen la respuesta y una de esas respuestas es la industrialización de los recursos naturales. El modelo no está diseñado para aislarse, más bien, todo lo contrario, está hecho para aprovechar. Hoy empiezan a darnos la razón, en Europa, en Inglaterra, el propio Trump, empiezan a ser proteccionistas porque se dieron cuenta que el libre comercio no les conviene ni a ellos, entonces cómo le va a convenir a países tan pequeñitos como nosotros.
 Tomando en cuenta que hemos tenido bonanza con los precios altos de las materias primas y merma de ingresos con la caída de los precios, ¿este modelo es lo suficientemente fuerte o es vulnerable?
Argumentar que el crecimiento ha venido gracias a los precios internacionales es la muletilla que utilizaron para justificar lo ineficientes que fueron manejando 20 años el país, así de simple. En 2003 empezaron a subir los precios, pese a eso en 2003, en 2004, en 2005 no pasó  nada, nada. Todo cambió con el modelo y la nacionalización, el empuje fue de adentro. Los excedentes ahora se quedan en Bolivia. Algunos años como en  2008 hemos celebrado los 148 dólares por barril de petróleo, pero ese mismo año en diciembre el precio del petróleo estaba en 30 dólares. En 2011 cayó el precio de los minerales, pero la economía siguió caminando al punto que en 2013 hemos crecido casi al 7% y ahí viene la catástrofe del precio del petróleo, que cae en 2014. El modelo, les guste o no les guste a los economistas neoliberales, ha mostrado fortalezas cuando  los precios son buenos, pero también cuando los precios son malos.
Sin embargo, hay indicadores preocupantes. El déficit está en 8,3%; la deuda contratada está por los 15.000 millones de dólares y las reservas internaciones han caído por debajo de los 10.000 millones. ¿No estamos ante un riesgo para la economía?
La respuesta es muy sencilla. Cuando ellos (los neoliberales) tenían déficit fiscal y tuvieron muy fuertes déficits fiscales, la fuente y el empuje de ese déficit era básicamente el gasto corriente, es decir, pago de salarios. Era un déficit que no se podía controlar porque el gasto corriente crece vegetativamente. Lamentablemente para ellos, la fuente del déficit en nuestro país es la inversión pública. La calidad del déficit es diferente porque dura hasta que se termina de construir la carretera, la planta, etc. O sea, la presión es temporal, luego se afloja, es más, eso empieza a redituar porque es inversión.
 ¿Quiere decir que este déficit se revertirá? ¿En cuánto tiempo?
Claro que sí. Les voy a dar un dato que los economistas neoliberales no lo quieren manejar, hay un concepto en economía que es el déficit y superávit corriente, que son ingresos corrientes versus gastos corrientes, no hablemos de inversión. Bolivia ahora tiene superávit corriente, los ingresos son mayores a los gastos corrientes, hay superávit. Entonces, por qué se provoca el déficit, porque esto se va a la inversión y encima hay endeudamiento para meter más todavía a la inversión.
Si es correcto que el déficit se debe a la inversión, ¿por qué entonces el desempleo ha subido hasta más del 4%?
No son los datos correctos.
 Son los datos del INE.
El INE tiene la encuesta, pero lo que hay que ver es la tendencia de la economía. Lo que  se están olvidando es que el año 2005 el desempleo era del 8%, ha bajado...
Hablemos del último período de Gobierno.
Eso tiene una explicación. Cuando crece el desempleo es justamente cuando el precio de la minería empieza a afectar la economía y eso provoca que mucha gente, como ya no era rentable la minería, nuevamente se va a las ciudades. Hay más obreros, más albañiles, más plomeros y eso evidentemente capta la estadística con el aumento del desempleo, que hoy por supuesto se está revirtiendo porque la minería ya reaccionó. Era un desempleo circunstancial, no era estructural porque no superamos  ni el 4,5%, nos quedamos con el 4,2% de desempleo. Ese desempleo se va a ir revirtiendo porque la industrialización va a jalar mano de obra, igual que el crédito de vivienda de interés social y del proyecto productivo. Recién ahora está despertando el tema productivo y se lo va a ver con más fuerza más adelante. El endeudamiento evidentemente ahora está por los nueve mil millones de dólares la deuda desembolsada, que es la que importa. Yo veo equivocadamente a la gente hablar de (préstamos de) siete mil millones de la China, pero se trata de una línea contingente. El Estado tiene contratadas líneas con la China y yo dudo que la vayamos a utilizar por la burocracia que tienen. Es impresionante, nosotros nos quejamos de nuestra burocracia en Bolivia, hay que multiplicar por 10. Es una muestra de buena fe de los chinos decir “aquí hay, tenemos no sé, 10 mil millones de dólares”.
 ¿Usted cree que no se va a desembolsar?Â
No porque ya las obras grandes del plan están con financiamiento asegurado, faltaban unas cuantas simplemente para conseguir financiamiento; y ahí tenemos al BID, Banco Mundial, Fonplata, que son mucho más ágiles que el Gobierno chino. Los organismos internacionales desnudan al país y ellos tienen información de adentro para evaluar si se va  a poder o no se va a poder pagar. Un indicador sencillito es la deuda externa sobre el Producto Interno Bruto. Cuando estaba el  90% del PIB comprometido con la deuda  nadie decía nada, luego  51% y nadie decía nada. Ahora que estamos con 26%, escándalo.
 ¿No cree que la política salarial del Gobierno está haciendo truncar el despertar productivo del que usted habla?
Los empresarios siguen creyendo que la economía se resuelve por el lado de la oferta como lo planteaban los neoliberales. En el modelo neoliberal, que ellos han manejado durante 20 años, se ajustaba el cinturón a la gente y al asalariado y ellos creían que se podían volver competitivos para insertarse en la economía internacional para lo que abarataban costos en base al trabajador; pero no se daban cuenta que ese trabajador es el mismo que consume lo que produce ese empresario; entonces uno le quita la capacidad de compra a ese asalariado de su propio producto. Ahora, el empresariado está recibiendo ganancias gracias a la política de aumentar salarios, de generar demanda, gracias a la política redistributiva del Gobierno, solo que tienen que quejarse de que no están de acuerdo porque si no los van a sacar de dirigentes del sindicato de empresarios.
 ¿No es el momento de establecer excepciones con las más pequeñas empresas que no pueden pagar el doble aguinaldo por ejemplo? Eso al margen de la gran informalidad que existe.
El segundo aguinaldo es un premio a quien hace crecer la economía. Si no hacemos crecer la economía al menos 4,5%, ninguno de nosotros recibe segundo aguinaldo. Ese incentivo lo  tienen que recibir todos porque todos están aportando para el crecimiento del país. Respecto a la  informalidad, era desde mi punto de vista mucho más grande. Hay una intencionalidad de decir que se ha agrandado, pero, ahora las empresas tienen que formalizarse para acceder a los servicios financieros, no en el 100%, está claro. Uno de los factores para no formalizarse es el salario, si uno gana de comerciante más que un asalariado, por qué condenarse de asalariado. Por tanto, hay que subir el salario. ¿Cuándo en la historia del país una empresa podía sacar al 6% o al 11% de interés un crédito con años de gracia? Hemos superado los  nueve mil millones de dólares de crédito productivo y gran parte es para la micro y pequeña empresa porque hay los fondos de garantía para permitirles acceder a préstamos. El pequeño productor ha empezado a ganar más, pero ahora quiere adueñarse de esta ganancia. Cuando le decimos “aumenta sueldos, baja tu ganancia, nosotros te hemos ayudado a bajar todo esto”, el pequeño productor porque se acostumbró a ganar por las condiciones que se le ha dado, ahora al pequeño productor (rechaza la política salarial).
 También se acusa al Gobierno de ejercer una alta presión contra pocos contribuyentes. ¿Qué puede decir al respecto?
Voy a recordar que en 2006 los floteros no pagaban impuestos, ahora pagan, yo me he peleado y les hemos ganado la batalla; los  juegos estaban clandestinamente, ahora pagan impuestos. Podemos nombrar varios sectores que hemos ido ampliando gradualmente el número de contribuyentes.
Sin embargo, los grandes comerciantes siguen sin aportar y la presión es cada vez mayor en la clase media.
No es verdad. Nosotros nos hemos peleado y a los grandes carniceros, los grandes intermediarios, Â les caímos con impuestos. Y nadie nos apoyó, ni los medios, ni los opositores. Hay que tener moral para hablar del tema de impuestos.
¿Qué hacer con el modelo extractivista, puesto que la industria todavía no ha despegado?
Muy sencillito. El modelo neoliberal nos dijo que la fórmula para salir de la pobreza era inversión extranjera directa y endeudamiento externo porque no había capacidad de generar ahorro interno, pero eso no  ha funcionado en manos de los privados, ni con el Fondo Monetario. Cuando diseñamos el modelo, dijimos que había que tener un capital de arranque, que en el caso de Bolivia son las materias primas.
 Pero ya son 12 años con el mismo capital de arranque.
 No, no, no, ojo,  ustedes no conocen, se tenía que invertir harto en hidrocarburos porque durante todos los años del neoliberalismo no hubo una sola exploración.
 Ellos dicen que les han dejado todo hecho y que ustedes solo han llegado a explotar el gas y a disfrutar de la bonanza.Â
Lo que han hecho las empresas transnacionales es valerse de todos los estudios que YPFB había hecho en el pasado, ellos no han hecho nada, esa es la verdad. Entonces ahí se ha tenido que poner las pilas hidrocarburos para ponerse al día de todo el retraso que había. De todas maneras  ya hemos ahorrado y ahora tenemos úrea, (el) litio ya va a arrancar, tenemos el Mutún que nunca ha terminado de arrancar por los problemas políticos también que se tenía con el Comité Cívico de Santa Cruz, están los proyectos de hidroelectricidad. Ya están las bases, lo más difícil ya se ha hecho y estamos produciendo energía solar y energía eólica, hay plata ya destinada para los proyectos que vienen . Ya estamos en la fase industrial con las plantas separadoras, petroquímica.
 ¿Hay espacio para la autocrítica, hay algo que no se haya hecho bien?Â
Hay algo que falta por hacer, hay que cerrar la industrialización de los recursos naturales y ahí estamos lejos. Â Nos faltan recursos humanos para manejar las industrias que se están montando, por eso las becas, porque necesitamos gente que vaya afuera y traiga sus conocimientos. Si las universidades sacaran profesionales capacitados, ya se hubiera estado industrializado hace rato, el gran problema que tenemos es el problema de recurso humano calificado.
Cuántos años más necesitamos para que este modelo esté funcionando.
Ya estamos pues, ya estamos  en la industrialización.
¿Qué puede decir de las críticas sobre los gastos excesivos en palacios, aviones y otros?
Era realmente indignante la forma en que tenía que trabajar no solamente el Presidente, los ministros, las autoridades del Ejecutivo. Antes, el presidente tenía ese avioncito que Paz Zamora lo bautizó como el saltamontes porque no duraba ni una hora y teníamos que aterrizar para cargar combustible.
Pero, no solo eso, sino que hay obras del Evo cumple que no se utilizan.Â
Pero esas obras no las hace el Gobierno, las hacen los municipios. El alcalde presenta el proyecto, lo ejecuta, lo mantiene y lo utiliza, entonces por qué la culpa es del Gobierno. Que  fiscalicen al municipio, que entre la Contraloría, que entren los asambleístas nacionales y que algo hagan, pero lo cierto es que el alcalde es el que tiene que responder, no el presidente Evo.
Usted ha viajado a asesorar al Gobierno venezolano. ¿Cómo está la economía de Venezuela en este momento?Â
No he entrado mucho a los últimos datos de Venezuela porque muchos de ellos todavía no son públicos, así que muy poco yo podría opinar. Las veces que yo he ido, encontré algunos problemas pero no eran tan grandes ni sobredimensionados como decía la prensa. Venezuela es un país que siempre ha sido inflacionario, desde Carlos Andrés Pérez la inflación no bajó de dos dígitos y ese fue el gran pecado. Siempre ha sido un país que tenía alta inflación, entonces no debería ser extraño, yo creo que hay algunas cosas que se han exagerado.