Bolivia carece de estudios de demanda de la hoja desde 2012
Según CONALTID, 20.690 toneladas métricas de coca sirvieron para el consumo tradicional y el comercio en frontera. La Unión Europea pide nuevos parámetros.
Daniela Romero / La Paz
Desde 2012 que Bolivia no conoce la demanda exacta de la hoja de coca, tanto para el consumo tradicional como para fines de industrialización. Una estimación revela que se necesitaban 24.000 toneladas métricas, pero con la aprobación de la nueva norma la cifra sube a 25.000.
El Estudio Integral de la demanda de la hoja de coca, realizado por el Consejo Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas (CONALTID) apoyado por la Unión Europea refiere que la demanda en 2012 fue de 20.690 toneladas de coca, 19.211 para el consumo interno y 1.479 para la exportación. Ese año se cultivaron en el país 25.300 hectáreas.
Con la ley vigente desde el pasado lunes 6 de marzo, en la que se establecen un total de 22.000 hectáreas de cocales, el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, estimó que se obtendrán 30.000 toneladas, 25.000 para el consumo tradicional y 5.000 para la industrialización.
"Hicimos estimaciones, proyecciones técnicas que establecen que hasta el año pasado necesitábamos unas 24.785 toneladas de coca sólo para el acullicu (masticado de la hoja), esta cantidad corresponde a la producción de 18.000 hectáreas; aunque aquí no se consideran fines de industrialización e investigación”, señaló el Ministro el pasado 25 de febrero.
Sin embargo, desde 2012 no hay un estudio técnico, apoyado o no por la comunidad internacional, que fije una cifra para la demanda del arbusto.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró que el consumo de la coca siempre es variable, como cualquier producto y que los estudios que se tienen al respecto son antiguos.
Precisamente éste fue uno de los puntos importantes que abordaron el jueves los embajadores de la Unión Europea (UE) y el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), Antonino De Leo, con tres ministros de Estado.
El representante de la UE, León de la Torre, afirmó que el Gobierno boliviano se comprometió a realizar estudios sobre la demanda de la hoja de coca en su estado natural y otros proyectos sobre fines de industrialización.
La comunidad internacional confirmó su preocupación por la nueva ley que incrementó los cultivos de la hoja.
Según Romero, de ambas partes hubo sugerencias al respecto. Una de las que recibió fue realizar estudios anuales. "Lo que nosotros tenemos que hacer es tener el control del Estado sobre el consumo tradicional y sería darle vueltas a esta idea de tener unos parámetros anuales sobre los consumos que, como cualquier producto, son variables”.
Explicó que primero se debe consensuar con la comunidad internacional la metodología del estudio para el factor de productividad de la coca. No se definieron plazos todavía.
De la Torre sostuvo que la UE aún mantendrá el apoyo económico a Bolivia, pero reorientada hacia la interdicción de droga y conociendo los nuevos estudios de la demanda de la coca. La UNODC también pidió en su informe de 2015 que se hagan estudios.
Las actualizaciones que se hagan al último informe de 2012 deben contener, además, factores científicos de industrialización, adelantó el Ministro.
"Nos interesa saber si la coca es un fertilizante, es un producto agrícola, si puede mejorar el rendimiento de la tierra, si algunos productos los podemos desarrollar. Ojalá tengamos estos términos consensuados”, afirmó.
Cocarico admitió que no hubo avances en la industrialización. "Para ser hidalgos no avanzamos mucho como país en la investigación e industrialización. Hicimos algunas plantas de mate de coca, pero no pasamos de ahí, nos falta trabajar. Para ello tenemos que contar con un centro de investigación”, reconoció a finales de febrero.
La exportación
Fronteras De las 20.690 toneladas de coca que se obtuvieron en 2012, 1.479 fueron a los puntos fronterizos para pasar a los países vecinos. Hacia Argentina va la mayor parte de la coca (1.375 toneladas métricas), le sigue Brasil con 57 toneladas, Perú con 43 y a Chile se destinan 4 toneladas. Desde ese año tampoco hay datos oficiales sobre la demanda en los países limítrofes.
Daniela Romero / La Paz
Desde 2012 que Bolivia no conoce la demanda exacta de la hoja de coca, tanto para el consumo tradicional como para fines de industrialización. Una estimación revela que se necesitaban 24.000 toneladas métricas, pero con la aprobación de la nueva norma la cifra sube a 25.000.
El Estudio Integral de la demanda de la hoja de coca, realizado por el Consejo Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas (CONALTID) apoyado por la Unión Europea refiere que la demanda en 2012 fue de 20.690 toneladas de coca, 19.211 para el consumo interno y 1.479 para la exportación. Ese año se cultivaron en el país 25.300 hectáreas.
Con la ley vigente desde el pasado lunes 6 de marzo, en la que se establecen un total de 22.000 hectáreas de cocales, el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, estimó que se obtendrán 30.000 toneladas, 25.000 para el consumo tradicional y 5.000 para la industrialización.
"Hicimos estimaciones, proyecciones técnicas que establecen que hasta el año pasado necesitábamos unas 24.785 toneladas de coca sólo para el acullicu (masticado de la hoja), esta cantidad corresponde a la producción de 18.000 hectáreas; aunque aquí no se consideran fines de industrialización e investigación”, señaló el Ministro el pasado 25 de febrero.
Sin embargo, desde 2012 no hay un estudio técnico, apoyado o no por la comunidad internacional, que fije una cifra para la demanda del arbusto.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró que el consumo de la coca siempre es variable, como cualquier producto y que los estudios que se tienen al respecto son antiguos.
Precisamente éste fue uno de los puntos importantes que abordaron el jueves los embajadores de la Unión Europea (UE) y el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), Antonino De Leo, con tres ministros de Estado.
El representante de la UE, León de la Torre, afirmó que el Gobierno boliviano se comprometió a realizar estudios sobre la demanda de la hoja de coca en su estado natural y otros proyectos sobre fines de industrialización.
La comunidad internacional confirmó su preocupación por la nueva ley que incrementó los cultivos de la hoja.
Según Romero, de ambas partes hubo sugerencias al respecto. Una de las que recibió fue realizar estudios anuales. "Lo que nosotros tenemos que hacer es tener el control del Estado sobre el consumo tradicional y sería darle vueltas a esta idea de tener unos parámetros anuales sobre los consumos que, como cualquier producto, son variables”.
Explicó que primero se debe consensuar con la comunidad internacional la metodología del estudio para el factor de productividad de la coca. No se definieron plazos todavía.
De la Torre sostuvo que la UE aún mantendrá el apoyo económico a Bolivia, pero reorientada hacia la interdicción de droga y conociendo los nuevos estudios de la demanda de la coca. La UNODC también pidió en su informe de 2015 que se hagan estudios.
Las actualizaciones que se hagan al último informe de 2012 deben contener, además, factores científicos de industrialización, adelantó el Ministro.
"Nos interesa saber si la coca es un fertilizante, es un producto agrícola, si puede mejorar el rendimiento de la tierra, si algunos productos los podemos desarrollar. Ojalá tengamos estos términos consensuados”, afirmó.
Cocarico admitió que no hubo avances en la industrialización. "Para ser hidalgos no avanzamos mucho como país en la investigación e industrialización. Hicimos algunas plantas de mate de coca, pero no pasamos de ahí, nos falta trabajar. Para ello tenemos que contar con un centro de investigación”, reconoció a finales de febrero.
La exportación
Fronteras De las 20.690 toneladas de coca que se obtuvieron en 2012, 1.479 fueron a los puntos fronterizos para pasar a los países vecinos. Hacia Argentina va la mayor parte de la coca (1.375 toneladas métricas), le sigue Brasil con 57 toneladas, Perú con 43 y a Chile se destinan 4 toneladas. Desde ese año tampoco hay datos oficiales sobre la demanda en los países limítrofes.