El BCE busca unificar criterios para determinar la solvencia de los bancos
El supervisor de Fráncfort quiere una normativa común en la zona euro para que todas las entidades ponderen por igual sus activos de riesgo
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Íñigo de Barrón
Madrid, El País
Después de ver los estragos de crisis financiera, los responsables europeos llegaron a la conclusión de que para evitar que se repitiera era necesario una unión bancaria de verdad. Pero el objetivo es más ambicioso de lo que parece, ya que implica tener las mismas normas de supervisión y contabilidad en los 19 países de la zona euro. Los reglamentos bancarios están muy arraigados (son un instrumento de poder local) y no es fácil cambiarlos.
Pero el Banco Central Europeo (BCE) se ha empeñado en armonizar reglamentos y ahora lidia con los “activos ponderados por riesgo”. Tras esta denominación difusa se esconde la clave de la banca: la determinación de la solvencia, ya que los bancos deben mantener un capital igual, al menos, al 8% de sus activos ponderados por riesgo. Cuantos más activos se incluyan entre los de riesgo, más capital se necesita.
La banca española se queja de que su supervisor es más exigente y considera más activos “de riesgo” que los de Francia o Alemania. La polémica está abierta. El supervisor europeo quiere que este cálculo no dependa del país donde está radicado el banco ni de los criterios que aplica su banco central.
Examen a la banca española
Para solucionar este problema, el organismo dirigido por Mario Draghi pidió a las entidades españolas más relevantes los detalles de los modelos internos que aplican para determinar estos “activos de riesgo”. En septiembre pasado entregaron sus informes a Fráncfort, “que fueron prolijos y con más de 100 clasificaciones diferentes”, según fuentes del sector.
Ahora se ha iniciado una segunda fase en la que las autoridades supervisoras europeas negocian, banco a banco, para concretar la metodología. Las entidades tienen sus modelos internos aprobados por el Banco de España, pero ahora debe ser el BCE el que dé su visto bueno. Algunos directivos de los bancos esperan que para el primer trimestre de 2017 se haya avanzado en esta tarea.
“El problema de fondo es que, desde hace años, los supervisores de Francia y Alemania han sido menos exigentes. No creo que, en el futuro, el BCE aplique un criterio más duro para las grandes entidades alemanas o francesas, a las que no les sobra capital, porque podríamos tener una situación comprometida”, explica un banquero. Y pone ejemplos: “El total de los activos considerados de riesgo en el Deutsche Bank, según la normativa alemana, es el 24% de su balance. En el Santander y el BBVA, esta cifra supera el 40% de sus activos. No creo que los bancos españoles hayan asumido más riesgos que su rival alemán, pero tampoco espero que le eleven el ratio [de capital] al Deutsche u otros, como BNP Paribas o Crédit Agricole”, señala un ejecutivo del sector.
En medio de la polémica, el Banco de España editó un documento sobre esta cuestión. En él explicaba que las entidades tienen distintos perfiles de riesgo, en función del “peso relativo de sus diferentes carteras, la calidad de los activos que componen cada cartera, las áreas geográficas en que operan, los tipos de negocio que efectúan (banca comercial, banca de inversión, bancaseguros...), etc.”.
En ese documento se decía que “aquellas entidades centradas en actividades consideradas de bajo riesgo o cuyas inversiones tengan una mayor calidad deberían mostrar ratios más bajas”. Algunos directivos, y la propia patronal bancaria, AEB, argumentan que la normativa actual no es equilibrada, pero el sector lucha contra poderosos rivales.
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Íñigo de Barrón
Madrid, El País
Después de ver los estragos de crisis financiera, los responsables europeos llegaron a la conclusión de que para evitar que se repitiera era necesario una unión bancaria de verdad. Pero el objetivo es más ambicioso de lo que parece, ya que implica tener las mismas normas de supervisión y contabilidad en los 19 países de la zona euro. Los reglamentos bancarios están muy arraigados (son un instrumento de poder local) y no es fácil cambiarlos.
Pero el Banco Central Europeo (BCE) se ha empeñado en armonizar reglamentos y ahora lidia con los “activos ponderados por riesgo”. Tras esta denominación difusa se esconde la clave de la banca: la determinación de la solvencia, ya que los bancos deben mantener un capital igual, al menos, al 8% de sus activos ponderados por riesgo. Cuantos más activos se incluyan entre los de riesgo, más capital se necesita.
La banca española se queja de que su supervisor es más exigente y considera más activos “de riesgo” que los de Francia o Alemania. La polémica está abierta. El supervisor europeo quiere que este cálculo no dependa del país donde está radicado el banco ni de los criterios que aplica su banco central.
Examen a la banca española
Para solucionar este problema, el organismo dirigido por Mario Draghi pidió a las entidades españolas más relevantes los detalles de los modelos internos que aplican para determinar estos “activos de riesgo”. En septiembre pasado entregaron sus informes a Fráncfort, “que fueron prolijos y con más de 100 clasificaciones diferentes”, según fuentes del sector.
Ahora se ha iniciado una segunda fase en la que las autoridades supervisoras europeas negocian, banco a banco, para concretar la metodología. Las entidades tienen sus modelos internos aprobados por el Banco de España, pero ahora debe ser el BCE el que dé su visto bueno. Algunos directivos de los bancos esperan que para el primer trimestre de 2017 se haya avanzado en esta tarea.
“El problema de fondo es que, desde hace años, los supervisores de Francia y Alemania han sido menos exigentes. No creo que, en el futuro, el BCE aplique un criterio más duro para las grandes entidades alemanas o francesas, a las que no les sobra capital, porque podríamos tener una situación comprometida”, explica un banquero. Y pone ejemplos: “El total de los activos considerados de riesgo en el Deutsche Bank, según la normativa alemana, es el 24% de su balance. En el Santander y el BBVA, esta cifra supera el 40% de sus activos. No creo que los bancos españoles hayan asumido más riesgos que su rival alemán, pero tampoco espero que le eleven el ratio [de capital] al Deutsche u otros, como BNP Paribas o Crédit Agricole”, señala un ejecutivo del sector.
En medio de la polémica, el Banco de España editó un documento sobre esta cuestión. En él explicaba que las entidades tienen distintos perfiles de riesgo, en función del “peso relativo de sus diferentes carteras, la calidad de los activos que componen cada cartera, las áreas geográficas en que operan, los tipos de negocio que efectúan (banca comercial, banca de inversión, bancaseguros...), etc.”.
En ese documento se decía que “aquellas entidades centradas en actividades consideradas de bajo riesgo o cuyas inversiones tengan una mayor calidad deberían mostrar ratios más bajas”. Algunos directivos, y la propia patronal bancaria, AEB, argumentan que la normativa actual no es equilibrada, pero el sector lucha contra poderosos rivales.