Los argumentos de Bolivia: El Silala es manantial, no un río
El Gobierno demostró que Chile desvió los manantiales para el uso comercial de diferentes empresas mineras y para el funcionamiento de locomotoras.
Página Siete / La Paz
"No hay ningún río en el cantón Quetena en el departamento de Potosí y el río Silala inventado por Chile es un mito”. Con esa afirmación, el investigador Antonio Bazoberry da por sentada la posición de Bolivia sobre los recursos hídricos en la frontera boliviana.
Después de que el presidente Evo Morales anunciara el 23 de marzo que demandará a Santiago por el uso ilegal de estas aguas, el canciller David Choquehuanca ratificó que las aguas del Silala son manantiales y no un río internacional.
"Hemos visto las obras civiles que ha hecho Chile para drenar nuestras aguas. Cuando hablamos del Silala estamos hablando de un manantial y no de un río internacional”, dijo entonces.
Recordó que en 2008, Bolivia inició un proceso de diálogo para hacer estudios conjuntos con Chile y determinar la naturaleza de las aguas, mientras se hacían éstos Chile estaba dispuesto a pagar por el 50% de las aguas, que alcanzan los 180 litros por segundo de paso hacia el vecino país; sin embargo, al final este acuerdo no se concretó.
"Teníamos un mecanismo de consulta con Chile que fue cancelado unilateralmente”, dijo.
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde expuso entonces una cronología histórica y demostró que Chile desvió estos manantiales para el uso comercial de sus empresas mineras y favoreció el desarrollo de diferentes zonas de ese país.
Documentos dan cuenta de que en 1908, empresas chilenas solicitaron a Bolivia una autorización para el uso de estas aguas para el funcionamiento de sus locomotoras a vapor, pero esta concesión fue revocada en 1977. "Chile indica que el Silala es un río internacional, cuando en realidad es un sistema de drenaje artificial que fue comercializado con fines de lucro”, afirmó.
El experto Antonio Bazoberry, en su libro El Mito del Silala, señala que "en la región del Quetena (donde está el Silala) no llueve”, por lo tanto "no hay posibilidades de formación de acuíferos subterráneos”. Tampoco "hay recarga de la zona de saturación, no hay filtración de agua desde la superficie del terreno que genere el movimiento descendente del agua”. "Por lo tanto, en la región del Quetena no hay agua para formar aguas subterráneas recargables, solamente existen aguas inmovilizadas profundas que sólo se pueden utilizar una sola vez por no contar con agua de recarga” retrata Bazoberry.
El investigador indica que "en la región del Quetena no hay un sistema hidrológico debido a cambios climáticos registrados hace más de 10.000 años”.
El ministro de Autonomías, Hugo Siles, afirmó que la demanda presentada por Chile "es un insulto a la inteligencia”, el pretender que la comunidad internacional vea al Silala como un río internacional, cuando en el pasado Santiago intentó incluso firmar un compromiso de pago por el uso de las aguas.
"Es un insulto a la inteligencia, primero porque ellos perfectamente saben que la canalización y el uso de infraestructuras han sido construidas a principios del siglo XX y que están respaldadas por contratos respectivos de usufructo”, sustentó.
Mapas antiguos dibujados antes de 1904, cuando Bolivia y Chile firmaron el Tratado de Paz y Amistad que definió los límites entre ambos países, después de la llamada Guerra del Pacífico, no dan cuenta de la existencia del llamado río Siloli o Silala.
Según Chile, este río es de curso internacional. Pero Bolivia siempre sostuvo que son bofedales y tiene medios de prueba.
"No hay ningún río en el cantón Quetena en el departamento de Potosí y el río Silala inventado por Chile es un mito”. Con esa afirmación, el investigador Antonio Bazoberry da por sentada la posición de Bolivia sobre los recursos hídricos en la frontera boliviana.
Después de que el presidente Evo Morales anunciara el 23 de marzo que demandará a Santiago por el uso ilegal de estas aguas, el canciller David Choquehuanca ratificó que las aguas del Silala son manantiales y no un río internacional.
"Hemos visto las obras civiles que ha hecho Chile para drenar nuestras aguas. Cuando hablamos del Silala estamos hablando de un manantial y no de un río internacional”, dijo entonces.
Recordó que en 2008, Bolivia inició un proceso de diálogo para hacer estudios conjuntos con Chile y determinar la naturaleza de las aguas, mientras se hacían éstos Chile estaba dispuesto a pagar por el 50% de las aguas, que alcanzan los 180 litros por segundo de paso hacia el vecino país; sin embargo, al final este acuerdo no se concretó.
"Teníamos un mecanismo de consulta con Chile que fue cancelado unilateralmente”, dijo.
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde expuso entonces una cronología histórica y demostró que Chile desvió estos manantiales para el uso comercial de sus empresas mineras y favoreció el desarrollo de diferentes zonas de ese país.
Documentos dan cuenta de que en 1908, empresas chilenas solicitaron a Bolivia una autorización para el uso de estas aguas para el funcionamiento de sus locomotoras a vapor, pero esta concesión fue revocada en 1977. "Chile indica que el Silala es un río internacional, cuando en realidad es un sistema de drenaje artificial que fue comercializado con fines de lucro”, afirmó.
El experto Antonio Bazoberry, en su libro El Mito del Silala, señala que "en la región del Quetena (donde está el Silala) no llueve”, por lo tanto "no hay posibilidades de formación de acuíferos subterráneos”. Tampoco "hay recarga de la zona de saturación, no hay filtración de agua desde la superficie del terreno que genere el movimiento descendente del agua”. "Por lo tanto, en la región del Quetena no hay agua para formar aguas subterráneas recargables, solamente existen aguas inmovilizadas profundas que sólo se pueden utilizar una sola vez por no contar con agua de recarga” retrata Bazoberry.
El investigador indica que "en la región del Quetena no hay un sistema hidrológico debido a cambios climáticos registrados hace más de 10.000 años”.
El ministro de Autonomías, Hugo Siles, afirmó que la demanda presentada por Chile "es un insulto a la inteligencia”, el pretender que la comunidad internacional vea al Silala como un río internacional, cuando en el pasado Santiago intentó incluso firmar un compromiso de pago por el uso de las aguas.
"Es un insulto a la inteligencia, primero porque ellos perfectamente saben que la canalización y el uso de infraestructuras han sido construidas a principios del siglo XX y que están respaldadas por contratos respectivos de usufructo”, sustentó.
Mapas antiguos dibujados antes de 1904, cuando Bolivia y Chile firmaron el Tratado de Paz y Amistad que definió los límites entre ambos países, después de la llamada Guerra del Pacífico, no dan cuenta de la existencia del llamado río Siloli o Silala.
Según Chile, este río es de curso internacional. Pero Bolivia siempre sostuvo que son bofedales y tiene medios de prueba.