Wall Street recibe con alivio el cambio de ciclo monetario en EE UU
El euro se mantiene estable respecto al dólar y el crudo sigue cayendo
Sandro Pozzi / Ignacio Fariza
Nueva York / Madrid, El País
Acabó la espera. El momento de normalizar la política monetaria llegó a EE UU en forma de un alza de tipos, lo que esperaban la mayoría de analistas. Wall Street recibió el cambio de ciclo con subidas moderadas (1,5%) y mucho alivio. Los inversores entienden que la economía ha recuperado las constantes vitales tras la Gran Recesión y ya camina por su pie. Pero hay confusión sobre el curso que seguirá la Reserva Federal porque el crudo se volvió a desplomar. La fortaleza del dólar y la debilidad de los emergentes ponen dificultades.
La última vez que la Fed subió tipos los mercados iban al alza con y la economía crecía con fuerza. El Dow Jones superó en ese momento los 11.000 puntos y de ahí remontó hasta los 14.000 antes de meterse en una espiral que le llevó a perder la mitad de su valor en marzo de 2009, en uno de los momentos más duros de la crisis financiera global. Ahora el parqué vuelve a estar cerca de los niveles récord aunque estancado en los 17.550 puntos, y lleva su peor año desde 2008. Este miércoles, el S&P 500 celebró la medida con una subida del 1,45%, el Dow Jones un 1,28% y el tecnológico Nasdaq un 1,52% pese a la presión del precio del crudo. El barril de brent, el de referencia en Europa, se dejó un 3,3% y el Texas estadounidense bajó un 5% empujado por el nuevo repunte en las reservas en EE UU. Fue cerrar el mercado petrolero y acelerarse las Bolsas estadounidenses, que escuchaban a Yellen con mínimas subidas.
La primera alza de tipos se suele absorber bien en el parqué, subrayan desde BlackRock, y en este caso se llevaba tiempo anticipando. Los operadores del mercado ven en esta primera alza un paso más bien “simbólico”, que indica confianza en la solidez de la economía, y prefieren centrarse en los próximos movimientos. Llevan meses diciéndolo: es más importante el ritmo de la subida que el momento en el que dé comienzo (este miércoles).
Wall Street ve a Janet Yellen como una persona moderada y eso es lo que espera que haga a partir de ahora. La Fed, según anticipan desde Bank of America, solo subirá tipos la cantidad que los mercados y economía pueden soportar. Su economista jefe, Ethan Harris da por hecho que seguirá una trayectoria escalonada. Según los datos de la última encuesta de esta entidad a gestores de fondos, en el medio plazo subida de tipos debería ser un catalizador de las Bolsas europeas y un freno para las estadounidenses.
Los parqués del Viejo Continente cerraron este miércoles en plano horas antes de que el banco central estadounidense anunciase la medida. Tras haber llegado a subir un 1% durante la jornada, el Ibex 35 acabó bajando un leve 0,01% arrastrado por el enésimo desplome del crudo. En el resto de grandes índices europeos la calma fue la nota dominante. Solo Milán retrocedió (-0,3%) y tanto París (0,22%), Fráncfort (0,18%) y Londres (0,72%) cerraron al alza.
Dólar más fuerte
En el mercado de divisas, en un momento en que los tipos bajos son una constante en todo el mundo desarrollado (en la eurozona están en el 0,05%, en Japón están anclados en el 0,1% y en Reino Unido siguen fijos en el 0,5%), la teoría indica que la subida de este miércoles en EE UU debería traducirse en una mayor fortaleza del dólar respecto al resto de monedas, incluido el euro. A última hora de este miércoles, el euro se cambiaba por 1,09 dólares, sin grandes cambios.
El nerviosismo de los mercados en las últimas semanas —las principales plazas europeas rompieron el martes una de sus peores rachas de las últimas décadas— tiene más relación, según la mayor parte de analistas, con las condiciones que rodean al alza que por la subida en sí misma. “La Fed había preparado a los mercados para el endurecimiento de la política monetaria; el problema es que llega en un momento en el que la inflación sigue débil”, apunta David Kohl, del banco suizo Julius Baer. En este hecho, de nuevo, tiene un rol fundamental el crudo, que salvo sorpresa mayúscula cerrará el año por debajo de los 40 dólares.
Los analistas no ven una segunda alza hasta junio. El banco HSBC apoya este análisis y dice que “todo el mundo entendía que iba a pasar”. Lo importante, matizan, es cómo jugará sus cartas: a diferencia del ciclo de subidas entre 2003 y 2006, ahora no hay un curso predefinido.
La atención de los inversores no se centra solo en el impacto interno del cambio de política monetaria. También se fijan en la divergencia de estrategias con Europa, por el efecto que puede tener en el cambio del dólar, y en sus implicaciones en economías emergentes como la de Turquía, Brasil o Sudáfrica, que se beneficiaron de siete años de laxitud extrema y ahora muestran signos de agotamiento.
Los analistas de DoubleLine Capital creen por eso que es un error subir tipos. “Los indicadores no cambiaron mucho respecto a la retórica utilizada en septiembre para justificar la pausa”, opina Jeffrey Gundlach. Lo complicado, admiten en Bank of America, es que el alza de tipos coincide con la moderación en China y el desplome las materias primas. “La Fed también prestará atención a eso”, concluyen.
Sandro Pozzi / Ignacio Fariza
Nueva York / Madrid, El País
Acabó la espera. El momento de normalizar la política monetaria llegó a EE UU en forma de un alza de tipos, lo que esperaban la mayoría de analistas. Wall Street recibió el cambio de ciclo con subidas moderadas (1,5%) y mucho alivio. Los inversores entienden que la economía ha recuperado las constantes vitales tras la Gran Recesión y ya camina por su pie. Pero hay confusión sobre el curso que seguirá la Reserva Federal porque el crudo se volvió a desplomar. La fortaleza del dólar y la debilidad de los emergentes ponen dificultades.
La última vez que la Fed subió tipos los mercados iban al alza con y la economía crecía con fuerza. El Dow Jones superó en ese momento los 11.000 puntos y de ahí remontó hasta los 14.000 antes de meterse en una espiral que le llevó a perder la mitad de su valor en marzo de 2009, en uno de los momentos más duros de la crisis financiera global. Ahora el parqué vuelve a estar cerca de los niveles récord aunque estancado en los 17.550 puntos, y lleva su peor año desde 2008. Este miércoles, el S&P 500 celebró la medida con una subida del 1,45%, el Dow Jones un 1,28% y el tecnológico Nasdaq un 1,52% pese a la presión del precio del crudo. El barril de brent, el de referencia en Europa, se dejó un 3,3% y el Texas estadounidense bajó un 5% empujado por el nuevo repunte en las reservas en EE UU. Fue cerrar el mercado petrolero y acelerarse las Bolsas estadounidenses, que escuchaban a Yellen con mínimas subidas.
La primera alza de tipos se suele absorber bien en el parqué, subrayan desde BlackRock, y en este caso se llevaba tiempo anticipando. Los operadores del mercado ven en esta primera alza un paso más bien “simbólico”, que indica confianza en la solidez de la economía, y prefieren centrarse en los próximos movimientos. Llevan meses diciéndolo: es más importante el ritmo de la subida que el momento en el que dé comienzo (este miércoles).
Wall Street ve a Janet Yellen como una persona moderada y eso es lo que espera que haga a partir de ahora. La Fed, según anticipan desde Bank of America, solo subirá tipos la cantidad que los mercados y economía pueden soportar. Su economista jefe, Ethan Harris da por hecho que seguirá una trayectoria escalonada. Según los datos de la última encuesta de esta entidad a gestores de fondos, en el medio plazo subida de tipos debería ser un catalizador de las Bolsas europeas y un freno para las estadounidenses.
Los parqués del Viejo Continente cerraron este miércoles en plano horas antes de que el banco central estadounidense anunciase la medida. Tras haber llegado a subir un 1% durante la jornada, el Ibex 35 acabó bajando un leve 0,01% arrastrado por el enésimo desplome del crudo. En el resto de grandes índices europeos la calma fue la nota dominante. Solo Milán retrocedió (-0,3%) y tanto París (0,22%), Fráncfort (0,18%) y Londres (0,72%) cerraron al alza.
Dólar más fuerte
En el mercado de divisas, en un momento en que los tipos bajos son una constante en todo el mundo desarrollado (en la eurozona están en el 0,05%, en Japón están anclados en el 0,1% y en Reino Unido siguen fijos en el 0,5%), la teoría indica que la subida de este miércoles en EE UU debería traducirse en una mayor fortaleza del dólar respecto al resto de monedas, incluido el euro. A última hora de este miércoles, el euro se cambiaba por 1,09 dólares, sin grandes cambios.
El nerviosismo de los mercados en las últimas semanas —las principales plazas europeas rompieron el martes una de sus peores rachas de las últimas décadas— tiene más relación, según la mayor parte de analistas, con las condiciones que rodean al alza que por la subida en sí misma. “La Fed había preparado a los mercados para el endurecimiento de la política monetaria; el problema es que llega en un momento en el que la inflación sigue débil”, apunta David Kohl, del banco suizo Julius Baer. En este hecho, de nuevo, tiene un rol fundamental el crudo, que salvo sorpresa mayúscula cerrará el año por debajo de los 40 dólares.
Los analistas no ven una segunda alza hasta junio. El banco HSBC apoya este análisis y dice que “todo el mundo entendía que iba a pasar”. Lo importante, matizan, es cómo jugará sus cartas: a diferencia del ciclo de subidas entre 2003 y 2006, ahora no hay un curso predefinido.
La atención de los inversores no se centra solo en el impacto interno del cambio de política monetaria. También se fijan en la divergencia de estrategias con Europa, por el efecto que puede tener en el cambio del dólar, y en sus implicaciones en economías emergentes como la de Turquía, Brasil o Sudáfrica, que se beneficiaron de siete años de laxitud extrema y ahora muestran signos de agotamiento.
Los analistas de DoubleLine Capital creen por eso que es un error subir tipos. “Los indicadores no cambiaron mucho respecto a la retórica utilizada en septiembre para justificar la pausa”, opina Jeffrey Gundlach. Lo complicado, admiten en Bank of America, es que el alza de tipos coincide con la moderación en China y el desplome las materias primas. “La Fed también prestará atención a eso”, concluyen.