Un estudio revela que los jóvenes tienen "amigos" desconocidos en las redes y que acuden a citas cara a cara
La Paz, ANF
Un estudio próximo a publicarse, al que tuvo acceso ANF, evidencia que adolescentes y jóvenes están altamente expuestos a la violencia digital.
El estudio fue realizado en 40 establecimientos educativos fiscales y de convenio de las ciudades de El Alto y Santa Cruz, está a cargo de la Fundación Redes y cuenta con el auspicio de la Fundación Viva.
Revela que los estudiantes de entre 11 a 19 años tienen comportamiento de alto riesgo digital, se muestran sin reparos a través de la cámara web y sobreexponen imágenes personales y familiares en el internet.
Eduardo Rojas, director de la Fundación Redes, compartió con ANF algunos datos preliminares del estudio, que muestra que tanto hombres como mujeres, tienen “poco cuidado en la gestión de su identidad digital y es común que difundan su número de celular, correo electrónico; nombre de usuarios en redes sociales, actualizaciones de estado, establecimiento educativo al que asiste y anuncios públicos sobre situaciones intimas como su estado emocional, sentimental o familiar”.
Los niveles de riesgo alcanzan un tope extremo cuando se analiza el contacto de estudiantes con personas desconocidas. El estudio evidenció que, en promedio, cerca al 70% de estudiantes varones y 60% de mujeres en El Alto y Santa Cruz, tienen relación con personas desconocidas en sus redes sociales. En ambas ciudades, entre el 45% de estudiantes varones y más del 25% de mujeres admitió que asistió a encuentros cara a cara con conocidos virtuales de sus redes sociales.
En El Alto, el 29,6% de estudiantes hombres y mujeres de 10 a 14 años y 36,1% de estudiantes de 15 a 19 años ha conocido amigos virtuales en la vida real. En Santa Cruz, 43,1% de estudiantes hombres y mujeres entre 10 y 14 años y 39,7% de estudiantes entre 15 y 19 años ha conocido amigos virtuales en la vida real.
Como muestran los datos, “cada vez son más adolescentes y pre-adolescentes quienes asumen comportamientos de riesgo digital” a través de las redes sociales y las plataformas de comunicación móvil, explica Rojas.
El estudio también constata que las innovaciones tecnológicas han provocado cambios importantes en el uso del internet, y tanto en la ciudad de El Alto como en Santa Cruz los y las estudiantes han pasado de las salas de chat s a las plataformas móviles como WhatsApp; y de las plataformas móviles a los videojuegos e interacciones en nube.
Sin diferencia de edad, la tendencia es a ignorar los riesgos que existen en el internet y es cada vez mayor la dependencia tecnológica de adolescentes y jóvenes de ambas ciudades.
En promedio cerca al 40 por ciento del estudiantado admitió que experimenta ansiedad cuando no está conectado al internet y según la Fundación Redes este tipo de comportamientos constituyen la antesala a la adicción a la tecnología.
El estudio que está en la etapa final de procesamiento de datos, abarca múltiples dimensiones de la violencia digital y formula recomendaciones para disminuir los altos riesgos a los que se expone la población estudiantil a la hora de hacer uso de las nuevas tecnologías.
Un estudio próximo a publicarse, al que tuvo acceso ANF, evidencia que adolescentes y jóvenes están altamente expuestos a la violencia digital.
El estudio fue realizado en 40 establecimientos educativos fiscales y de convenio de las ciudades de El Alto y Santa Cruz, está a cargo de la Fundación Redes y cuenta con el auspicio de la Fundación Viva.
Revela que los estudiantes de entre 11 a 19 años tienen comportamiento de alto riesgo digital, se muestran sin reparos a través de la cámara web y sobreexponen imágenes personales y familiares en el internet.
Eduardo Rojas, director de la Fundación Redes, compartió con ANF algunos datos preliminares del estudio, que muestra que tanto hombres como mujeres, tienen “poco cuidado en la gestión de su identidad digital y es común que difundan su número de celular, correo electrónico; nombre de usuarios en redes sociales, actualizaciones de estado, establecimiento educativo al que asiste y anuncios públicos sobre situaciones intimas como su estado emocional, sentimental o familiar”.
Los niveles de riesgo alcanzan un tope extremo cuando se analiza el contacto de estudiantes con personas desconocidas. El estudio evidenció que, en promedio, cerca al 70% de estudiantes varones y 60% de mujeres en El Alto y Santa Cruz, tienen relación con personas desconocidas en sus redes sociales. En ambas ciudades, entre el 45% de estudiantes varones y más del 25% de mujeres admitió que asistió a encuentros cara a cara con conocidos virtuales de sus redes sociales.
En El Alto, el 29,6% de estudiantes hombres y mujeres de 10 a 14 años y 36,1% de estudiantes de 15 a 19 años ha conocido amigos virtuales en la vida real. En Santa Cruz, 43,1% de estudiantes hombres y mujeres entre 10 y 14 años y 39,7% de estudiantes entre 15 y 19 años ha conocido amigos virtuales en la vida real.
Como muestran los datos, “cada vez son más adolescentes y pre-adolescentes quienes asumen comportamientos de riesgo digital” a través de las redes sociales y las plataformas de comunicación móvil, explica Rojas.
El estudio también constata que las innovaciones tecnológicas han provocado cambios importantes en el uso del internet, y tanto en la ciudad de El Alto como en Santa Cruz los y las estudiantes han pasado de las salas de chat s a las plataformas móviles como WhatsApp; y de las plataformas móviles a los videojuegos e interacciones en nube.
Sin diferencia de edad, la tendencia es a ignorar los riesgos que existen en el internet y es cada vez mayor la dependencia tecnológica de adolescentes y jóvenes de ambas ciudades.
En promedio cerca al 40 por ciento del estudiantado admitió que experimenta ansiedad cuando no está conectado al internet y según la Fundación Redes este tipo de comportamientos constituyen la antesala a la adicción a la tecnología.
El estudio que está en la etapa final de procesamiento de datos, abarca múltiples dimensiones de la violencia digital y formula recomendaciones para disminuir los altos riesgos a los que se expone la población estudiantil a la hora de hacer uso de las nuevas tecnologías.