Petroleras reciben el 97% de los costos y su retribución suma $us8.000 MM
La Paz, Erbol
El
gobierno observó un 1.8% de los costos recuperables de las empresas
petroleras y rechazó un 1%, mientras que la retribución de estas
operadoras alcanza a unos 7.996 millones de dólares, con base en los
4.798 millones oficialmente reconocidos para esos costos, y una utilidad
o ganancia de 3.198 millones entre 2007 y 201.
La
retribución, paga final o remuneración de las empresas petroleras
titulares de los contratos de hidrocarburos, podría sin embargo superar
los 9.700 millones de dólares (MM/$us) si se agregan 587 MM en costos
recuperables equivalentes de la gestión 2006 y un mínimo estimado de 650
MM para el 2014, sin contar ganancias de estos años (485 MM sólo el
2006).
Pese
a la información contradictoria, oculta y parcial −con datos oficiales
eliminados ahora de la página digital de la empresa petrolera estatal
pero conservados en otros archivos, y cruzados con cifras de la
Fundación Jubileo y otros centros de estudio−, se pudo establecer que
los costos recuperables muestran un ascenso constante, de 295 MM/$us en
2007 a un estimado de 1.085 MM el año pasado, para cerrar en 4.931 MM
reportados, de los que 133.3 MM fueron observados, por lo que el Estado
resolvió reconocer y pagar el 97.2%.
El
promedio anual que remesan en total las petroleras a sus centros
matrices sumaría 1.142 por cada uno de los siete años transcurridos en
el periodo 2007-2013.
En
paralelo, cifras parciales de YPFB procesadas por Jubileo y otras más
recientes mencionadas por el ministro Juan José Sosa en el último
Congreso Gas & Petróleo, en mayo pasado, dan cuenta también del
crecimiento de la denominada “Participación adicional” de la corporación
estatal en la renta petrolera en general y en la renta estatal de este
negocio.
Del
2007 al 2013 esta participación suma 3.999,8 MM/$us, respecto de los
30.797 millones que generó en ingresos la comercialización del gas de
mayo del 2007 a julio del 2014, cifra destacada por el presidente de
YPFB, Carlos Villegas, hace dos semanas.
De
acuerdo con especialistas, YPFB participa de ingresos en al menos tres
segmentos del caudal petrolero: en su asignación adicional desde el
2007, en los costos recuperables cuando forma parte de una sociedad
petrolera y en las ganancias como titular asociado de un contrato.
Una “nebulosa” de 4.000 MM/$us
¿Qué
hace Yacimientos con todo ese dinero, cómo lo administra, qué control
ejerce la sociedad civil en ese presupuesto o qué rendición de cuentas
efectiva existe sobre la gestión de la renta de los hidrocarburos?, se
inquirió en el contexto de un diplomado sobre industrias extractivas,
auspiciado por Jubileo y la Universidad Salesiana.
“Es
una nebulosa; el principal problema es que no existe una norma sobre
esto y no se sabe la incidencia. Sería interesante que haya una
normativa para la participación de YPFB. No hay ninguna que establezca
lo que YPFB puede hacer con los montos de su participación”, dijo el
analista Raúl Velásquez, de la fundación Jubileo, vinculada a la Iglesia
Católica en Bolivia.
“La
idea era que sirva para reinvertir en exploración pero no se ha
plasmado en una norma que diga en qué debe invertir. No está claro este
restante 50 % (aparte de regalías e IDH). Se sabe cómo está compuesto:
costos recuperables, ganancia del titular y ganancia de YPFB, pero no
los montos y destinos, tampoco cómo se los administra efectivamente”
La
estatal petrolera puede traer al cantautor Silvio Rodríguez o presentar
a Los Kjarkas, auspiciar homenajes a la madre tierra, etc. Y apoyar al
bono Juancito Pinto. “Pero en gastos, todo eso es una nebulosa”,
coincidieron otros analistas.
“Sería
fácil decir, como sociedad civil, que YPFB usa esta partida para
determinados rubros pero como no está transparentado, no se sabe. Un
primer paso sería pedir que se transparente en qué se gasta esta
participación”, sugirió Velásquez.
Contradicciones y falta de transparencia
Tan
solo al 2011, se registraba que, entre costos recuperables y
utilidades, la retribución de las empresas crecía a 6.623 MM desde el
2006, y a 7.657 MM desde el 2005, de acuerdo al siguiente cuadro de
Jubileo, complementado con cifras del Ministerio de Hidrocarburos y
Energía:
El presidente Evo
Morales señaló en septiembre pasado que, con excepciones, el promedio
de la participación estatal y de las operadoras es de 75-25.
Pero varias versiones
oficiales contradictorias se han registrado desde entonces, a lo que se
suman cuestionamientos a la falta de transparencia en la gestión de los
hidrocarburos, entre ellos, la crítica del Centro de Estudios para el
Desarrollo Agrario y Laboral (CEDLA) a los costos recuperables
reconocidos pero que no son directamente atribuibles a la producción.
Al comenzar el año,
las operadoras solicitaron incluso que el doble aguinaldo de sus
ejecutivos y sus trabajadores de élite sea pagado como un costo de este
tipo.
Carlos Arze, analista
del CEDLA refirió que los gerentes petroleros incluyen gastos
personales, mientras el presidente de YPFB ya había “reflexionado” en
agosto pasado, a los afiliados de la Cámara de Hidrocarburos para que
reduzcan sus costos incrementados entre 2 y 10%.
En el seminario
patronal, Carlos Villegas, anticipó el debate: “Creo que conjuntamente
podemos realizar una correcta administración de costos”, dijo mientras
la presidenta de la Cámara, Claudia Cronembold, refería: “los costos son
como las uñas, hay que cortarlas todo el tiempo”.
Otros expertos como el
economista Armando Méndez, se inclinan por un punto de vista contrario:
que las petroleras en realidad han reducido sus costos porque ya han
recuperado hace años sus inversiones, aunque siguen logrando un tanto
del Estado, que lo permite.
En un encuentro del
CEDLA, a comienzos de octubre, buena parte de los participantes
coincidieron en que las transnacionales se habían cobrado largamente sus
inversiones, además que a título de amortización de inversiones, las
petroleras sólo estaban dejando “fierros” y equipos cada día más
afectados por las depreciaciones aceleradas en tecnología.
Pero, sobre todo, que
el costo de producción y precio de los hidrocarburos, ya incluía una
renta o utilidad, al margen de la ganancia o utilidad mayor de las
empresas.
Para entonces, el
vicepresidente Alvaro García Linera insistía que el negocio de los
hidrocarburos en Bolivia tiene esta distribución: IDH y regalías 50%,
participación de YPFB 14,1%, patentes e impuestos para el Tesoro
General de la Nación 10,6%; ganancia empresas extranjeras 10,9% y costos
recuperables 14,4%, totalizando la porción nacional 74.7 %, lejos del
82-85 y aún 87 % publicitado por su gobierno.
Días después, en
referencia a la renta del 2013, García Linera dijo que el Estado
recibió 5.400 MM/$us y las empresas 1.500 MM, lo que representaba,
sobre un total de 6.900 MM un 78.2 %, igualmente distante de lo que
durante muchos años se hizo creer a la ciudadanía, sin informarle con
precisión ni explicarle en profundidad qué significaban las utilidades
semi escondidas y cuánto eran los costos recuperables, que a final
terminan siendo pagados en 97 %.
La misma cifra de
5.400 MM/$us sustentada por el Vicepresidente quedó en entredicho,
puesto que el presidente de YPFB había asegurado el 16 de enero que la
renta petrolera sobrepasaba el 2013 los 5.566 MM distribuidos en
impuestos “Upstream” 850,1; patentes 11,4; participaciones YPFB
1.154,8; regalías 1.254,4 e IDH 2.314,8 millones.
A fines de septiembre,
Villegas había calificado como “pequeño” el monto de los 4.798 MM en
costos recuperables respecto de la magnitud del negocio y más bien
aseveró que había contribuido al pago de bonos sociales, estos, según
analistas, equivalentes a 1 % de Producto Interno Bruto, o cerca de 238
MM/$us al 2011, cuando los ingresos por la venta de eran 19 veces
mayores superando los 4.024MM/$us.
También negó que haya
un manejo “discrecional” en el pago de los costos recuperables o que
estos supongan un gasto de esa naturaleza.
Razonabilidad y más problemas
Los costos
recuperables rigen desde el 2006 con los contratos de operación que las
empresas realizan por su exclusiva cuenta y riesgo a cambio de una
retribución de YPFB, compuesta precisamente por costos recuperables y
las ganancias o utilidades
El anexo D establece
qué conceptos comprenden, principalmente costos de operación, llamados
Copex, y amortización de capital invertido, Capex, recordó Velásquez.
“Si se ha registrado
un aumento de la producción se debe a fuertes inversiones (ejemplo los
campos Sábalo, Margarita) y obviamente esa inversión implica mayor
amortización. Una vez pagada, los activos pasan a propiedad de YPFB”.
“Es razonable que se hayan incrementado seguramente por el componente de amortización”, concluyó.
Sin embargo las
tribulaciones de YPFB, si sus ejecutivos asumían así el momento,
pasaban también, según registros externos, dado que la estatal no los
alude, por dificultades para la ejecución del presupuesto general y del
de inversiones, dos problemas crónicos en la estatal petrolera.
Por una parte, no se informó el grado de avance semestral de la ejecución presupuestaria ni tampoco al III trimestre.
Y
si al 31 de diciembre pasado oficialmente Yacimientos registraba un
crédito vigente de 99.670 millones de bolivianos (equivalente a 14.238
MM/$us) y un devengado de 71.152 MM/Bs. [10.164 MM/$us), la diferencia
sumó 28.518 MM equivalentes a unos 4.074 MM/$us sin ejecución el
2013.
Para
el 2014 el Presupuesto General del Estado, le había asignado a la
corporación 88.911 MM/Bs. (12.701 MM/$us) de un total de 101.995
MM/Bs. (14.570 MM/$us) para 35 “empresas públicas”, según reporte del
diario cruceño El Deber.
La situación del ítem 513 correspondiente a YPFB era la siguiente el 6-octubre del 2014:
En
ejecución de inversiones, comprometidas por 3.029 MM/$us para esta
gestión, las autoridades daban por hecho a mediados de año que se
ejecutaría el total, dados los altos gastos en plantas separadoras y la
planta de amoniaco y úrea en el Chapare, que operará desde el 2015,
retrasando los planes de industrialización, puesto que la separación de
licuables no lo es, según expertos de Jubileo y el CEDLA.
En
todo caso, YPFB en los últimos cuatro años desde el 2010, no cumplió
con su ejecución programada de 7500 MM/$us, de los que ejecutó realmente
5.500 dejando un acumulado no ejecutado de unos 2.000 millones de
dólares, casi el costo de dos plantas de urea y sus ferrocarriles,
similares a los de Bulo bulo, cuando los principales retos son
resultados positivos en la exploración para compensar la intensa
monetización de las reservas nacionales de hidrocarburos.
Para
ironía de las políticas de transparencia, participación social y
rendiciones de cuentas públicas, la última contiene 10 firmas en la
columna del MEH, 14 en la de organizaciones sociales y 11 en la de
representación del Ministerio de Transparencia, la mayoría
correspondiente a funcionarios de estado, con sus respectivos sellos.
(Ver http://www.ypfb.gob.bo/8-ypfb-corporacion/acerca-de-ypfb/102-transparencia.html)
Como
observara no hace muchos meses, el director ejecutivo de la Fundación
Jubileo, Juan Carlos Núñez, “hoy por hoy, en muchos casos, YPFB acaba
siendo juez y parte en el tema hidrocarburos”.
Y
la misma Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), el organismo
fiscalizador, depende en su designación directiva actualmente interina,
de una resolución suprema del Órgano Ejecutivo encabezado por el
presidente del Estado.