Las deudas de Evo Morales con Bolivia

La Paz, BBC Mundo
Evo Morales, con ocho años en la presidencia de Bolivia, va en camino de consolidarse como el mandatario latinoamericano que más tiempo lleva en el poder.
Si este domingo gana las elecciones presidenciales en su país, como se espera, se enfrentará a un tercer mandato que -al menos según la actual constitución- será su último.
La gestión del exsindicalista cocalero se caracterizó por el crecimiento económico, la extensión de programas sociales o la integración de las comunidades indígenas en la toma de decisiones.

Sin embargo, Morales tendrá que enfrentarse muy seguramente en su tercer mandato a varios desafíos que no logró resolver durante sus primeros ocho años de gobierno.
Estas son, según los expertos, las principales deudas de la gestión de Evo Morales en Bolivia.

Justicia

"Uno de los errores de la Constitución ha sido ese, la elección de autoridades con el voto del pueblo. Lo lamento mucho, me duele mucho".
Así reconocía el propio Morales en una entrevista con el diario español El País el fracaso de su política de elección popular de jueces.


El presidente boliviano reconoció en una entrevista que la política de elección popular de jueces fue un fracaso.
Si bien el proyecto de sufragio universal se presentó al principio por el gobierno como uno de los ejemplos de la "refundación" de Bolivia y democratización de los poderes del Estado, la elección de jueces acabó siendo un revés para el presidente, sin que las grandes carencias del sistema judicial boliviano se hayan resuelto.
En la elección popular de jueces de 2011 acabó triunfando la opción del voto nulo y el voto en blanco, un pedido de la oposición para rechazar la reforma de Morales.
"La gente que intuía la politización de la justicia votó en blanco", explica a BBC Mundo Carlos Toranzo, politólogo de la Fundación Friedrich Ebert-Stiftung (FES).
"Esos jueces (los que fueron elegidos) dependen absolutamente el Poder Ejecutivo, con una obsecuencia y falta de competencias que alarma. Es esa justicia la que está en crisis", añade.
"El punto flaco de la gestión de Morales ha sido su incapacidad para reformar el ramo judicial para agilizarlo", apunta la analista Kathryn Ledebur, de la ONG Red Andina de Información.
"Sigue habiendo grandes niveles de corrupción en la Justicia y las condiciones en las cárceles son preocupantes, con hacinamiento que llega al 300% en algunos centros", le dice a BBC Mundo.
En los últimos años se han producido varios motines importantes en las cárceles, donde le 83% de los internos están presos a la espera de la celebración de un juicio, como el que en agosto de 2013 dejó 35 muertos en el penal de Palmasola de la ciudad oriental de Santa Cruz.

Industrialización

Si bien la expansión económica del país -que tiene la mayor tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto de toda Sudamérica- se ve como uno de los grandes logros de Morales, los expertos también advierten de la excesiva dependencia boliviana de sus materias primas.


Bolivia sólo tiene rentabilidad para exportar unos cuantos productos.
El Estado "vive de la renta petrolera, en parte de la renta minera", dice Toranzo.
"En Bolivia se instaló un modelo primario exportador, más intenso que en el pasado: sólo tiene rentabilidad producir gas, minerales y algo de soya", explica el analista.
"El boom de esas materias primas se refleja a en ingentes cantidades de dólares en el país, el dólar es la mercancía más barata en Bolivia, con esas divisas se compre todo del exterior, por tanto, la industria se debilita. Los excedentes del gas no se utilizan para industrializar, sino para aumentar el gasto corriente", advierte el analista.
Durante la campaña electoral, el gobierno dejó claro que su siguiente paso es "industrializar" las materias primas para convertir a Bolivia en un país exportador de conocimiento, valor agregado y tecnología.
Pero por ahora el nivel de industrialización del país alcanza apenas el 16% del PIB (la meta es llegar al 27% de aquí a 2025).

Medio ambiente

"Uno de los desafíos más importantes para la administración del Movimiento al Socialista ha sido encontrar un balance entre las demandas de servicios básicos financiados por las industrias extractivas y su retórica de proteger y vivir en armonía con la naturaleza", aseguran desde la Red Andina de Información.
La dependencia económica de Bolivia con sus materias primas ha sido el origen de varios conflictos sociales, por ejemplo, en el seno de comunidades mineras, sobre los beneficios económicos por encima del respeto al medio ambiente.


Balancear las demandas de quienes buscan explotar las industrias extractivas y mantener la armonía con la naturaleza ha sido un desafío para Morales.
Una de las mayores crisis para el gobierno de Morales tuvo su origen en sus planes para construir una carretera a través del Amazonas, que cruzaría el Territorio Isiboro y Parque Nacional Isidoro Secure (Tipnis), una de las más importantes reservas naturales del continente.
Las multitudinarias marchas y protestas de los indígenas del Tipnis en La Paz, que demandaban ser consultados antes de adjudicar el proyecto, como se defiende en la Constitución, lograron la paralización del proyecto, que sin embargo no fue del todo desestimado.
Según un estudio del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia, la vía en Tipnis implicaría la pérdida de 610.000 hectáreas de bosque, equivalentes al 43% de su cobertura forestal total.

Mujer

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Bolivia encabeza la lista de 13 países de Latinoamérica con más casos de violencia física contra mujeres y es el segundo en cuanto a violencia sexual.
Aunque no existen cifras oficiales, el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer de Bolivia (Cidem), que realiza un monitoreo de casos de violencia de género reportados, estima en 59 el número de feminicidios ocurridos entre enero y junio de 2014.


El país encabeza la lista de naciones con más violencia física contra las mujeres de la OPS.
Otras 40 mujeres murieron víctimas de la inseguridad ciudadana, alertan.
Si bien en 2013 se aprobó una ley que incluía medidas preventivas de la violencia, apoyo a las víctimas y fuertes penas para los agresores, el acoso contra las mujeres no ha cesado, hasta el punto que según Cidem 7 de cada 10 mujeres bolivianas han sufrido alguna forma de violencia en su vida.
"Ha habido un tremendo salto sobre el papel, en el campo legislativo (antes de esta ley, por ejemplo, no se consideraba un crimen la violación dentro del matrimonio- . Pero no hemos visto dedicación en cuanto asignación de presupuesto para aplicar las leyes o apoyar a las víctimas", dice Kathryn Ledebur.

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