Los países latinoamericanos que más y menos invierten
Alejandro Rebossio, El País
Mucho se escribe sobre qué países latinoamericanos reciben más inversión extranjera directa, es decir, más capitales para comprar empresas o para radicar nuevos centros de producción de bienes o servicios. Mucho se escribe sobre qué países son más competitivos y se pronostica que recibirán más inversión externa. La semana pasada en Financial Times se advertía que, dada la bajada de los precios de las materias primas y el menor flujo de capitales hacia los países emergentes, Sudamérica enfrentará tiempos de menos abundancia y se advertirá qué gobiernos se consumieron toda la bonanza y cuáles invirtieron.
Pero veamos los números de inversión bruta interna fija, que es el indicador de cuánto se desembolsa en construcción y en adquisición de maquinaria que reproduce capital. Ese indicador incluye la inversión extranjera (no la compra de empresas sino la radicación de nuevas líneas de producción), pero también la local, tanto estatal como privada. Los últimos datos disponibles del Banco Mundial son de 2012, aunque en los casos de algunos países son anteriores (Colombia, 2011; Cuba y Panamá, 2010 y Uruguay, 2008):
País Inversión (% del PIB)
Panamá 28
Ecuador 27
Perú 27
Nicaragua 25
Chile 24
Colombia 24
Honduras 24
Argentina 22
México 21
Uruguay 21
Costa Rica 20
Venezuela 20
Bolivia 18
Brasil 18
República Dominicana 16
Guatemala 15
Paraguay 15
El Salvador 14
Cuba 10
Canal
En el caso de Panamá, la inversión de 2003-2010 equivalió al 20,9% del PIB. De ese total, el 5,8% provino de la inversión pública y el 15,1%, de la privada. De la estatal se puede destacar la obra de ampliación del canal de Panamá y el plan de obras públicas del Gobierno de Ricardo Martinelli. De la inversión privada, la destinada a la construcción y la minería, según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre la economía regional.
Ecuador ya había tenido un nivel del 27% del PIB en la media de 2003-2010. Eso responde a una inversión pública del 7,3%, un nivel elevado, y una privada del 19,7%. Se destaca el plan de inversión eléctrica del Gobierno de Rafael Correa para dejar atrás los apagones de 2009, así como el programa de construcción de carreteras.
En el caso de Perú, entre 2003 y 2010 la inversión alcanzó el 22,5%, de los cuales 3,9% fue aporte del Estado y 18,6%, del sector privado. Ha habido inversión pública, sobre todo de los gobiernos subnacionales, pero también capitales privados orientados a la construcción, la minería y la energía.
¿Qué sucede con Nicaragua? Entre 2003 y 2010 la inversión fue del 21,7%, de los cuales el 4% provenía del sector público y el 17,7%, del privado. Las empresas privadas han apostado por las energías renovables, la minería y, en menor medida, las telecomunicaciones y la industria.
La media de Chile fue del 24,7% en el periodo 2003-2010. El Estado aportó apenas el 2,4% y las compañías privadas, el 22,4%. Los capitales han llegado para invertir en materias primas, pero también en comercio, telecomunicaciones e inmuebles.
Codelco
En el caso de Colombia, el promedio 2003-2010 fue del 21,5%. El sector público desembolsó el 3,7% y el privado, el 17,8%. El Gobierno de Juan Manuel Santos está invirtiendo en obras civiles, transporte, inclusión social, defensa y vivienda, según la CEPAL. Minería y energía atraen a las empresas privadas, pero también la industria y la banca.
Argentina promedió el 20,3% de inversión entre 2003 y 2010. La estatal fue de apenas el 2,4%, aunque mayor que en los 80 y los 90. La privada, del 17,9%. Desde 2012, el mercado inmobiliario cae y las empresas extranjeras se ven forzadas a reinvertir sus beneficios en lugar de girarlos a sus casas matrices, ambas consecuencias de los controles a la salida de capitales. En el siglo XXI ha habido inversión inmobiliaria, en agricultura y minería, pero también en industria.
México invirtió el equivalente al 21,1% de su PIB entre 2003 y 2010. El 4,8% correspondió al Estado y el 16,4%, a las compañías privadas. Parte de esa inversión pública es la de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Venezuela había invertido de media el 27,3% del PIB entre 2003 y 2010. Un 15,7% es del sector público, y sobre todo de Petróleos de Venezuela (PDVSA), aunque también hay obras públicas, como la construcción de viviendas sociales. Solo el 12% es capital privado.
Por último entre las grandes economías de la región aparece Brasil, con un 17,3% en el periodo analizado. Un 2,4% es del Estado y un 15,5%, de las empresas privadas. Es cierto que el gigante sudamericano ha sido el que más ha captado inversión extranjera en los últimos años, pero muchos de esos capitales se orientaron a la adquisición de compañías. Mucho se debate en Brasil sobre la desindustrialización que trajo aparejada la apreciación del real de los años previos al actual o sobre los déficits de infraestructura que han llevado al pueblo a la calle en los últimos meses.
Petrobras
Si uno analiza las últimas tres décadas, América Latina ha elevado su inversión. En la década perdida, la de la crisis de la deuda externa, los 80, la inversión era del 17,7% del PIB. Después subió entre 1990 y 2002 al 19% y a partir de 2003, con la subida del precio de las materias primas, se elevó al 20,4%. Había más dinero ingresando a la región y parte fue invertido en el mercado inmobiliario y otra, en el sector productivo, sobre todo primario y de servicios destinados al consumo interno. La inversión no ha recuperado los niveles de los 70. También está lejos de los guarismos actuales de Australia y Corea del Sur (28%), China (48%), India (36%), Noruega (25%) o Rusia (26%), y a la par de países donde el PIB es mucho mayor que el de la mayoría de los países latinoamericanos, como Francia y España (20%), Alemania (17%), Italia (18%) o EE UU (15%), aun cuando muchos de ellos han aplicado recortes del gasto público y privado por la crisis que han sufrido las economías desarrolladas a partir de 2008.
La evolución de la inversión pública fue distinta. En los 80 era del 5,6% del PIB. Después, con las privatizaciones en muchos países y sectores y el recorte del gasto público que vino con el neoliberalismo, bajó al 4,6% entre 1990 y 1998, cuando a la crisis asiática se sumó la rusa. Descendió al 4% entre 1999 y 2002, entre la devaluación de Brasil y la crisis de Argentina, y repuntó al 4,6% en los últimos años. Los países de más inversión pública en relación al PIB entre 2003 y 2010 son Venezuela, Cuba (9,1%), Bolivia (7,4%), Ecuador (7,3%), Panamá, México, Nicaragua y Uruguay (4%). Los de menos: Brasil, Costa Rica (1,9%) y República Dominicana (1,5%).
La inversión privada subió del 11,7% en los 80 al 14,3% entre 1990 y 1998, al 15% entre 1999 y 2002 y al 15,7% entre 2003 y 2010. Los países de más inversión privada en el periodo último son Chile, Honduras (20,8%), Costa Rica (19,9%) y Ecuador (19,7%), gracias a las petroleras extranjeras. Los de menos: Cuba (2,4%), Bolivia (7,4%), Venezuela (12%) y Uruguay (12,7%), según datos de la CEPAL.
Mucho se escribe sobre qué países latinoamericanos reciben más inversión extranjera directa, es decir, más capitales para comprar empresas o para radicar nuevos centros de producción de bienes o servicios. Mucho se escribe sobre qué países son más competitivos y se pronostica que recibirán más inversión externa. La semana pasada en Financial Times se advertía que, dada la bajada de los precios de las materias primas y el menor flujo de capitales hacia los países emergentes, Sudamérica enfrentará tiempos de menos abundancia y se advertirá qué gobiernos se consumieron toda la bonanza y cuáles invirtieron.
Pero veamos los números de inversión bruta interna fija, que es el indicador de cuánto se desembolsa en construcción y en adquisición de maquinaria que reproduce capital. Ese indicador incluye la inversión extranjera (no la compra de empresas sino la radicación de nuevas líneas de producción), pero también la local, tanto estatal como privada. Los últimos datos disponibles del Banco Mundial son de 2012, aunque en los casos de algunos países son anteriores (Colombia, 2011; Cuba y Panamá, 2010 y Uruguay, 2008):
País Inversión (% del PIB)
Panamá 28
Ecuador 27
Perú 27
Nicaragua 25
Chile 24
Colombia 24
Honduras 24
Argentina 22
México 21
Uruguay 21
Costa Rica 20
Venezuela 20
Bolivia 18
Brasil 18
República Dominicana 16
Guatemala 15
Paraguay 15
El Salvador 14
Cuba 10
Canal
En el caso de Panamá, la inversión de 2003-2010 equivalió al 20,9% del PIB. De ese total, el 5,8% provino de la inversión pública y el 15,1%, de la privada. De la estatal se puede destacar la obra de ampliación del canal de Panamá y el plan de obras públicas del Gobierno de Ricardo Martinelli. De la inversión privada, la destinada a la construcción y la minería, según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre la economía regional.
Ecuador ya había tenido un nivel del 27% del PIB en la media de 2003-2010. Eso responde a una inversión pública del 7,3%, un nivel elevado, y una privada del 19,7%. Se destaca el plan de inversión eléctrica del Gobierno de Rafael Correa para dejar atrás los apagones de 2009, así como el programa de construcción de carreteras.
En el caso de Perú, entre 2003 y 2010 la inversión alcanzó el 22,5%, de los cuales 3,9% fue aporte del Estado y 18,6%, del sector privado. Ha habido inversión pública, sobre todo de los gobiernos subnacionales, pero también capitales privados orientados a la construcción, la minería y la energía.
¿Qué sucede con Nicaragua? Entre 2003 y 2010 la inversión fue del 21,7%, de los cuales el 4% provenía del sector público y el 17,7%, del privado. Las empresas privadas han apostado por las energías renovables, la minería y, en menor medida, las telecomunicaciones y la industria.
La media de Chile fue del 24,7% en el periodo 2003-2010. El Estado aportó apenas el 2,4% y las compañías privadas, el 22,4%. Los capitales han llegado para invertir en materias primas, pero también en comercio, telecomunicaciones e inmuebles.
Codelco
En el caso de Colombia, el promedio 2003-2010 fue del 21,5%. El sector público desembolsó el 3,7% y el privado, el 17,8%. El Gobierno de Juan Manuel Santos está invirtiendo en obras civiles, transporte, inclusión social, defensa y vivienda, según la CEPAL. Minería y energía atraen a las empresas privadas, pero también la industria y la banca.
Argentina promedió el 20,3% de inversión entre 2003 y 2010. La estatal fue de apenas el 2,4%, aunque mayor que en los 80 y los 90. La privada, del 17,9%. Desde 2012, el mercado inmobiliario cae y las empresas extranjeras se ven forzadas a reinvertir sus beneficios en lugar de girarlos a sus casas matrices, ambas consecuencias de los controles a la salida de capitales. En el siglo XXI ha habido inversión inmobiliaria, en agricultura y minería, pero también en industria.
México invirtió el equivalente al 21,1% de su PIB entre 2003 y 2010. El 4,8% correspondió al Estado y el 16,4%, a las compañías privadas. Parte de esa inversión pública es la de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Venezuela había invertido de media el 27,3% del PIB entre 2003 y 2010. Un 15,7% es del sector público, y sobre todo de Petróleos de Venezuela (PDVSA), aunque también hay obras públicas, como la construcción de viviendas sociales. Solo el 12% es capital privado.
Por último entre las grandes economías de la región aparece Brasil, con un 17,3% en el periodo analizado. Un 2,4% es del Estado y un 15,5%, de las empresas privadas. Es cierto que el gigante sudamericano ha sido el que más ha captado inversión extranjera en los últimos años, pero muchos de esos capitales se orientaron a la adquisición de compañías. Mucho se debate en Brasil sobre la desindustrialización que trajo aparejada la apreciación del real de los años previos al actual o sobre los déficits de infraestructura que han llevado al pueblo a la calle en los últimos meses.
Petrobras
Si uno analiza las últimas tres décadas, América Latina ha elevado su inversión. En la década perdida, la de la crisis de la deuda externa, los 80, la inversión era del 17,7% del PIB. Después subió entre 1990 y 2002 al 19% y a partir de 2003, con la subida del precio de las materias primas, se elevó al 20,4%. Había más dinero ingresando a la región y parte fue invertido en el mercado inmobiliario y otra, en el sector productivo, sobre todo primario y de servicios destinados al consumo interno. La inversión no ha recuperado los niveles de los 70. También está lejos de los guarismos actuales de Australia y Corea del Sur (28%), China (48%), India (36%), Noruega (25%) o Rusia (26%), y a la par de países donde el PIB es mucho mayor que el de la mayoría de los países latinoamericanos, como Francia y España (20%), Alemania (17%), Italia (18%) o EE UU (15%), aun cuando muchos de ellos han aplicado recortes del gasto público y privado por la crisis que han sufrido las economías desarrolladas a partir de 2008.
La evolución de la inversión pública fue distinta. En los 80 era del 5,6% del PIB. Después, con las privatizaciones en muchos países y sectores y el recorte del gasto público que vino con el neoliberalismo, bajó al 4,6% entre 1990 y 1998, cuando a la crisis asiática se sumó la rusa. Descendió al 4% entre 1999 y 2002, entre la devaluación de Brasil y la crisis de Argentina, y repuntó al 4,6% en los últimos años. Los países de más inversión pública en relación al PIB entre 2003 y 2010 son Venezuela, Cuba (9,1%), Bolivia (7,4%), Ecuador (7,3%), Panamá, México, Nicaragua y Uruguay (4%). Los de menos: Brasil, Costa Rica (1,9%) y República Dominicana (1,5%).
La inversión privada subió del 11,7% en los 80 al 14,3% entre 1990 y 1998, al 15% entre 1999 y 2002 y al 15,7% entre 2003 y 2010. Los países de más inversión privada en el periodo último son Chile, Honduras (20,8%), Costa Rica (19,9%) y Ecuador (19,7%), gracias a las petroleras extranjeras. Los de menos: Cuba (2,4%), Bolivia (7,4%), Venezuela (12%) y Uruguay (12,7%), según datos de la CEPAL.