ANÁLISIS: Reptando

Ernesto Ekaizer, El País
El pasado 8 de octubre, quedaron registradas aquí estas palabras, al comentar cómo define el National Bureau of Economic Research (NBER) de Estados Unidos una recesión económica.


Su definición, decía la entrada de este Blog, es muy sencilla, carece de ornamentos: "Una significativa caída de la actividad económica extendida a través de la economía que dura más que algunos meses, normalmente visible en el Producto Interior Bruto real, los ingresos reales, el empleo, la producción industrial y las ventas mayoristas y minoristas".

Y el comentario del 8 de octubre añadía: "El análisis de estos conceptos difícilmente nos llevaría en España a certificar la salida de la recesión con un crecimiento de la actividad del +0,1% en el tercer trimestre de este año".

Profundizaba: "No lo sería respecto de la recesión actual, como tampoco lo fueron los aumentos de la actividad de 2010 en relación con la anterior recesión. Por eso las palabras frágil y tenue [palabras del ministro de Economía Luis de Guindos] son tan adecuadas. Y, en realidad, permiten llegar a la conclusión principal de que tomando los conceptos apuntados, la economía española no habría logrado superar ni la primera ni la segunda recesión".

El Banco de España ha avanzado algo que el 30 de octubre tocará definir oficialmente, en primera vuelta, al Instituto Nacional de Estadística (INE): el crecimiento de la actividad en el tercer trimestre de 2013, tras nueve trimestres, o dos años y tres meses, negativos, a sido del 0,1%.

Pero en su informe trimestral julio-agosto-septiembre ofrece un dato que de confirmarse es muy relevante: el empleo ha sufrido una caída intertrimestral del 0,1%, (-3,1% en tasa anual).

Es decir que la EPA, coherente con esta reducción, no debería dar una subida de la ocupación (creación de empleo).

Mariano Rajoy había anticipado a The Wall Street Journal, el pasado 24 de septiembre, que la economía habría crecido entre el 0,1% y el 0,2%. Según el Banco de España, pues, una décima. Un 0,1%.

He aquí que el comentario realizado en este blog el 8 de octubre ha tenido, a su vez, una interesante correlación con el informe del Centre of Economic and Policy Research (CEPR), de Londres, un organismo de más de 700 economistas que trabajan, en su mayoría, en universidades europeas. La entidad benéfica tiene como chairman a Guillermo de la Dehesa y presidente a Richard Portes.

Este Centro encarga a un Comité la fijación del comienzo de las expansiones y recesiones en el ciclo económico de la Eurozona. Viene a hacer, pues, el trabajo que realiza el NBER, entidad privada, en Estados Unidos. La diferencia es que el CEPR no define la situación en cada país miembro de la Eurozona sino la evolución del conjunto del área.

El pasado viernes, día 18 de octubre, el Comité mencionado se reunió en París para analizar la situación con datos al 9 de octubre de 2013.

En los tres meses hasta junio de 2013, es decir, el segundo trimestre de 2013, la zona euro registró, según Eurostat, un crecimiento del 0,3%, después de caer durante los seis trimestres anteriores.

Tras analizar todos los datos disponibles del segundo trimestre en la Eurozona, el Comité emitió un comunicado.

"Aunque es posible que la recesión haya finalizado, ni la longitud ni la fortaleza de la recuperación es suficiente, a esta fecha del 9 de octubre de 2013, para declarar que la Eurozona ha salido de la recesión", señala. ¿Qué necesita para concluir que se ha salido de la recesión? "La evidencia de un crecimiento sostenido, confirmado por una serie de indicadores".

Eurostat no va a publicar esos indicadores, más completos, hasta el próximo 14 de noviembre. Pero el Comité del CEPR advierte que tanto en materia de desempleo como producción industrial las cosas siguen sin experimentar cambios respecto a lo que se considera una "caída significativa de la actividad". Se trata de saber si el crecimiento registrado en la Eurozona durante el segundo trimestre de 2013 es "solamente una pausa" en la recesión iniciada en el tercer trimestre de 2011.

En rigor, si se define una recesión, periodísticamente hablando, como dos trimestres de caída de la actividad, ¿qué menos que pedir dos trimestres positivos para santificar la salida de la recesión?

Bien.

El Banco de España anticipa lo que probablemente va a confirmar el INE a finales de octubre, es decir, que la economía española creció en el tercer trimestre un 0,1%. Sin embargo, si se analizan otros datos, como el empleo, la producción industrial, la demanda interna, la marcha del crédito para actividades productivas y empresas, el cuadro que surge es, para decirlo suavemente, frágil y tenue. Ya en 2010 vimos recuperaciones frágiles y tenues con salidas intertrimestrales de décimas.

Pero, como se ha apuntado, el informe trimestral del Banco de España dice también que se registraría en el tercer trimestre una caída de ocupación, tercer trimestre respecto del segundo, del 0,1%. Es decir, que estaríamos en una pérdida de empleos del orden de 20.000 personas.

No es el dato que a modo de "lluvia fina" viene anunciando el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien ha anticipado que habrá creación de empleo.

Hay que regresar al tercer trimestre de 2010, cuando la economía española comienza a recobrar algo de pulso, y antes de que se dejen sentir los ajustes del plan de mayo de 2010, para ver una caída del paro en la EPA. En 2011 y 2013 los terceros trimestres registran incrementos del paro.

En dicho tercer trimestre de 2010 la EPA dio un aumento de la ocupación (creación de empleo) de 69.900 y una disminución del paro de 70.800 personas respecto al segundo trimestre de 2010.

Es decir, el paro baja casi exactamente los puestos creados. Porque la población activa se ha mantenido inalterable.

Según la media de afiliaciones a la Seguridad Social durante los meses de julio-agosto-septiembre de 2013, comparados con los meses del trimestre anterior, su variación favorable, al alza, sería en todo caso imperceptible.

Pero, pero, el paro bajará.

¿Cómo? Sobre todo, por la variación de la población activa, tendencia que ya se advierte en los últimos meses. Las estimaciones privadas señalan para esta EPA del tercer trimestre una caída del orden de las 60.000 personas entre la gente en edad de trabajar que busca empleo.

Si se confirma este cuadro, el paro EPA tercer trimestre sufrirá una caída, en la que jugará un papel fundamental el abandono en la búsqueda de trabajo.

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