La economía de Estados Unidos crece un 1,7% en el segundo trimestre
La primera potencia creció seis décimas sobre lo anunciado en 2012 con la nueva metodología
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
La expansión económica en Estados Unidos se aceleró en el segundo trimestre al crecer a una tasa anualizada del 1,7%, tal y como recoge el nuevo modelo de cálculo del producto interior bruto (PIB). Según esta metodología, el dato del primer trimestre queda en el 1,1%, lo que supone una revisión a la baja de siete décimas.
En todo caso, es una buena base para que la Reserva Federal proceda a reducir sus estímulos. Si el dato de empleo del viernes y del mes próximo es sólido, el debate podría avivarse ya en septiembre. Hoy, la Fed ha mantenido sin cambios el plan de compra de activos, en los 85.000 millones de dólares al mes. Los tipos siguen intactos entre el 0% y el 0,25%. Y en el comunicado solo hay un mínimo cambio al calificar el crecimiento: antes se decía que era "moderado" y ahora, "modesto". El resto de mensajes se mantienen.
Las previsiones de los bancos de inversión no prometían mucho. El consenso de mercado auguraba un crecimiento del 1%. Incluso hubo analistas que lo llevaron por debajo del 0,5% hasta niveles muy parecidos a los vistos a finales de 2012. Así que sorprendió a mejor. Lo que no se esperaba tampoco Wall Street es que el 1,8% del primer trimestre quedara reducido hasta mostrar un ritmo tan débil.
La cifra conocida este miércoles es la primera lectura de tres, por lo que deberá afinarse. Los dedos viene apuntando ya hacia el efecto del drástico recorte en el gasto público, como consecuencia del bloqueo en la negociación para reducir el déficit público, que se redujo un 1,5% en el segundo trimestre tras caer un 8,4% en el primero. En paralelo, el consumo creció un 1,8%, frente al avance del 2,3% registrado en el primer trimestre.
PIB por partidas
La inversión de las empresas también contribuyó de forma positiva al crecimiento, al crecer un 4,6% tras contraerse en la misma proporción en el arranque del año. En el caso del sector inmobiliario, que creció un 13,4%, su evolución está en línea con el alza del 12,5% del primer trimestre. Del lado de la balanza comercial, las exportaciones subieron un 5,4% y las importaciones bajaron un 1,3%.
El crecimiento medio de EE UU está en el 3,3%, pero necesita expandirse a un ritmo cercano al 5% para que tenga un efecto real sobre el empleo. La tasa de paro rondaba el 7,6% en junio, aunque el viernes se publica el indicador de empleo de julio. De momento, junto al dato del PIB también se ha conocido que el sector privado creó 200.000 puestos de trabajo durante el mes que se cierra, un ritmo similar al de junio. Con vistas al futuro, los economistas creen que la economía repuntará un 2,5% en el tercer trimestre y que de ahí suba a un 2,8% en el cuarto.
El dato se conoció horas antes de que la Reserva Federal hiciese pública la decisión de política monetaria. Se espera que el equipo que preside Ben Bernanke opte por mantener el actual ritmo de compra de activos, de 85.000 millones de dólares al mes. El dato de empleo de julio será clave de cara a la reunión de septiembre. Antes habrá otra lectura más.
Impacto del bloqueo fiscal
Wall Street venía anticipando desde hace semanas un frenazo en el crecimiento en el segundo trimestre, que no parece haberse materializado. El propio Bernanke dijo en su última intervención en el Congreso que el bloqueo fiscal se estaba comiendo 1,5 puntos porcentuales del crecimiento. Lo que está por ver es cómo los nuevos datos del PIB pueden afectar también a la estrategia a corto plazo de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés).
El debate rota, en todo caso, sobre la fecha en la que la Fed empezará a moderar la compra de deuda. Los plazos que se barajan como posibles son septiembre y diciembre. En su último acto en público, Bernanke dijo que sería “a final de año”. La división es clara, con la mitad de los miembros favorables a que se empiece a levantar el pie del acelerador tras el verano. Pero el grupo del centro es más cauto.
En cuanto al cambio metodológico del PIB, el último gran ajuste estadístico se hizo en julio de 2009, cuando EE UU empezaba a emerger de la última recesión. Con el nuevo método, la tasa de crecimiento para el conjunto de 2012 queda ahora fijada en el 2,8%, frente al 2,2% que se dio inicialmente. Lo que no cambian los nuevos datos es que la última fue la peor crisis desde la Gran Depresión y que la salida está siendo agónica por su profundidad.
Aunque la revisión para 2012 es destacada, para el resto no cambio mucho con el nuevo modelo. El crecimiento medio desde 1929 es ahora una décima más alto, en lugar del 3,2%. Respecto a la última década, el crecimiento queda en el 1,8% frente al 1,6% que se dio hasta ahora. Desglosando la última crisis, la contracción entre el cuatro trimestre de 2007 y el segundo de 2009 queda en el 2,9%, frente al 3,2% Entre 2009 y 2012, el crecimiento fue del 2,4%, tres décimas más alto.
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
La expansión económica en Estados Unidos se aceleró en el segundo trimestre al crecer a una tasa anualizada del 1,7%, tal y como recoge el nuevo modelo de cálculo del producto interior bruto (PIB). Según esta metodología, el dato del primer trimestre queda en el 1,1%, lo que supone una revisión a la baja de siete décimas.
En todo caso, es una buena base para que la Reserva Federal proceda a reducir sus estímulos. Si el dato de empleo del viernes y del mes próximo es sólido, el debate podría avivarse ya en septiembre. Hoy, la Fed ha mantenido sin cambios el plan de compra de activos, en los 85.000 millones de dólares al mes. Los tipos siguen intactos entre el 0% y el 0,25%. Y en el comunicado solo hay un mínimo cambio al calificar el crecimiento: antes se decía que era "moderado" y ahora, "modesto". El resto de mensajes se mantienen.
Las previsiones de los bancos de inversión no prometían mucho. El consenso de mercado auguraba un crecimiento del 1%. Incluso hubo analistas que lo llevaron por debajo del 0,5% hasta niveles muy parecidos a los vistos a finales de 2012. Así que sorprendió a mejor. Lo que no se esperaba tampoco Wall Street es que el 1,8% del primer trimestre quedara reducido hasta mostrar un ritmo tan débil.
La cifra conocida este miércoles es la primera lectura de tres, por lo que deberá afinarse. Los dedos viene apuntando ya hacia el efecto del drástico recorte en el gasto público, como consecuencia del bloqueo en la negociación para reducir el déficit público, que se redujo un 1,5% en el segundo trimestre tras caer un 8,4% en el primero. En paralelo, el consumo creció un 1,8%, frente al avance del 2,3% registrado en el primer trimestre.
PIB por partidas
La inversión de las empresas también contribuyó de forma positiva al crecimiento, al crecer un 4,6% tras contraerse en la misma proporción en el arranque del año. En el caso del sector inmobiliario, que creció un 13,4%, su evolución está en línea con el alza del 12,5% del primer trimestre. Del lado de la balanza comercial, las exportaciones subieron un 5,4% y las importaciones bajaron un 1,3%.
El crecimiento medio de EE UU está en el 3,3%, pero necesita expandirse a un ritmo cercano al 5% para que tenga un efecto real sobre el empleo. La tasa de paro rondaba el 7,6% en junio, aunque el viernes se publica el indicador de empleo de julio. De momento, junto al dato del PIB también se ha conocido que el sector privado creó 200.000 puestos de trabajo durante el mes que se cierra, un ritmo similar al de junio. Con vistas al futuro, los economistas creen que la economía repuntará un 2,5% en el tercer trimestre y que de ahí suba a un 2,8% en el cuarto.
El dato se conoció horas antes de que la Reserva Federal hiciese pública la decisión de política monetaria. Se espera que el equipo que preside Ben Bernanke opte por mantener el actual ritmo de compra de activos, de 85.000 millones de dólares al mes. El dato de empleo de julio será clave de cara a la reunión de septiembre. Antes habrá otra lectura más.
Impacto del bloqueo fiscal
Wall Street venía anticipando desde hace semanas un frenazo en el crecimiento en el segundo trimestre, que no parece haberse materializado. El propio Bernanke dijo en su última intervención en el Congreso que el bloqueo fiscal se estaba comiendo 1,5 puntos porcentuales del crecimiento. Lo que está por ver es cómo los nuevos datos del PIB pueden afectar también a la estrategia a corto plazo de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés).
El debate rota, en todo caso, sobre la fecha en la que la Fed empezará a moderar la compra de deuda. Los plazos que se barajan como posibles son septiembre y diciembre. En su último acto en público, Bernanke dijo que sería “a final de año”. La división es clara, con la mitad de los miembros favorables a que se empiece a levantar el pie del acelerador tras el verano. Pero el grupo del centro es más cauto.
En cuanto al cambio metodológico del PIB, el último gran ajuste estadístico se hizo en julio de 2009, cuando EE UU empezaba a emerger de la última recesión. Con el nuevo método, la tasa de crecimiento para el conjunto de 2012 queda ahora fijada en el 2,8%, frente al 2,2% que se dio inicialmente. Lo que no cambian los nuevos datos es que la última fue la peor crisis desde la Gran Depresión y que la salida está siendo agónica por su profundidad.
Aunque la revisión para 2012 es destacada, para el resto no cambio mucho con el nuevo modelo. El crecimiento medio desde 1929 es ahora una décima más alto, en lugar del 3,2%. Respecto a la última década, el crecimiento queda en el 1,8% frente al 1,6% que se dio hasta ahora. Desglosando la última crisis, la contracción entre el cuatro trimestre de 2007 y el segundo de 2009 queda en el 2,9%, frente al 3,2% Entre 2009 y 2012, el crecimiento fue del 2,4%, tres décimas más alto.