Dimite el Gobierno de Luxemburgo tras el escándalo de corrupción
Luxemburgo, EP
El Gobierno de Luxemburgo ha presentado este jueves su dimisión, tras ceder a la presión generada por un escándalo de espionaje y corrupción que ha salpicado a su primer ministro, Jean-Claude Juncker, en el poder desde 1995.
Juncker, el jefe de Gobierno de la UE que más tiempo lleva en el cargo, ha presentado su renuncia al gran duque Enrique, el jefe de estado del país, que también se ha visto implicado en las informaciones de espionaje publicadas en los medios.
El Gobierno se ha visto obligado a renunciar después de que el socio de coalición del partido de Juncker le retirara su apoyo. El primer ministro ha propuesto la celebración de elecciones generales en octubre, siete meses antes de lo previsto.
El catalizador de la dimisión ha sido una investigación parlamentaria publicada la semana pasada que reveló que la agencia de Inteligencia del país realizó escuchas ilegales a políticos y ciudadanos, adquirió vehículos para uso particular y aceptó pagos y favores a cambio de acceso a responsables influyentes.
El exjefe de los servicios de seguridad Marco Mille grabó una conversación con Juncker en 2008 empleando un micrófono en su reloj. Mille dijo al primer ministro que tenía informaciones fiables de que el gran duque estaba en contacto constante con los servicios secretos británicos, según un diario. La oficina del gran duque ha negado esta acusación.
El Gobierno ya estaba bajo presión debido al renovado interés en una misteriosa serie de ataques de sabotaje con bomba en los 80, conocido como el caso Bommeleeer, cuyos objetivos incluyeron postes eléctricos y un sistema de radar aeroportuario, así como la oficina de un diario. Dos exmiembros de una fuerza policial especial fueron juzgados por estos ataques a principios de año.
El mes pasado, el Gobierno y el ministro de Finanzas, Luc Frieden, superaron sendas mociones de censura en el Parlamento bajo la acusación de que el ministro había presionado a los investigadores para que cerraran su investigación sobre los atentados.
POSIBLE VUELTA DE JUNCKER
Juncker, que durante casi dos décadas ha sido la imagen de Luxemburgo en la escena internacional, presidiendo las reuniones del Eurogrupo entre 2005 y 2013, podría volver a dirigir el país tras las elecciones anticipadas.
El primer ministro saliente sigue siendo una figura popular y no tiene un sucesor evidente en su partido de centro-derecha, el CSV, especialmente porque el exministro de Finanzas ha quedado manchado, según Philippe Poirier, analista de la Universidad de Luxemburgo.
Frieden, otrora considerado el posible futuro primer ministro, también se ha visto en el punto de mira por la recompra de acciones en Cargolux en manos de Qatar Airways el pasado enero y por la presión de la UE para acabar con el secreto bancario en el país. "Jean Claude Juncker es la locomotora electoral de su partido. No es el CSV, es el partido de Juncker", ha subrayado Poirier.
El Gobierno de Luxemburgo ha presentado este jueves su dimisión, tras ceder a la presión generada por un escándalo de espionaje y corrupción que ha salpicado a su primer ministro, Jean-Claude Juncker, en el poder desde 1995.
Juncker, el jefe de Gobierno de la UE que más tiempo lleva en el cargo, ha presentado su renuncia al gran duque Enrique, el jefe de estado del país, que también se ha visto implicado en las informaciones de espionaje publicadas en los medios.
El Gobierno se ha visto obligado a renunciar después de que el socio de coalición del partido de Juncker le retirara su apoyo. El primer ministro ha propuesto la celebración de elecciones generales en octubre, siete meses antes de lo previsto.
El catalizador de la dimisión ha sido una investigación parlamentaria publicada la semana pasada que reveló que la agencia de Inteligencia del país realizó escuchas ilegales a políticos y ciudadanos, adquirió vehículos para uso particular y aceptó pagos y favores a cambio de acceso a responsables influyentes.
El exjefe de los servicios de seguridad Marco Mille grabó una conversación con Juncker en 2008 empleando un micrófono en su reloj. Mille dijo al primer ministro que tenía informaciones fiables de que el gran duque estaba en contacto constante con los servicios secretos británicos, según un diario. La oficina del gran duque ha negado esta acusación.
El Gobierno ya estaba bajo presión debido al renovado interés en una misteriosa serie de ataques de sabotaje con bomba en los 80, conocido como el caso Bommeleeer, cuyos objetivos incluyeron postes eléctricos y un sistema de radar aeroportuario, así como la oficina de un diario. Dos exmiembros de una fuerza policial especial fueron juzgados por estos ataques a principios de año.
El mes pasado, el Gobierno y el ministro de Finanzas, Luc Frieden, superaron sendas mociones de censura en el Parlamento bajo la acusación de que el ministro había presionado a los investigadores para que cerraran su investigación sobre los atentados.
POSIBLE VUELTA DE JUNCKER
Juncker, que durante casi dos décadas ha sido la imagen de Luxemburgo en la escena internacional, presidiendo las reuniones del Eurogrupo entre 2005 y 2013, podría volver a dirigir el país tras las elecciones anticipadas.
El primer ministro saliente sigue siendo una figura popular y no tiene un sucesor evidente en su partido de centro-derecha, el CSV, especialmente porque el exministro de Finanzas ha quedado manchado, según Philippe Poirier, analista de la Universidad de Luxemburgo.
Frieden, otrora considerado el posible futuro primer ministro, también se ha visto en el punto de mira por la recompra de acciones en Cargolux en manos de Qatar Airways el pasado enero y por la presión de la UE para acabar con el secreto bancario en el país. "Jean Claude Juncker es la locomotora electoral de su partido. No es el CSV, es el partido de Juncker", ha subrayado Poirier.