En 30 años de democracia se mantiene la estructura económica real

La Paz, ANF
En tres décadas de democracia ininterrumpida, 1982-2012, se conserva la estructura económica real, pues, Bolivia sigue siendo un país primario, que vive de la renta gasífera, asegura el analista y ex presidente del Banco Central de Bolivia, Armando Méndez.


“El destacado comportamiento económico de los últimos siete años se explica por el alto valor de las exportaciones”, afirma el ex Presidente del instituto emisor al evaluar la economía nacional en los 30 años de democracia.

“Hoy el país está recibiendo por la venta de gas 5.000 millones de dólares por año, lo cual nos permite importar lo que necesitamos. Sin este monto el país no sería superavitario ni tampoco estaría pasando por tan buen comportamiento económico”, remarca.

En estos 30 años, la economía nacional transitó de la hiperinflación, pero con su antecedente de 1979, cuando comenzó el estancamiento de la economía y el periodo de recesión, que derivó en la “peor depresión” que vivió el país.

3 DÉCADAS

En estos treinta años la estructura económica real no cambio. Seguimos siendo una economía primaria que hoy representa un 28 por ciento del total y un sector secundario (industrial) que no pasa del 25 por ciento”, asegura Méndez.

“Cuando lo mismo se ve en términos nominales la situación indica que el sector primario sube al 32 por ciento en su importancia y el sector secundario baja al 19 por ciento. ¿Qué quiere decir esto? Que en el país se gana más dedicándose a las actividades primarias”.

Antes de recuperar la democracia, Bolivia vivió “cuatros años (que) son de importancia en la vida económica del país: el año 1979, la economía se estancó e inició un periodo de recesión económica que luego se tradujo en la peor depresión económica que Bolivia vivió”. En este periodo, “la economía se redujo casi en un cinco por ciento. La inflación se desbocó, con un promedio anual del 50 por ciento”.

El primer gobierno democrático de estas tres décadas, el de Hernán Siles Zuazo, vivió la hiperinflación galopante, “la primera en el mundo en tiempos de paz y la primera en América Latina”. Constituyéndose en “el periodo de la mayor depresión económica”. Entonces “desde 1978 hasta el año 1987, la economía se redujo en un once por ciento”.

En la administración de Siles Zuazo “la tasa de inflación anual estaba en el orden del 200 por ciento”. Sin embargo, ese gobierno fue “dominado por actitudes populistas, por lo que una de sus primeras medidas económicas desacertadas es la duplicación del salario mínimo”. Y los problemas se multiplicaron al igual que la inflación que llega a “una tasa de inflación anual de 23.500 por ciento”.

La siguiente gestión, la de Víctor Paz Estenssoro, “comienza con la titánica lucha contra la inflación a partir de un conjunto de políticas económicas que dieron lugar al famoso decreto supremo 21060”. Y en 1987, “la tasa de inflación cierra con un 10 por ciento lográndose parar la hiperinflación y reiniciar el crecimiento económico”.

A partir de entonces y “hasta ahora la economía nacional, en términos per cápita, ha logrado expandirse a una tasa promedia anual del 1,4 por ciento, muy cerca a la que mostró Inglaterra en el periodo de la revolución industrial (1800-1850), que fue del orden del 1,3 por ciento”. A pesar de esto “la inflación nunca se la eliminó, pero se la mantuvo controlada a un ritmo promedio anual del 8 por ciento”.

FINANZAS PÚBLICAS

Para Méndez hay dos aspectos destacables en la economía del país en este periodo democrático, mencionando que al principio “el valor de las exportaciones casi se mantuvo estancado”, pues, en 1980 se había alcanzado 1.000 millones de dólares, para subir a 1.500 millones en el 2002. “Pero de ahí en adelante se presentó un incremento sostenido y notable”, para este 2012 anuncia que “superaremos los 10.000 millones”.

Señala que hasta el 2002, “la economía boliviana fue deficitaria, lo que implicó su crónico endeudamiento externo. Endeudamiento que no lo pudo pagar por lo que sus acreedores le condonaron”, agregando que en el 2003, “se presentó un pequeño superávit en cuenta corriente de balanza de pagos, el mismo que fue aumentando en los siguientes años”.

El ex Presidente del BCB califica de “inverosímil superávit” que se alcanzó en el 2008, pues, se llegó a 2.000 millones de dólares. “Este superávit continúa en los años siguientes, aunque en montos menores”, agrega al indicar que “hoy, Bolivia está entre los países excepcionales en la región, porque es superavitario”.

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