Las nacionalizaciones: ¿tendencia general o hechos aislados?
La Unión Europea, por su parte, se declaró "preocupada" por la expropiación de la filial boliviana de Red Eléctrica de España, la empresa Transportadora de Electricidad (TDE). Esta última nacionalización ocurre semanas después de que Argentina manifestase su intención de expropiar el control accionario de la también española Repsol en la petrolera argentina YPF.
Un Tribunal argentino aún tiene que determinar el monto de la compensación, pero públicamente la empresa española y los interventores argentinos ya han mostrado su desacuerdo entre lo que se aspira a pagar o recibir.
Desde la esfera política, pese a todo, se han visto intentos de calmar los ánimos. El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirmó que la decisión boliviana nada tiene que ver con la de Argentina.
"No creemos que exista en absoluto una situación generalizada. Son situaciones independientes", dijo.
Exportación de ganancias
Sin embargo, algunos analistas -como el abogado José María Román Porta, director de la Fundación Ciudadanía y Valores- creen que estas nacionalizaciones podrían marcar una tendencia y no sólo repercuten en la economía sino también en la política.
"Se trata de empresas que forman parte de la estrategia y la independencia energética de España. En el caso de Bolivia la repercusión política es más relevante porque la Empresa de Red Eléctrica Española tiene participación del gobierno español; por lo tanto implica al Estado español directamente", dijo a BBC Mundo.
"Teniendo en cuenta la situación crítica que viven las economías europeas, y de una manera muy señalada la española, muchas empresas estaban solventando la crisis precisamente por su nivel de internacionalización, como ocurre por ejemplo en la banca, donde una parte de los beneficios provienen de países extranjeros", agregó.
Según el corresponsal de BBC Mundo en el Cono Sur, Vladimir Hernández, en la región quedó la impresión de que las empresas españolas estaban lidiando con los efectos de la crisis en su país mediante el aumento en el traslado de ganancias de las compañías en América Latina.
"En 2011 el directorio de Repsol-YPF aprobó repartir 90% de sus ganancias entre los accionistas y eso fue fuertemente criticado por el gobierno argentino que consideró que debió invertir más en el lugar donde explotaba los recursos naturales", añade el corresponsal.
Para muchos actores del mercado, una nacionalización es tomada como una señal de inseguridad jurídica. Y si ocurren dos seguidas en la misma regiones, se avivan más las incertidumbres.
"Da mucha inseguridad en el futuro económico aun cuando el volumen de negocios sea pequeño. La inversión que tenía Red Eléctrica Española y el volumen de negocio que representaba no era muy grande, pero se crea una inseguridad ante una posible oleada de nacionalizaciones", señaló Román Porta.
¿Tendencia o hecho puntual?
Las nacionalizaciones anunciadas en Bolivia y Argentina en 2012 no son las primeras que ocurren en la región en los últimos años.
En 2008 el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tomó el control de la línea Aerolíneas Argentinas, que enfrentaba grandes dificultades por la administración de una empresa española.
Años antes, en Venezuela, el presidente Hugo Chávez emprendió un proceso de estatización del negocio petrolero en el que exigió a las compañías inversoras formar asociaciones con el Estado donde el ente público tuviese siempre la mayoría accionaria.
"No necesariamente significa que habrá un problema si ocurre una estatización, porque si se ofrece una compensación sustanciosa no debería haber problemas", señaló el analista en relaciones internacionales, especializado en temas económicos, Andrés Serbin.
Serbín cita el ejemplo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en 1976, nacionalizada por el ex presidente Carlos Andrés Pérez.
"Al mantenerse su profesionalismo se convirtió con los años en una de las principales petroleras del mundo", apuntó.
Evo Morales y el caso Repsol
¿Pero, significan las últimas nacionalizaciones en Bolivia y Argentina un cambio de actitud con respecto a las inversiones en América Latina?
"Vemos que América Latina está volviendo a quebrarse por dentro y a elegir entre dos vías", afirma Román Porta.
No obstante, según el corresponsal de BBC Mundo en el Cono Sur, "si bien hay preocupación ante las nacionalizaciones, en Argentina se pudo conocer que grupos de empresarios extranjeros veían la nacionalización de YPF como un hecho puntual y no una amenaza generalizada".
De hecho, poco después de que se diese la estatización de la compañía eléctrica en Bolivia, Morales inauguró una planta de gas en la que elogió a su socio español, Repsol.
"Yo quiero saludar al presidente de Repsol (Antonio Brufau, presente en el acto). Su presencia, su esfuerzo, su trabajo, como socios", dijo Morales, según reprodujo la agencia EFE.
"Reconozco y reconocemos el liderazgo de Repsol, una de las empresas internacionales más grandes de todo el mundo, y su inversión siempre será respetada como socio, señor presidente de Repsol", agregó el presidente boliviano este martes.