Impactos de los alivios en la deuda externa
Alberto Zuazo
Bolivia recibió de la comunidad internacional y de organismos de financiamientos alivios de deuda externa desde los años 90, por haber sido calificada como uno de los “Países Pobres muy Endeudados (PMME)” del mundo.
Obtuvo estas concesiones porque no podía cumplir los servicios de la deuda externa, lo que la afectaba negativamente en su capacidad de avanzar en la erradicación de la pobreza y de lograr mayores niveles de desarrollo.
Por estas circunstancias, accedió a varias iniciativas de alivio de deuda, como el Club de París, HIPC (en sus tres etapas) e iniciativa de Alivio de Deuda Multilateral (MDRI), entre las principales.
Con anterioridad, la Fundación Jubileo, de la Iglesia Católica, dio a conocer un exhaustivo estudio sobre la deuda externa contraída por Bolivia. Una aproximación al mismo se hizo en tres columnas -del domingo 15 al martes 17-. A fin de completar el análisis de esta temática, Jubileo presentó el lunes 16, en acto especial, otro trabajo de valía similar al anterior, titulado “Impacto socioeconómico de la condonación de la deuda en Bolivia”.
La Fundación Jubileo fue promotora activa de las campañas internacionales de condonación de deuda, encomendando a sus expertos y colaboradores estudios completos sobre los avances logrados en el país con estas concesiones y los impactos fiscales y sociales alcanzados.
Los dos estudios referidos los hizo Jubileo al haberse cumplido más de una década del ingreso a la primera de las iniciativas de alivio de deuda y considerando que restan como tres décadas más para completar sus aplicaciones.
El segundo estudio explica que “los alivios de deuda constituyeron una reducción en el servicio de la deuda, lo que posibilitó una liberación de recursos que debían contribuir a la reducción de la pobreza y la desigualdad”.
Los montos de servicios de deuda que se dejaron de pagar representaron, por un lado, un apoyo presupuestario, principalmente para el Tesoro General de la Nación y, por otro, la porción distribuida a los gobiernos municipales, como actores importantes en la reducción de la pobreza.
Fue a partir de 1985 que Bolivia inició las reformas estructurales orientadas por el FMI (Fondo Monetario Internacional). La primera generación de las mismas estuvo dirigida a eliminar las barreras comerciales, promover la estabilidad económica, mediante políticas de austeridad fiscal; y el desarrollo de mercados financieros eficientes.
El resultado de las reformas se tradujo en la reducción de la inflación de 8,171% a 11%, entre 1985 y 1987, y los déficits fiscales, de niveles supriores a 20% del PIB, en años anteriores, a 3% en 1985. Estas reformas, empero, arrojaron resultados sociales muy altos para la población, como el desempleo abierto, que creció del 4,4% de 1985 a 1989, como resultado de la contracción del sector público.
La reducción de los subsidios directos e indirectos incidió también en los precios relativos, entre los más importantes el precio de la gasolina, que subió en el 833%, lo que transfirió los ingresos de las familias, en proporciones significativas, al consumo de combustibles. La política de austeridad no permitió, entonces, que se pudiera auxiliar a la población afectada por las reformas. Como contraparte, el gasto público se contrajo como el más bajo registrado hasta entonces.
Las reformas de la primera generación lograron, empero, establecer las bases para el crecimiento, aunque no dentro de los parámetros necesarios y esperados que permitieran a Bolivia salir del subdesarrollo y de la pobreza, por lo que fue necesario recurrir a una segunda generación de reformas.
RECTIFICACIÓN: En la columna sobre la deuda, publicada el martes 10, hubo un error, al decir que la deuda pública interna era de $us 3.234.5 millones (tomando sólo al Sector Público no financiero). Al 13 de abril, según informe semanal del Banco Central, la deuda interna era de $us 7.053.6 millones. Con la deuda externa, de $us 3.540.0 millones, la deuda pública en total asciende a $us 10.593.6 millones. Las reservas internacionales brutas, a la misma fecha, ascienden a $us 12.639 millones.
Bolivia recibió de la comunidad internacional y de organismos de financiamientos alivios de deuda externa desde los años 90, por haber sido calificada como uno de los “Países Pobres muy Endeudados (PMME)” del mundo.
Obtuvo estas concesiones porque no podía cumplir los servicios de la deuda externa, lo que la afectaba negativamente en su capacidad de avanzar en la erradicación de la pobreza y de lograr mayores niveles de desarrollo.
Por estas circunstancias, accedió a varias iniciativas de alivio de deuda, como el Club de París, HIPC (en sus tres etapas) e iniciativa de Alivio de Deuda Multilateral (MDRI), entre las principales.
Con anterioridad, la Fundación Jubileo, de la Iglesia Católica, dio a conocer un exhaustivo estudio sobre la deuda externa contraída por Bolivia. Una aproximación al mismo se hizo en tres columnas -del domingo 15 al martes 17-. A fin de completar el análisis de esta temática, Jubileo presentó el lunes 16, en acto especial, otro trabajo de valía similar al anterior, titulado “Impacto socioeconómico de la condonación de la deuda en Bolivia”.
La Fundación Jubileo fue promotora activa de las campañas internacionales de condonación de deuda, encomendando a sus expertos y colaboradores estudios completos sobre los avances logrados en el país con estas concesiones y los impactos fiscales y sociales alcanzados.
Los dos estudios referidos los hizo Jubileo al haberse cumplido más de una década del ingreso a la primera de las iniciativas de alivio de deuda y considerando que restan como tres décadas más para completar sus aplicaciones.
El segundo estudio explica que “los alivios de deuda constituyeron una reducción en el servicio de la deuda, lo que posibilitó una liberación de recursos que debían contribuir a la reducción de la pobreza y la desigualdad”.
Los montos de servicios de deuda que se dejaron de pagar representaron, por un lado, un apoyo presupuestario, principalmente para el Tesoro General de la Nación y, por otro, la porción distribuida a los gobiernos municipales, como actores importantes en la reducción de la pobreza.
Fue a partir de 1985 que Bolivia inició las reformas estructurales orientadas por el FMI (Fondo Monetario Internacional). La primera generación de las mismas estuvo dirigida a eliminar las barreras comerciales, promover la estabilidad económica, mediante políticas de austeridad fiscal; y el desarrollo de mercados financieros eficientes.
El resultado de las reformas se tradujo en la reducción de la inflación de 8,171% a 11%, entre 1985 y 1987, y los déficits fiscales, de niveles supriores a 20% del PIB, en años anteriores, a 3% en 1985. Estas reformas, empero, arrojaron resultados sociales muy altos para la población, como el desempleo abierto, que creció del 4,4% de 1985 a 1989, como resultado de la contracción del sector público.
La reducción de los subsidios directos e indirectos incidió también en los precios relativos, entre los más importantes el precio de la gasolina, que subió en el 833%, lo que transfirió los ingresos de las familias, en proporciones significativas, al consumo de combustibles. La política de austeridad no permitió, entonces, que se pudiera auxiliar a la población afectada por las reformas. Como contraparte, el gasto público se contrajo como el más bajo registrado hasta entonces.
Las reformas de la primera generación lograron, empero, establecer las bases para el crecimiento, aunque no dentro de los parámetros necesarios y esperados que permitieran a Bolivia salir del subdesarrollo y de la pobreza, por lo que fue necesario recurrir a una segunda generación de reformas.
RECTIFICACIÓN: En la columna sobre la deuda, publicada el martes 10, hubo un error, al decir que la deuda pública interna era de $us 3.234.5 millones (tomando sólo al Sector Público no financiero). Al 13 de abril, según informe semanal del Banco Central, la deuda interna era de $us 7.053.6 millones. Con la deuda externa, de $us 3.540.0 millones, la deuda pública en total asciende a $us 10.593.6 millones. Las reservas internacionales brutas, a la misma fecha, ascienden a $us 12.639 millones.