En cinco años el costo de los alimentos subió en un 65% y el salario aumentó en 52%
La Paz, Erbol
Durante la gestión de Evo Morales (2006-2011), el costo de los alimentos subió en un 65 por ciento en contraste con el salario, que se incrementó en un 52 por ciento, según instituciones y expertos en economía, quienes, además, advirtieron que los hogares pobres destinan hasta un 70 por ciento de sus ingresos en la compra de los productos de la canasta básica familiar.
En ese sentido, la inflación superó en 13 puntos porcentuales los aumentos salariales decretados por el gobierno, situación que creó una brecha de pérdida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores. La política salarial no logra reponer lo perdido por la inflación.
El incremento salarial acumulado del 52 por ciento, utilizado, corresponde a la suma de los incrementos asignados para el sector Salud y Educación. En cuanto al Salario Mínimo Nacional, creció en el último quinquenio hasta 65,6 por ciento.
El Director Ejecutivo de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, manifestó que de acuerdo a los estudios realizados, la inflación afectó más a los bolivianos que están en la franja de la pobreza. En este sector, la inflación significó cinco puntos porcentuales más de lo registrado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
“La inflación general acumulada de 2006 a 2011 fue de 49 por ciento para los más pobres, y su incidencia en los alimentos llegó al 70 por ciento, ellos son los más golpeados por la variación en los precios”, aseveró el ejecutivo.
De acuerdo a los datos del INE, el alza de los precios de los productos de la canasta básica familiar en el período 2006-2011 registró un acumulado de 43 por ciento y su efecto en la clasificación de los alimentos trepó al 65 por ciento.
Núñez agregó que los pobres sufren más con la variación de precios porque “ellos destinan del 65 al 70 por ciento de sus ingresos sólo a la compra de alimentos”.
Por su parte, el analista en temas económicos, Julio Alvarado, señaló que el salario de los trabajadores bolivianos ha perdido cerca del 65 por ciento de su capacidad adquisitiva por el tema de la inflación, a pesar de los incrementos salariales.
“El gobierno ha ido llevando a cabo incrementos sucesivos (del salario) que no suman en estos cinco años ni el 50 por ciento, debemos precisar que de estos aumentos sólo se benefician el 20 por ciento de los trabajadores que están en el sector formal, el 80 por ciento de los asalariados no goza de estos beneficios”, apuntó.
Población económicamente activa
De acuerdo al INE, en base al año 2010, la población económicamente activa del país asciende a 4.186.365 personas, de las cuales sólo 837.273 cuentan con empleo fijo.
Alvarado explicó que la pérdida de la capacidad de compra de los trabajadores se evidencia porque el gobierno no pudo reponer lo perdido por la inflación. “Si un trabajador ganaba en 2006 un salario de 1.000 bolivianos para satisfacer sus necesidades básicas, principalmente en alimentación, en 2011 tendría que ganar 1.650 bolivianos para seguir consumiendo los mismos productos”.
Asimismo, agregó que este índice de inflación no sería real debido al cambio de metodología del INE en 2007, en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es el que coteja los precios de un conjunto de productos.
“Antes los alimentos tenían un 50 por ciento de peso en la canasta familiar, pero a partir de 2007 esto cambia a 39 por ciento, lo que significa que el verdadero incremento sobre los alimentos es mayor”, explicó.
Reducción de la frontera agrícola
Núñez afirmó que la situación de la producción de alimentos y su incidencia en el precio se hace más crítica al existir un abandono del área rural. “En los últimos años este sector productivo se ha visto disminuido en mano de obra por las mejores oportunidades económicas que representan la minería y la construcción”.
Otro factor que afecta a esta franja de la economía es el cambio de las áreas de cultivo de alimentos para otros fines.
“La producción de la hoja de coca, que hoy tiene un incremento considerable en el precio de sus productos, está tendiendo a distorsiones en el tema de la producción agropecuaria, porque estamos viendo que efectivamente producciones tradicionales de cítricos y de café, hoy por hoy, están siendo arrasadas por la hoja de coca por que les genera un mayor ingreso”, acotó.
Aumento del costo de vida
En el periodo 2006-2011, los alimentos que tuvieron mayor variación y crecimiento en sus precios fueron la carne de res, carne molida, carne de cerdo, carne de cordero, carne de pescado, leche en polvo, queso criollo, papa, azúcar y cocoa en polvo.
Productos como el arroz, pan, aceite, harina de trigo, leche y huevo, sufrieron cambios a lo largo de este periodo, pero con el tiempo fueron estabilizándose debido a la subvención del gobierno.
En tanto que el desayuno, almuerzo y cena, crecieron de manera clara en este período y sigue con una tendencia a seguir elevándose; del mismo modo, los alquileres aumentaron en gran proporción.
Durante la gestión de Evo Morales (2006-2011), el costo de los alimentos subió en un 65 por ciento en contraste con el salario, que se incrementó en un 52 por ciento, según instituciones y expertos en economía, quienes, además, advirtieron que los hogares pobres destinan hasta un 70 por ciento de sus ingresos en la compra de los productos de la canasta básica familiar.
En ese sentido, la inflación superó en 13 puntos porcentuales los aumentos salariales decretados por el gobierno, situación que creó una brecha de pérdida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores. La política salarial no logra reponer lo perdido por la inflación.
El incremento salarial acumulado del 52 por ciento, utilizado, corresponde a la suma de los incrementos asignados para el sector Salud y Educación. En cuanto al Salario Mínimo Nacional, creció en el último quinquenio hasta 65,6 por ciento.
El Director Ejecutivo de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, manifestó que de acuerdo a los estudios realizados, la inflación afectó más a los bolivianos que están en la franja de la pobreza. En este sector, la inflación significó cinco puntos porcentuales más de lo registrado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
“La inflación general acumulada de 2006 a 2011 fue de 49 por ciento para los más pobres, y su incidencia en los alimentos llegó al 70 por ciento, ellos son los más golpeados por la variación en los precios”, aseveró el ejecutivo.
De acuerdo a los datos del INE, el alza de los precios de los productos de la canasta básica familiar en el período 2006-2011 registró un acumulado de 43 por ciento y su efecto en la clasificación de los alimentos trepó al 65 por ciento.
Núñez agregó que los pobres sufren más con la variación de precios porque “ellos destinan del 65 al 70 por ciento de sus ingresos sólo a la compra de alimentos”.
Por su parte, el analista en temas económicos, Julio Alvarado, señaló que el salario de los trabajadores bolivianos ha perdido cerca del 65 por ciento de su capacidad adquisitiva por el tema de la inflación, a pesar de los incrementos salariales.
“El gobierno ha ido llevando a cabo incrementos sucesivos (del salario) que no suman en estos cinco años ni el 50 por ciento, debemos precisar que de estos aumentos sólo se benefician el 20 por ciento de los trabajadores que están en el sector formal, el 80 por ciento de los asalariados no goza de estos beneficios”, apuntó.
Población económicamente activa
De acuerdo al INE, en base al año 2010, la población económicamente activa del país asciende a 4.186.365 personas, de las cuales sólo 837.273 cuentan con empleo fijo.
Alvarado explicó que la pérdida de la capacidad de compra de los trabajadores se evidencia porque el gobierno no pudo reponer lo perdido por la inflación. “Si un trabajador ganaba en 2006 un salario de 1.000 bolivianos para satisfacer sus necesidades básicas, principalmente en alimentación, en 2011 tendría que ganar 1.650 bolivianos para seguir consumiendo los mismos productos”.
Asimismo, agregó que este índice de inflación no sería real debido al cambio de metodología del INE en 2007, en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es el que coteja los precios de un conjunto de productos.
“Antes los alimentos tenían un 50 por ciento de peso en la canasta familiar, pero a partir de 2007 esto cambia a 39 por ciento, lo que significa que el verdadero incremento sobre los alimentos es mayor”, explicó.
Reducción de la frontera agrícola
Núñez afirmó que la situación de la producción de alimentos y su incidencia en el precio se hace más crítica al existir un abandono del área rural. “En los últimos años este sector productivo se ha visto disminuido en mano de obra por las mejores oportunidades económicas que representan la minería y la construcción”.
Otro factor que afecta a esta franja de la economía es el cambio de las áreas de cultivo de alimentos para otros fines.
“La producción de la hoja de coca, que hoy tiene un incremento considerable en el precio de sus productos, está tendiendo a distorsiones en el tema de la producción agropecuaria, porque estamos viendo que efectivamente producciones tradicionales de cítricos y de café, hoy por hoy, están siendo arrasadas por la hoja de coca por que les genera un mayor ingreso”, acotó.
Aumento del costo de vida
En el periodo 2006-2011, los alimentos que tuvieron mayor variación y crecimiento en sus precios fueron la carne de res, carne molida, carne de cerdo, carne de cordero, carne de pescado, leche en polvo, queso criollo, papa, azúcar y cocoa en polvo.
Productos como el arroz, pan, aceite, harina de trigo, leche y huevo, sufrieron cambios a lo largo de este periodo, pero con el tiempo fueron estabilizándose debido a la subvención del gobierno.
En tanto que el desayuno, almuerzo y cena, crecieron de manera clara en este período y sigue con una tendencia a seguir elevándose; del mismo modo, los alquileres aumentaron en gran proporción.