Chávez busca reemplazo para la OEA
El presidente venezolano convoca una cumbre en Caracas para decidir las funciones de la CELAC, un nuevo organismo latinoamericano
Caracas, El País
Cómo funcionará y para qué servirá la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), lo decidirán entre mañana y el sábado los presidentes de los 33 países de la región reunidos en Caracas, en el marco de la tercera cumbre de América Latina y el Caribe (CALC). Pero la expectativa que de antemano tiene el presidente Hugo Chávez, anfitrión e impulsor de este evento al que no fueron invitados ni Estados Unidos ni Canadá, es que la CELAC sustituya en el mediano plazo a la Organización de Estados Americanos (OEA) que, según Chávez, ha sido cooptada por el imperialismo y “ya no sirve para nada”.
El acuerdo para fundar esta nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se cristalizó en febrero 2010, en la cumbre del Grupo de Río y de la CALC que se realizó en Cancún, México, tras dos años de discusiones. La idea inicial de crear un bloque latinoamericano y caribeño fue propuesta por el entonces presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva. Y desde que Lula dejó el poder, ha sido Chávez quien ha llevado la batuta de las conversaciones y ha convertido la creación de esta nueva comunidad en un asunto personal. La cumbre, inicialmente pautada para el 5 de julio pasado, fue suspendida cuando Chávez anunció que padecía de cáncer y reprogramada para este 2 y 3 de diciembre.
Para Chávez y otros presidentes de la región, como el ecuatoriano Rafael Correa, la Organización de Estados Americanos es un “instrumento” de Estados Unidos para intervenir en los países de la región y por eso debe ser sustituida. “Si la OEA tiene que seguir existiendo, no lo sé. Solo sé que la OEA ya no sirve para nada”, dijo el presidente venezolano en la cumbre de Cancún de febrero de 2010, donde se discutió la creación de la CELAC.
El presidente ecuatoriano ya había acusado a la OEA por considerar que no actuó diligentemente cuando Colombia bombardeó, en 2008, un campamento guerrillero ubicado dentro de las fronteras de Ecuador. Sus críticas contra el organismo se han intensificado desde que, en octubre pasado, el Estado ecuatoriano fue citado a una audiencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanas por cometer violaciones contra la libertad de expresión. “Es evidente el peso determinante que tiene Estados Unidos en la OEA y que la OEA ha sido un instrumento de política exterior de Estados Unidos, más que un instrumento y un foro para la resolución de conflictos en forma objetiva”, ha dicho el presidente Correa el 22 de noviembre pasado, durante una conferencia de prensa en Quito.
Por razones como ésta es que el bloque conformado por Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua aspira que la CELAC se constituya en una alianza tan sólida que, eventualmente, pueda tener sus propias instancias de debate y sanción. Como una comisión de Derechos Humanos que reemplace a la CIDH de la OEA. Pero aunque 33 países ya han confirmado su participación en la CELAC, aún falta lograr un acuerdo entre todos para definir cuánto dejarán crecer a la comunidad.
El Gobierno de Costa Rica, por ejemplo, es de los que cree que la CELAC no debe ser más que un "mecanismo de diálogo y concertación", como el Grupo de Río, y no como la Organización de Estados Americanos (OEA). “Una organización tiene otras connotaciones, significaría edificios, plantilla de personal y burocracia que a nosotros como región no nos conviene, porque es duplicar otras organizaciones que ya existen”, ha dicho el canciller costarricense, Enrique Castillo. La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, es la única jefa de Estado que no asistirá a la cumbre; en su lugar, viajará a Caracas el vicepresidente Alfio Piva.
Desde la acera política contraria a Chávez y a su propuesta de socialismo del siglo XXI, también apoyan a la Celac el presidente de Chile, Sebastián Piñera; el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; y el presidente de México, Felipe Calderón, quien ha sido uno de los que más ha apoyado esta iniciativa desde la cumbre de Cancún, en 2010. Los países que conformarán la CELAC son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
En paralelo a esta cumbre, entre mañana y el sábado también se reunirán en Caracas los presidentes y cancilleres de los doce países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la alianza basada en el acuerdo energético de Petrocaribe, promovido por Venezuela.
Caracas, El País
Cómo funcionará y para qué servirá la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), lo decidirán entre mañana y el sábado los presidentes de los 33 países de la región reunidos en Caracas, en el marco de la tercera cumbre de América Latina y el Caribe (CALC). Pero la expectativa que de antemano tiene el presidente Hugo Chávez, anfitrión e impulsor de este evento al que no fueron invitados ni Estados Unidos ni Canadá, es que la CELAC sustituya en el mediano plazo a la Organización de Estados Americanos (OEA) que, según Chávez, ha sido cooptada por el imperialismo y “ya no sirve para nada”.
El acuerdo para fundar esta nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se cristalizó en febrero 2010, en la cumbre del Grupo de Río y de la CALC que se realizó en Cancún, México, tras dos años de discusiones. La idea inicial de crear un bloque latinoamericano y caribeño fue propuesta por el entonces presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva. Y desde que Lula dejó el poder, ha sido Chávez quien ha llevado la batuta de las conversaciones y ha convertido la creación de esta nueva comunidad en un asunto personal. La cumbre, inicialmente pautada para el 5 de julio pasado, fue suspendida cuando Chávez anunció que padecía de cáncer y reprogramada para este 2 y 3 de diciembre.
Para Chávez y otros presidentes de la región, como el ecuatoriano Rafael Correa, la Organización de Estados Americanos es un “instrumento” de Estados Unidos para intervenir en los países de la región y por eso debe ser sustituida. “Si la OEA tiene que seguir existiendo, no lo sé. Solo sé que la OEA ya no sirve para nada”, dijo el presidente venezolano en la cumbre de Cancún de febrero de 2010, donde se discutió la creación de la CELAC.
El presidente ecuatoriano ya había acusado a la OEA por considerar que no actuó diligentemente cuando Colombia bombardeó, en 2008, un campamento guerrillero ubicado dentro de las fronteras de Ecuador. Sus críticas contra el organismo se han intensificado desde que, en octubre pasado, el Estado ecuatoriano fue citado a una audiencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanas por cometer violaciones contra la libertad de expresión. “Es evidente el peso determinante que tiene Estados Unidos en la OEA y que la OEA ha sido un instrumento de política exterior de Estados Unidos, más que un instrumento y un foro para la resolución de conflictos en forma objetiva”, ha dicho el presidente Correa el 22 de noviembre pasado, durante una conferencia de prensa en Quito.
Por razones como ésta es que el bloque conformado por Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua aspira que la CELAC se constituya en una alianza tan sólida que, eventualmente, pueda tener sus propias instancias de debate y sanción. Como una comisión de Derechos Humanos que reemplace a la CIDH de la OEA. Pero aunque 33 países ya han confirmado su participación en la CELAC, aún falta lograr un acuerdo entre todos para definir cuánto dejarán crecer a la comunidad.
El Gobierno de Costa Rica, por ejemplo, es de los que cree que la CELAC no debe ser más que un "mecanismo de diálogo y concertación", como el Grupo de Río, y no como la Organización de Estados Americanos (OEA). “Una organización tiene otras connotaciones, significaría edificios, plantilla de personal y burocracia que a nosotros como región no nos conviene, porque es duplicar otras organizaciones que ya existen”, ha dicho el canciller costarricense, Enrique Castillo. La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, es la única jefa de Estado que no asistirá a la cumbre; en su lugar, viajará a Caracas el vicepresidente Alfio Piva.
Desde la acera política contraria a Chávez y a su propuesta de socialismo del siglo XXI, también apoyan a la Celac el presidente de Chile, Sebastián Piñera; el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; y el presidente de México, Felipe Calderón, quien ha sido uno de los que más ha apoyado esta iniciativa desde la cumbre de Cancún, en 2010. Los países que conformarán la CELAC son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
En paralelo a esta cumbre, entre mañana y el sábado también se reunirán en Caracas los presidentes y cancilleres de los doce países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la alianza basada en el acuerdo energético de Petrocaribe, promovido por Venezuela.