Unos 80.000 estudiantes chilenos levantan la voz para exigir más aporte fiscal
Satiago, Agencias
Estudiantes secundarios, universitarios y profesores levantaron su voz en Chile para exigir un mayor aporte fiscal a la educación, en una de las mayores manifestaciones realizadas en el país en los últimos años al reunir este jueves a 80.000 personas en Santiago, registrándose algunos disturbios. Los manifestantes marcharon por la céntrica avenida Alameda para reclamar por la educación pública chilena, que sigue siendo la nota disonante del exitoso modelo económico chileno, que este año se apresta a crecer en torno al 6%.
"En la manifestación participaron 80.000 personas", dijeron a la AFP fuentes de la Intendencia de Santiago (gobernación), que confirmaron la detención de 38 personas, 26 de las cuales eran menores de edad.
Los estudiantes y profesores se reunieron en la Plaza Italia de Santiago, tradicional punto de reuniones y celebraciones deportivas, para marchar luego hasta las cercanías del palacio presidencial de La Moneda y el Ministerio de Educación.
En el trayecto, con festivos cánticos, batucadas y centenares de banderas y pancartas, exigieron un aumento del gasto público destinado a la educación, que hoy alcanza cerca del 4,4% del PIB chileno, frente al 7% recomendado por la UNESCO.
La manifestación, precedida de una marcha de escolares que el miércoles reunió a 7.000 estudiantes, copó varias cuadras de la céntrica Alameda, reuniendo a estudiantes de colegios y universidades públicas y privadas, además de profesores y personal académico. Gran parte de la marcha se desarrolló en forma pacífica, aunque al final se produjeron algunos disturbios.
"Por el camino que vamos no se arregla la educación. La educación se arregla con diálogo, con acción, con clases, con ideas, con acuerdos, jamás con violencia, ese es el único camino", señaló a los medios el ministro de Educación, Joaquín Lavín.
En otras ciudades de Chile, como Valparaíso, Concepción y Temuco, se reunieron otras miles de personas para completar una de las mayores protestas de los últimos años tras la 'Revolución de los Pingüinos' de 2006, que puso en jaque al entonces gobierno de la socialista Michelle Bachelet, que tuvo en la educación su mayor piedra en el zapato.
La manifestación encuentra hoy a su sucesor, el derechista Sebastián Piñera, con su peor nivel de respaldo ciudadano (36%) desde que asumió hace 15 meses, en medio de una renovada efervescencia ciudadana.
Al igual que en 2006, estudiantes y profesores exigen que el Estado recupere su rol tanto en colegios como en universidades, perdido en la dictadura de Augusto Pinochet, que paulatinamente fue restando recursos a la educación, hasta dejarlos al final de su régimen (1990) en un 2,4% del PIB, desde el 7% que existía antes de su inicio en 1973.
"El movimiento cada vez tiene más transversalidad. Somos un movimiento legítimo porque apelamos a un derecho fundamental que en Chile no está garantizado", que es el derecho a la educación de calidad, dijo la dirigenta estudiantil Camila Vallejo.
© AFP Disturbios en la protesta que reunió a 80.000 estudiantes y profesores en Santiago por más fondos para la educación
© AFP claudio santana
"La educación no es una mercancía, es un derecho y eso deben entenderlo", agregó Vallejo, para quien hasta el momento sólo se ha producido "un diálogo de sordos" con el gobierno.
Los escolares exigen que el Estado central vuelva a tomar la administración de los colegios públicos y mixtos (con aporte estatal), en los que estudian cerca del 90% de los estudiantes chilenos, en manos de los municipios desde 1990, que acusan problemas de gestión y financiamiento, además de la gratuidad de una tarjeta para el transporte público.
Los universitarios, por su parte, piden que la educación vuelva a ser gratuita tal como lo fue hasta la década de los 70.
Chile hoy tiene cerca de un millón de universitarios, un 80% de ellos lo hace en instituciones privadas creadas a partir de 1981 durante la dictadura. Los aranceles son altos tanto en las universidades públicas como en las privadas, financiados en la mayoría de los casos con créditos de altos intereses, provocando un alto endeudamiento de los estudiantes.
"El sistema educacional tiene un esquema muy mercantilizado y diferenciado, acceden a mayor calidad quienes van a instituciones pagadas", explicó a la AFP Juan Eduardo García Huidobro, decano de la facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado.
"Existe una privatización enorme, porque los alumnos deben pagar en muchos casos por educación deficiente y no todos logran la misma educación", agregó el experto.
Estudiantes secundarios, universitarios y profesores levantaron su voz en Chile para exigir un mayor aporte fiscal a la educación, en una de las mayores manifestaciones realizadas en el país en los últimos años al reunir este jueves a 80.000 personas en Santiago, registrándose algunos disturbios. Los manifestantes marcharon por la céntrica avenida Alameda para reclamar por la educación pública chilena, que sigue siendo la nota disonante del exitoso modelo económico chileno, que este año se apresta a crecer en torno al 6%.
"En la manifestación participaron 80.000 personas", dijeron a la AFP fuentes de la Intendencia de Santiago (gobernación), que confirmaron la detención de 38 personas, 26 de las cuales eran menores de edad.
Los estudiantes y profesores se reunieron en la Plaza Italia de Santiago, tradicional punto de reuniones y celebraciones deportivas, para marchar luego hasta las cercanías del palacio presidencial de La Moneda y el Ministerio de Educación.
En el trayecto, con festivos cánticos, batucadas y centenares de banderas y pancartas, exigieron un aumento del gasto público destinado a la educación, que hoy alcanza cerca del 4,4% del PIB chileno, frente al 7% recomendado por la UNESCO.
La manifestación, precedida de una marcha de escolares que el miércoles reunió a 7.000 estudiantes, copó varias cuadras de la céntrica Alameda, reuniendo a estudiantes de colegios y universidades públicas y privadas, además de profesores y personal académico. Gran parte de la marcha se desarrolló en forma pacífica, aunque al final se produjeron algunos disturbios.
"Por el camino que vamos no se arregla la educación. La educación se arregla con diálogo, con acción, con clases, con ideas, con acuerdos, jamás con violencia, ese es el único camino", señaló a los medios el ministro de Educación, Joaquín Lavín.
En otras ciudades de Chile, como Valparaíso, Concepción y Temuco, se reunieron otras miles de personas para completar una de las mayores protestas de los últimos años tras la 'Revolución de los Pingüinos' de 2006, que puso en jaque al entonces gobierno de la socialista Michelle Bachelet, que tuvo en la educación su mayor piedra en el zapato.
La manifestación encuentra hoy a su sucesor, el derechista Sebastián Piñera, con su peor nivel de respaldo ciudadano (36%) desde que asumió hace 15 meses, en medio de una renovada efervescencia ciudadana.
Al igual que en 2006, estudiantes y profesores exigen que el Estado recupere su rol tanto en colegios como en universidades, perdido en la dictadura de Augusto Pinochet, que paulatinamente fue restando recursos a la educación, hasta dejarlos al final de su régimen (1990) en un 2,4% del PIB, desde el 7% que existía antes de su inicio en 1973.
"El movimiento cada vez tiene más transversalidad. Somos un movimiento legítimo porque apelamos a un derecho fundamental que en Chile no está garantizado", que es el derecho a la educación de calidad, dijo la dirigenta estudiantil Camila Vallejo.
© AFP Disturbios en la protesta que reunió a 80.000 estudiantes y profesores en Santiago por más fondos para la educación
© AFP claudio santana
"La educación no es una mercancía, es un derecho y eso deben entenderlo", agregó Vallejo, para quien hasta el momento sólo se ha producido "un diálogo de sordos" con el gobierno.
Los escolares exigen que el Estado central vuelva a tomar la administración de los colegios públicos y mixtos (con aporte estatal), en los que estudian cerca del 90% de los estudiantes chilenos, en manos de los municipios desde 1990, que acusan problemas de gestión y financiamiento, además de la gratuidad de una tarjeta para el transporte público.
Los universitarios, por su parte, piden que la educación vuelva a ser gratuita tal como lo fue hasta la década de los 70.
Chile hoy tiene cerca de un millón de universitarios, un 80% de ellos lo hace en instituciones privadas creadas a partir de 1981 durante la dictadura. Los aranceles son altos tanto en las universidades públicas como en las privadas, financiados en la mayoría de los casos con créditos de altos intereses, provocando un alto endeudamiento de los estudiantes.
"El sistema educacional tiene un esquema muy mercantilizado y diferenciado, acceden a mayor calidad quienes van a instituciones pagadas", explicó a la AFP Juan Eduardo García Huidobro, decano de la facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado.
"Existe una privatización enorme, porque los alumnos deben pagar en muchos casos por educación deficiente y no todos logran la misma educación", agregó el experto.