Tailandia y Camboya libran otro combate pese a la llamada a la paz de la ONU
Bangkok, Agencias
Los combates entre las tropas de Tailandia y Camboya, que han causado once muertos, prosiguieron hoy en la frontera a pesar del llamamiento al alto el fuego hecho por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Desde que el pasado viernes cinco soldados tailandeses y seis camboyanos han muerto, mientras que unos cuarenta militares de los dos ejércitos han resultado heridos a raíz de la violencia, que sigue a casi tres meses de tensión en la difusa línea divisoria y a un persistente trueque de acusaciones a nivel gubernamental.
El portavoz del Ejército tailandés, coronel Sansern Kaewkamnerd, indicó que por tercer día consecutivo los soldados de los dos países intercambiaron disparos de fusil y un intenso fuego de artillería en la misma zona que en días anteriores.
Estos enfrentamientos se libran en los alrededores del templo de Ta Kwai (Ojo de búfalo) construido durante la era de esplendor del Imperio Jemer, en el siglo XII, y situado en la franja de frontera que delimita la provincia de Surin, en el noreste de Tailandia, con la provincia de Oddar Manchey, en el norte de Camboya.
"Las tropas tailandesas han empezado a disparar, primero con fusiles y después con su artillería", dijo a Efe el general Suos Sothea, segundo al mando de las tropas camboyanas desplegadas en el frente.
El templo de Ta Kwai, situado en una área de frondosa vegetación, forma parte del antiguo complejo arquitectónico de Ta Muen, que al igual que las ruinas del santuario de Preah Vihear, a unos cien kilómetros al este, es otro de los monumentos legados por la milenaria civilización jemer ubicado sobre o entorno a terreros cuya soberanía es reclamada por Tailandia y Camboya.
A principios del pasado febrero, las tirantes relaciones que los dos países mantienen a causa de sus discrepancias sobre el trazado de la frontera, desembocaron en una serie de enfrentamientos en las proximidades de Preah Vihear, que causaron ocho muertos, la mitad de ellos civiles.
A raíz de la reanudación de los combates, Tailandia ha evacuado a a cerca de 40.000 habitantes de las aldeas ubicadas en el área del conflicto, mientras que en Camboya y al otro lado de la frontera, la cifra de personas desplazadas asciende a unas 10.000, señaló el Comité Nacional para la Gestión de Desastres de este país.
La población de un lado y otro de esta franja fronteriza, son de la misma etnia y en circunstancias normales mantienen un fluido intercambio comercial, sobre todo de productos agrícolas.
En un comunicado emitido el sábado, el secretario general de la ONU, señaló que el conflicto que libran Tailandia y Camboya no puede ser resuelto por medios militares e instó a las dos partes a emprender un "diálogo serio".
También el secretario general del organismo multinacional exhortó a los dos gobiernos a adoptar de inmediato medidas que permitan pactar un alto el fuego "efectivo y verificable".
Pocas horas después de la reacción de la ONU, el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, dijo en un discurso televisado que su Gobierno "está preparado para prestar total apoyo a nuestro Ejército para que defienda el territorio nacional".
"No debemos caer en la trampa. Camboya intenta llevar la disputa al ámbito internacional, pero debe ser resuelta a nivel bilateral y sin mediación de un tercer país", apuntó el jefe del Gobierno.
La tensión en la frontera resurge cuando el Gobierno tailandés contempla la opción de disolver el Parlamento en mayo y convocar elecciones para mediados de este año, y a las conjeturas sobre ruido de sables alimentadas por las recientes maniobras realizadas por unidades del Ejército que participaron en la asonada de 2006.
El pasado marzo y tras declarar un alto el fuego, Camboya y Tailandia aceptaron negociar con la mediación de Indonesia el contencioso territorial que les enfrenta por la soberanía de una zona colindante a las ruinas de Preah Vihear, que hasta que resurgió el conflicto fueron la mayor atracción turística de la región.
Sin embargo, unas pocas semanas después el Ejército de Tailandia cuestionó la propuesta de Indonesia en nombre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) de desplegar observadores en las áreas disputadas.
Este contencioso entre Camboya y Tailandia cobró fuerza en 2008 cuando el templo fue declarado patrimonio de la humanidad y la UNESCO lo inscribió dentro del territorio camboyano
Tailandia admite que el conjunto de Preah Vihear se encuentra en suelo camboyano, tal como sentenció el Tribunal Internacional de la Haya en 1962, pero reclama una zona de 4,6 kilómetros cuadrados situada en los alrededores del templo.
Los combates entre las tropas de Tailandia y Camboya, que han causado once muertos, prosiguieron hoy en la frontera a pesar del llamamiento al alto el fuego hecho por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Desde que el pasado viernes cinco soldados tailandeses y seis camboyanos han muerto, mientras que unos cuarenta militares de los dos ejércitos han resultado heridos a raíz de la violencia, que sigue a casi tres meses de tensión en la difusa línea divisoria y a un persistente trueque de acusaciones a nivel gubernamental.
El portavoz del Ejército tailandés, coronel Sansern Kaewkamnerd, indicó que por tercer día consecutivo los soldados de los dos países intercambiaron disparos de fusil y un intenso fuego de artillería en la misma zona que en días anteriores.
Estos enfrentamientos se libran en los alrededores del templo de Ta Kwai (Ojo de búfalo) construido durante la era de esplendor del Imperio Jemer, en el siglo XII, y situado en la franja de frontera que delimita la provincia de Surin, en el noreste de Tailandia, con la provincia de Oddar Manchey, en el norte de Camboya.
"Las tropas tailandesas han empezado a disparar, primero con fusiles y después con su artillería", dijo a Efe el general Suos Sothea, segundo al mando de las tropas camboyanas desplegadas en el frente.
El templo de Ta Kwai, situado en una área de frondosa vegetación, forma parte del antiguo complejo arquitectónico de Ta Muen, que al igual que las ruinas del santuario de Preah Vihear, a unos cien kilómetros al este, es otro de los monumentos legados por la milenaria civilización jemer ubicado sobre o entorno a terreros cuya soberanía es reclamada por Tailandia y Camboya.
A principios del pasado febrero, las tirantes relaciones que los dos países mantienen a causa de sus discrepancias sobre el trazado de la frontera, desembocaron en una serie de enfrentamientos en las proximidades de Preah Vihear, que causaron ocho muertos, la mitad de ellos civiles.
A raíz de la reanudación de los combates, Tailandia ha evacuado a a cerca de 40.000 habitantes de las aldeas ubicadas en el área del conflicto, mientras que en Camboya y al otro lado de la frontera, la cifra de personas desplazadas asciende a unas 10.000, señaló el Comité Nacional para la Gestión de Desastres de este país.
La población de un lado y otro de esta franja fronteriza, son de la misma etnia y en circunstancias normales mantienen un fluido intercambio comercial, sobre todo de productos agrícolas.
En un comunicado emitido el sábado, el secretario general de la ONU, señaló que el conflicto que libran Tailandia y Camboya no puede ser resuelto por medios militares e instó a las dos partes a emprender un "diálogo serio".
También el secretario general del organismo multinacional exhortó a los dos gobiernos a adoptar de inmediato medidas que permitan pactar un alto el fuego "efectivo y verificable".
Pocas horas después de la reacción de la ONU, el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, dijo en un discurso televisado que su Gobierno "está preparado para prestar total apoyo a nuestro Ejército para que defienda el territorio nacional".
"No debemos caer en la trampa. Camboya intenta llevar la disputa al ámbito internacional, pero debe ser resuelta a nivel bilateral y sin mediación de un tercer país", apuntó el jefe del Gobierno.
La tensión en la frontera resurge cuando el Gobierno tailandés contempla la opción de disolver el Parlamento en mayo y convocar elecciones para mediados de este año, y a las conjeturas sobre ruido de sables alimentadas por las recientes maniobras realizadas por unidades del Ejército que participaron en la asonada de 2006.
El pasado marzo y tras declarar un alto el fuego, Camboya y Tailandia aceptaron negociar con la mediación de Indonesia el contencioso territorial que les enfrenta por la soberanía de una zona colindante a las ruinas de Preah Vihear, que hasta que resurgió el conflicto fueron la mayor atracción turística de la región.
Sin embargo, unas pocas semanas después el Ejército de Tailandia cuestionó la propuesta de Indonesia en nombre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) de desplegar observadores en las áreas disputadas.
Este contencioso entre Camboya y Tailandia cobró fuerza en 2008 cuando el templo fue declarado patrimonio de la humanidad y la UNESCO lo inscribió dentro del territorio camboyano
Tailandia admite que el conjunto de Preah Vihear se encuentra en suelo camboyano, tal como sentenció el Tribunal Internacional de la Haya en 1962, pero reclama una zona de 4,6 kilómetros cuadrados situada en los alrededores del templo.