Cómo solucionar la polémica arbitral

Que si pitan un penalty que no era. Que si anulan un gol legal. Que si expulsan de forma injusta a un jugador. Que si siempre pitan a favor de los mismos. Hagan lo que hagan, los árbitros están en el punto de mira de todo el mundo. ¿Qué podemos hacer para cambiar esa realidad?
Detrás de ese horrible traje de rayas amarillas y negras y detrás de ese apellido extraño se encuentra un ser humano. Sí, los árbitros siempre tienen apellidos extraños (Brito Arceo, Urízar Azpitarte, Undiano Mallenco, ¡Japón Sevilla!), pero no por eso dejan de ser seres humanos que hacen su trabajo lo mejor que saben. Y sea mucho o poco, nunca dejan contento a nadie. Ni a futbolistas, ni a entrenadores, ni a presidentes, ni mucho menos a los aficionados. Los árbitros molestan, como las moscas en verano. Y si no fuera porque la nobleza de los deportistas está en entredicho, no existirían.
Pero existen. Y cada fin de semana hablamos de ellos, a menudo acompañados de adjetivos que podríamos aplicar a delincuentes. La polémica arbitral suele ser el tema de conversación de muchos desayunos y de casi todas las sobremesas. El problema está ahí y tiene difícil solución. Pero nosotros queremos aportar una, tan absurda como entretenida de ver.
Hestar propone cambiar el colectivo arbitral al completo. Los árbitros, al paro. Y en su lugar, bellas mujeres vestidas con el clásico traje de rayas negras y blancas que llevan los dependientes de Foot Locker. Porque no es lo mismo que te pite un penalty en contra un tío barbudo que una mujer como la que váis a ver a continuación. Las quejas no serían las mismas y escucharíamos más frases del tipo: "no le eches la culpa al árbitro, que no lo habrá visto" o "todos somos humanos, ellas también... creo". Y como la polémica no entiende de géneros y aquí apostamos por la igualdad, que hagan lo mismo en deportes femeninos. Nosotros podemos enviarles unos cuantos árbitros...