América Latina: Precariedad prima en casos de alertas de tsunami

Los alertas de tsunami provocadas tras el terremoto que golpeó Japón pusieron a prueba el viernes los usualmente precarios sistemas latinoamericanos de advertencia y dejó en evidencia que ante estas emergencias predominan la improvisación y el sentido común.

Después del terremoto de 8,9 grados y el tsunami en Japón, los gobiernos latinoamericanos tuvieron varias horas para adoptar acciones de prevención y alertar a sus poblaciones costeras ante la posibilidad de que un tsunami llegara a las costas del Pacífico en el continente americano.

¿Pero qué sucede cuándo un terremoto cercano ocasiona un tsunami en cuestión de minutos?

Chile sufrió en febrero de 2010 un terremoto de 8,8 grados y un devastador tsunami que dejaron 521 muertos principalmente por problemas de comunicación y confusión de parte de los organismos encargados de enviar la alarma de tsunami. La población no fue alertada. Un año después, a raíz de esa trágica experiencia, Chile está preparado para enfrentar la emergencia, dijo el presidente Sebastián Piñera.

El sistema chileno _ si las autoridades correspondientes están avisadas _ consiste en sirenas que suenan en las zonas amenazadas y bomberos y policías que van casa por casa tocando puertas.

Las autoridades chilenas señalan que actualmente existe todo un sistema de detección de tsunami además de sistemas para alertar a la población. Desde el sismo del año pasado se han llevado a cabo en varias ciudades simulacros de evacuaciones masivas, y se han fijado los lugares seguros de evacuación.

Perú por su parte, con base en la experiencia de Chile, y a la propia con el terremoto de Pisco de 2007 que generó un moderado tsunami, adquirió un sistema de detección de sismos que se enlaza al sistema de alarma internacional del Pacífico con sede en Hawai, dijo Ronald Woodman, presidente del Instituto Geofísico del Perú (IGP).

El sistema está actualmente en implementación, pero según Woodman, ya probó su eficacia al detectar el terremoto de Japón, dos minutos después de producido.

Ello, sin embargo, solo significa que el IGP podrá conocer casi de inmediato la información sobre un terremoto, luego evaluar si se dan las condiciones para la ocurrencia de un tsunami, e informar de ello a Defensa Civil, pero no es su responsabilidad alertar a la población, lo que compete a las autoridades locales o municipales, señaló Woodman.

"En cada localidad tienen que preocuparse de cómo van a hacer llegar la información a todos los ciudadanos (por ejemplo en la madrugada), si van a golpear puertas, si van a enviar mensajeros, o si van a tener un sistema de alarmas con bocinas, como tiene La Punta por ejemplo", dijo Woodman a la AP.

La Punta es un pequeño distrito del puerto de El Callao, a 10 kilómetros al oeste de Lima, de alta vulnerabilidad en caso de un tsunami pues se trata de una delgada franja de tierra que se adentra en el mar.

Es una de las pocas localidades peruanas sino la única, que posee un plan bien estructurado de evacuación en minutos luego de producido un fuerte sismo.

En muchas localidades latinoamericanas las poblaciones actúan basadas en el mero sentido común.

En la población de Canoa, en la costa central de Ecuador, el holandés Gerum Agten, dueño de una hostería, observaba luego de conocerse el alerta de tsunami _tras el terremoto de Japón_ que "no hay organización en el pueblo, la gente está como loca con las noticias buscando lomas".

"No veo planes de la policía, nada está preparado, cada quien sale como puede", dijo.

Panamá tiene un organismo de emergencia llamado Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), que decretó un alerta verde o preventiva horas después de conocer el alerta de tsunami para el Pacífico. Sin embargo, existe la percepción de la población de que hay cosas que mejorar.

"Nosotros no estamos preparados para una eventualidad como ésta (el tsunami) a nivel nacional", dijo a la AP José Antonio Mora, dueño de la radioemisora Mi Preferida, en la localidad de Puerto Armuelles, fronteriza con Costa Rica. "La reacción de la gente durante todo el día ha sido de preocupación... nos falta un poquito más de orientación"

Colombia es un país más organizado en cuestión de alertas de tsunamis desde 2008, y algunas localidades, como Bahía Solano, en Chocó, se organizan desde 2004 a raíz del tsunami de Asia.

Vissy Viñuela, Secretaria de Planeación de la alcaldía de Bahía Solano y presidente del comité de emergencia, dijo que las 15 personas integrantes del comité se comunican por teléfono para avisarse de algún riesgo de tsunami.

"Además hacemos voceo por la calle con megáfono y (a través de) las dos radios locales", dijo.

La localidad de Tumaco, a 605 kilómetros al noroeste de Bogotá, posee un centro de alertas tempranas desde 2005, creado a raíz del tsunami de 1979 que arrasó parte del pueblo.

"Inmediatamente ocurrido el sismo en Japón se prendieron las alarmas aquí en Tumaco", relató su alcalde Neftalí Correa.

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