Uruguay conmemora los 30 años del éxito de su "amor a la democracia"
Montevideo, Agencias
Uruguay conmemoró hoy el 30 aniversario de la derrota del plebiscito impulsado por la dictadura militar (1973-1985) para perpetuarse en el poder y que abrió el camino al retorno de las libertades, un resultado que fue celebrado como el éxito "del amor uruguayo por la democracia".
Con una ceremonia solemne en el Parlamento, que incluyó una convocatoria extraordinaria de la Asamblea General, que reúne a diputados y senadores, todos los partidos del arco político recordaron esa fecha como un día "excepcional" que marcó el fin de la dictadura y que reflejó el auténtico carácter "democrático, republicano y liberal" del pueblo uruguayo.
El 30 de noviembre de 1980 el Gobierno militar en el poder desde 1973 convocó un plebiscito para validar una reforma constitucional que hubiera permitido su permanencia en el poder.
Con los partidos opositores proscritos, sus líderes exiliados y sin poder hacer campaña en contra y el Gobierno de facto desarrollando una intensa presión en los medios a favor del sí a esa reforma, los uruguayos votaron, sin embargo, de forma masiva en contra de la propuesta.
Al final, el 58 por ciento de los ciudadanos se negó a modificar la Constitución y dieron así un duro golpe a los militares, que se vieron obligados a reconocer el resultado.
"Eso fue un nuevo ejemplo de este país amante de la democracia y que con eso sorprendió al mundo", dijo ante sus compañeros parlamentarios el diputado oficialista Óscar Groba.
Los oradores en la sala, en la que estuvieron presentes el presidente José Mujica, varios miembros de su Gobierno y diplomáticos de varios países, recordaron anécdotas de ese día y cómo reaccionaron los ciudadanos.
"No llovía, pero en la rambla de Montevideo los coches circulaban con los limpiaparabrisas encendidos, para decirle a la gente de forma silenciosa que ellos votaban por el no", explicó el diputado.
Otros, como el diputado del Partido Colorado Ope Pasquet, opinaron que ese resultado demostró que "Uruguay es un país excepcional" y que por eso el 30 de noviembre "se ganó el derecho a ser reconocida como una fiesta cívica".
El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, quien también asistió a la ceremonia, recordó en declaraciones a Efe que "hasta entonces ninguna dictadura en lugar alguno había perdido en un plebiscito".
El dos veces presidente (1985-1990 y 1995-2000) y el primero democráticamente elegido tras la dictadura, consideró lo ocurrido como "un hito en el proceso del Uruguay moderno".
Sanguinetti explicó que el Gobierno militar "quiso aprovechar" un buen momento económico del país, beneficiado por la demanda exterior.
Además, en Chile el dictador Augusto Pinochet "había ganado recientemente un plebiscito, lo que también alentó a las autoridades uruguayas de la época", recordó.
Al final, el resultado de las urnas fue "el inicio del fin de la dictadura" y al mismo tiempo "el comienzo de la transición hacia la democracia", agregó Sanguinetti.
En el retorno a la democracia, Sanguinetti, del Partido Colorado, ganó las elecciones de noviembre de 1984 y asumió como presidente, por primera vez, el 1 de marzo de 1985.
Por su parte, la senadora y esposa del presidente Mujica, Lucía Topolansky, consideró como "muy importantes" las celebraciones por ese acontecimiento, "que le hacen muy bien a la memoria histórica del país".
"Lo celebro sobre todo para las generaciones que vienen porque el no pasarán se tiene que construir todos los días", dijo a Efe la senadora, que en aquella época se encontraba en prisión y que vivió esos hechos "desde la exclusión".
Para Topolansky, el 30 de noviembre de 1980 comenzó el proceso de vuelta a la democracia "aunque con muchos signos de interrogación y con olas represivas".
"Felizmente se salió de la dictadura y hace 25 años que vivimos esta etapa democrática, donde hubo Gobiernos de los tres principales partidos del país y donde paradójicamente el presidente de hoy fue alguien que estuvo preso entonces por muchísimos años", culminó.
Uruguay conmemoró hoy el 30 aniversario de la derrota del plebiscito impulsado por la dictadura militar (1973-1985) para perpetuarse en el poder y que abrió el camino al retorno de las libertades, un resultado que fue celebrado como el éxito "del amor uruguayo por la democracia".
Con una ceremonia solemne en el Parlamento, que incluyó una convocatoria extraordinaria de la Asamblea General, que reúne a diputados y senadores, todos los partidos del arco político recordaron esa fecha como un día "excepcional" que marcó el fin de la dictadura y que reflejó el auténtico carácter "democrático, republicano y liberal" del pueblo uruguayo.
El 30 de noviembre de 1980 el Gobierno militar en el poder desde 1973 convocó un plebiscito para validar una reforma constitucional que hubiera permitido su permanencia en el poder.
Con los partidos opositores proscritos, sus líderes exiliados y sin poder hacer campaña en contra y el Gobierno de facto desarrollando una intensa presión en los medios a favor del sí a esa reforma, los uruguayos votaron, sin embargo, de forma masiva en contra de la propuesta.
Al final, el 58 por ciento de los ciudadanos se negó a modificar la Constitución y dieron así un duro golpe a los militares, que se vieron obligados a reconocer el resultado.
"Eso fue un nuevo ejemplo de este país amante de la democracia y que con eso sorprendió al mundo", dijo ante sus compañeros parlamentarios el diputado oficialista Óscar Groba.
Los oradores en la sala, en la que estuvieron presentes el presidente José Mujica, varios miembros de su Gobierno y diplomáticos de varios países, recordaron anécdotas de ese día y cómo reaccionaron los ciudadanos.
"No llovía, pero en la rambla de Montevideo los coches circulaban con los limpiaparabrisas encendidos, para decirle a la gente de forma silenciosa que ellos votaban por el no", explicó el diputado.
Otros, como el diputado del Partido Colorado Ope Pasquet, opinaron que ese resultado demostró que "Uruguay es un país excepcional" y que por eso el 30 de noviembre "se ganó el derecho a ser reconocida como una fiesta cívica".
El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, quien también asistió a la ceremonia, recordó en declaraciones a Efe que "hasta entonces ninguna dictadura en lugar alguno había perdido en un plebiscito".
El dos veces presidente (1985-1990 y 1995-2000) y el primero democráticamente elegido tras la dictadura, consideró lo ocurrido como "un hito en el proceso del Uruguay moderno".
Sanguinetti explicó que el Gobierno militar "quiso aprovechar" un buen momento económico del país, beneficiado por la demanda exterior.
Además, en Chile el dictador Augusto Pinochet "había ganado recientemente un plebiscito, lo que también alentó a las autoridades uruguayas de la época", recordó.
Al final, el resultado de las urnas fue "el inicio del fin de la dictadura" y al mismo tiempo "el comienzo de la transición hacia la democracia", agregó Sanguinetti.
En el retorno a la democracia, Sanguinetti, del Partido Colorado, ganó las elecciones de noviembre de 1984 y asumió como presidente, por primera vez, el 1 de marzo de 1985.
Por su parte, la senadora y esposa del presidente Mujica, Lucía Topolansky, consideró como "muy importantes" las celebraciones por ese acontecimiento, "que le hacen muy bien a la memoria histórica del país".
"Lo celebro sobre todo para las generaciones que vienen porque el no pasarán se tiene que construir todos los días", dijo a Efe la senadora, que en aquella época se encontraba en prisión y que vivió esos hechos "desde la exclusión".
Para Topolansky, el 30 de noviembre de 1980 comenzó el proceso de vuelta a la democracia "aunque con muchos signos de interrogación y con olas represivas".
"Felizmente se salió de la dictadura y hace 25 años que vivimos esta etapa democrática, donde hubo Gobiernos de los tres principales partidos del país y donde paradójicamente el presidente de hoy fue alguien que estuvo preso entonces por muchísimos años", culminó.